Apoyo a los países que eligen controlar sus fronteras, y que van en contra de la falsa e hipócrita integración que propone la mafiosa Unión Europea. España se ve muy perjudicada en una Europa de libre circulación de personas, ya que nuestros intereses internacionales (que a menudo no coinciden con los de otros países europeos) son más difíciles de defender dentro de un “club de alterne” como es en lo que se ha convertido la Unión Europea. Y por último, si no queremos que un grupo de “ilustrados elitistas europeos” nos hundan en la miseria económica y moral, tenemos que ser conscientes de que España no puede terminar sucumbiendo ante estos tipos.
El descontento generalizado hacia nuestra clase política, una crisis de la que no acabamos de salir, y un flujo constante de inmigrantes ilegales pueden acabar con la esencia de España. Si nuestras instituciones siguen defendiendo una economía europea que cada vez deja de lado a más personas, no harán más que hundir a España.
La única forma de tratar la enfermedad que asola España empieza por escuchar y dar solución a los problemas de los ciudadanos con políticas que nada tienen que ver con lo visto en los últimos años.
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