En mayo estuvimos en la entrega de Premios literarios de la II Edición “Manolita Espinosa”. A pesar de que se acompañaba de un espectáculo infantil, no había muchos niños en el Corral, como así era en el Siglo de Oro. Aún con poca gente entre sus corredores, el teatro clásico se mostraba humilde, pero a la vez soberbio. Se celebraba el 71 aniversario de su reinauguración y parecía querer recordárnoslo con sus maderas rojas oscuras.
Es importante saber que dada su historia particular, en los próximos años se celebrarán nada menos que cuatro aniversarios que tendrán que ver con su evolución como teatro joya, como teatro mágico que cambia la marcha de una localidad, y siendo así deberíamos saber que ese sencillo teatro del siglo XVII se construye en 1628 con Leonardo de Oviedo. Así, en 2028 se celebrará el 400 aniversario de su construcción. Llegados a 2029, será la fecha a celebrar el 400 aniversario de su inauguración. Y ya metidos en pleno siglo XX, el 29 de mayo de 1954, es la fecha clave para ajustar el 75 aniversario de su reinauguración, a conmemorar en 2029. Por último en 2030, será momento de celebrar los 75 años que fuera declarado Monumento Nacional.
Cuatro aniversarios muy próximos para un pequeño local donde apenas caben 282 personas, aunque en tiempos pasados lograron introducirse, no sé si con la figura del apretador o desahuecador hasta más de novecientas. Los que han pasado calor en alguna función pondrán el grito en el cielo ante ese número.
El Mesón del Toro, como se hacía llamar en sus orígenes, fue creciendo hasta transformarse y hacer magia a su alrededor cambiando al pueblo desde el siglo XVII. En los siglos XVIII y XIX los corrales llegaron a prohibirse, a no usarse. Será a mediados del siglo XX, un primaveral 29 de mayo de 1954 cuando tiene lugar la reinauguración oficial del “corralillo”. Al año siguiente es declarado Monumento Nacional y, aunque no pierde su encanto de corral, es capaz de acoger cada julio a artistas varios y políticos inquietos, y a espectadores de toda condición, incluso acoge con todo el gusto a las gentes del lugar, sabedoras de que esas tablas han dicho y dirán mucho a todas horas.
Personalmente, me da tanto respeto y rubor subir por esa escalerilla interior, que la evito y prefiero cualquier otro espacio que las encantadoras monitoras culturales puedan abrirme al paso. Todo un mundo de emociones se da en ese escenario. Un familiar subió a interpretar hace años un entremés, conservo fotos y la magia de aquel día. Y me llama la atención que haya actores tan profesionales como Millán Salcedo que quieran subirse gratis a ese escenario y disfrutar de su magia, espero que lo consiga.
Olvidé decir que hay un aniversario más, en 2027 se celebrará el 50 aniversario del Festival de Teatro. Y será casi un Corral sagrado, lo dicho, mucho Corral.
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