Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | oso panda | zoo | Animales | Infancia | Reflexión
De chica me gustaba visitar el zoológico y veía muchos documentales sobre estos animales

​Los osos y Berlín

|

De chica me gustaba visitar el zoológico y veía muchos documentales sobre los osos polares. Los osos panda y los cuidados que se toman en China para evitar su extinción son dignos hoy mismo de mención, y el haber sostenido entre mis brazos a un koala de cachorro –aunque son una variedad de los marsupiales, yo los vivo como cálidos osos…- éstos redujeron el cansancio provocado por las largas horas de vuelo para llegar desde Argentina a Australia. Mi esposo solía regalarnos a mi hija y a mí osos de peluche; mochilas en forma de oso para que ella llevara sus petates a la escuela, y yo tengo el tradicional oso de Berlín en casa,  en sus distintas versiones, y otro, comprado en Cuenca – un oso blanco de montaña – durante una travesía que hicimos desde Zaragoza con nuestro amigo, el crítico y periodista Juan Domínguez Lasierra. Luce, asimismo, en mi biblioteca un osito de porcelana, vestido de solemne escritor, que perteneció a la poeta aragonesa Ana María Navales y ella adquirió en Irlanda. ¡Osos por doquier! Presumo, relacionados en mi caso con Berlín, la ciudad capital de Alemania, simbolizada desde antaño por estos animalitos, siempre con sus brazos en alto u otros, coronados. Se dice que, a principios del Siglo XIII, había dos ciudades a cada lado del río Spree: Brl, lugar “húmedo”, vocablo eslavo referido a humedad y lagos  y “lin”, sintagma germano vinculado después a “Land”… También se dice que Alberto I von Ballenstädt era un noble alemán valiente, bautizado por el pueblo berlinés como “Alberto, el oso” habida cuenta de su temeridad,  grandeza y confianza. “Bär, Teddybär” (en alemán, los sustantivos se escriben en mayúsculas), son palabras que resuenan en mi oído desde la  infancia. Hija y nieta de germanos, aprendí a querer su lengua, y Berlín y Düsseldorf y barrios como Steglitz, Urdenbach, Meerbusch y Benrath; todos sus poetas, filósofos y narradores están impresos en mi memoria. El oso representa autoridad y coraje; esfuerzo, insistencia. Curiosamente, ahora que lo pienso, no he introducido a estos animalitos hasta ahora en ninguno de mis relatos y novelas. Quizá, porque hoy, el oso (tanto el de Berlín como los que visitaba durante mi infancia en Buenos Aires o los que como objetos se encuentran en casa) constituye un símbolo a tener en cuenta en  Argentina, mi patria natal, a fin de sobrevivir en el caos y la incertidumbre. “Stark wie ein Bär!, “fuerte como un oso”…    

​Los osos y Berlín

De chica me gustaba visitar el zoológico y veía muchos documentales sobre estos animales
Paula Winkler
sábado, 2 de marzo de 2024, 10:01 h (CET)

De chica me gustaba visitar el zoológico y veía muchos documentales sobre los osos polares. Los osos panda y los cuidados que se toman en China para evitar su extinción son dignos hoy mismo de mención, y el haber sostenido entre mis brazos a un koala de cachorro –aunque son una variedad de los marsupiales, yo los vivo como cálidos osos…- éstos redujeron el cansancio provocado por las largas horas de vuelo para llegar desde Argentina a Australia. Mi esposo solía regalarnos a mi hija y a mí osos de peluche; mochilas en forma de oso para que ella llevara sus petates a la escuela, y yo tengo el tradicional oso de Berlín en casa,  en sus distintas versiones, y otro, comprado en Cuenca – un oso blanco de montaña – durante una travesía que hicimos desde Zaragoza con nuestro amigo, el crítico y periodista Juan Domínguez Lasierra. Luce, asimismo, en mi biblioteca un osito de porcelana, vestido de solemne escritor, que perteneció a la poeta aragonesa Ana María Navales y ella adquirió en Irlanda. ¡Osos por doquier! Presumo, relacionados en mi caso con Berlín, la ciudad capital de Alemania, simbolizada desde antaño por estos animalitos, siempre con sus brazos en alto u otros, coronados. Se dice que, a principios del Siglo XIII, había dos ciudades a cada lado del río Spree: Brl, lugar “húmedo”, vocablo eslavo referido a humedad y lagos  y “lin”, sintagma germano vinculado después a “Land”… También se dice que Alberto I von Ballenstädt era un noble alemán valiente, bautizado por el pueblo berlinés como “Alberto, el oso” habida cuenta de su temeridad,  grandeza y confianza. “Bär, Teddybär” (en alemán, los sustantivos se escriben en mayúsculas), son palabras que resuenan en mi oído desde la  infancia. Hija y nieta de germanos, aprendí a querer su lengua, y Berlín y Düsseldorf y barrios como Steglitz, Urdenbach, Meerbusch y Benrath; todos sus poetas, filósofos y narradores están impresos en mi memoria. El oso representa autoridad y coraje; esfuerzo, insistencia. Curiosamente, ahora que lo pienso, no he introducido a estos animalitos hasta ahora en ninguno de mis relatos y novelas. Quizá, porque hoy, el oso (tanto el de Berlín como los que visitaba durante mi infancia en Buenos Aires o los que como objetos se encuentran en casa) constituye un símbolo a tener en cuenta en  Argentina, mi patria natal, a fin de sobrevivir en el caos y la incertidumbre. “Stark wie ein Bär!, “fuerte como un oso”…    

Noticias relacionadas

Tal y como Vd, me ha pedido, Sr Sánchez, me he tomado un poco de tiempo para leer (no solo una vez), el contenido de la carta pública que nos ha enviado a todos los españoles el pasado miércoles. Le confieso que más que su contenido, nada atractivo desde el punto de vista literario y de escaso valor político, me interesaba conocer las razones de su insólita decisión de trasladar a los españoles sus dudas existenciales sobre su futuro personal y político.

Con motivo de los feroces ajustes en la economía argentina, una conocida me confesó la otra tarde, muy triste, que no podría viajar a Europa quizá nunca más. Enseguida pensé que personas como ella sólo sufren las consecuencias de su ideología (o de la adoptada por algún sofisma en las campañas electorales de la época), cuando ven tocado su bolsillo.

La campaña de descrédito contra la buena imagen y el honor del presidente del gobierno se ha desatado, de una forma virulenta, estos últimos días y semanas. Parece que se quiere lograr mediante descalificaciones el acoso y derribo de Pedro Sánchez. Según distintos medios de comunicación el inicio de una investigación judicial contra la esposa de Sánchez es un disparate, ya que no existen indicios suficientes para la misma.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto