Al menos 23 personas han muerto hasta el momento tras las inundaciones que afectan al estado estadounidense de Virginia Occidental, cifra que las autoridades temen que siga incrementándose durante las próximas horas.

Si bien en un inicio el gobernador, Earl Ray Tomblin, confirmó 14 muertos, un portavoz de la División de Seguridad Nacional estatal ha elevado este balance a lo largo de la tarde del viernes, tal y como recoge la cadena norteamericana CBS.

"Seguimos enfocados en la búsqueda y el rescate", ha asegurado Tomblin, antes de añadir que han sido unas "largas" 24 horas y que las próximas 24 "no parece que serán más fáciles". Poco antes, el 'sheriff' del condado de Greenbrier, Jan Cahillm, describió la situación del mismo, el más afectado por las inundaciones, como un "completo caos". Hasta 200 miembros de la Guardia Nacional están ya trabajando en ocho condados y se ha autorizado el despliegue de 300 más.

Entre los muertos se encuentra, al menos, un menor de 4 años. Las violentas tormentas comenzaron en la noche del jueves y con ellas los primeros rescates por las crecidas y miles de casas han quedado sin suministro eléctrico, según NBC.

"Por favor, seguid trabajando juntos y apoyándoos mutuamente como siempre hacen los virginianos", ha apelado Tomblin en rueda de prensa en la que ha informado del balance de víctimas mortales. Además, ha dado cuenta de un centenar de casas dañadas.