Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Al aire libre
Pascual Falces

Lo que se vota

|

Se quiera o no, con escepticismo y sin pasión, el domingo próximo los españoles tienen la posibilidad de elegir a sus representantes en el Parlamento Europeo. Ya se sabe que a través del mismo viciado sistema electoral de que adolece España: de unas listas cerradas por los partidos que según el número de papeletas que reúnan, “colocarán” en los escaños a más o menos de los candidatos previamente escogidos para ello.

De los tres órganos de gobierno de la Unión Europea, Consejo, Comisión, y Parlamento, los dos primeros son “designados” directamente por el Gobierno de cada país, siendo el último el único que es elegido directamente por los ciudadanos europeos. En teoría, e indirectamente, también los primeros son elegidos por los mismos, pero a través de un largo periplo (elecciones generales), y por medio del ya mencionado torpe sistema en nuestro país, que no en otros de Europa.

Se ha podido comprobar, aún siguiendo de reojo la campaña electoral ya en su recta final, la escasa atención que se ha prestado a la problemática “uropea”, como le gusta mentar con ironía a Epifanio del Cristo Martínez. Puede ser, que, en otras latitudes las “uropas” hayan sido tema de polémica electoral, pero en nuestros lares, salvo alguna excepción que se mencionará más adelante, los candidatos más bien parecían estar ventilando la poltrona de La Moncloa, que los escaños del Parlamento Europeo. Como siempre, el aburrido “y, tú más” entre PSOE y PP, con lo que el desconcierto del futuro votante se hace mayúsculo: Pero… ¿no se trata de decidir sobre Europa?

En efecto, el tema europeo, en plena crisis, y con las cifras de empleo, manipuladas-maquilladas-cocinadas, o como quieran llamarlas, sobrevolando cual trágica realidad palpable en la inmediatez de las familias, se ha quedado lejos. Es casi, casi, un lujo… con trabajo, y unos euros de sobra, se puede pensar en un viaje a Praga este verano, o a Escocia… o en mandar a los niños a aprender inglés a Irlanda. Pero, la realidad es más cruda, ya se verá donde, y como, se pasan los calores de este verano…

Lo que apremia es lo inmediato, y es mucho pedir la abstracción de pensar en Europa cuando ni los candidatos así lo han hecho. Mejor dicho, ha habido una reciente alusión por parte de ZP, ¡cómo no!... para reprochar a Mayor Oreja que defiende un concepto obsoleto, anticuado, y apolillado de la misma; él, en cambio, apuesta por lo moderno, lo actual, lo válido. Está claro que el presidente habla desde el radical laicismo que profesa y que le sale por la boca en cualquier ocasión, y esta es buena tratándose de una Europa que no ha logrado aprobar la Constitución laicista que él defendió con más pasión que fortuna.

La ignorancia de ZP es tan proverbial como sus mentiras, y su desconocimiento de la cultura general equiparable al de sus ministras de cuota. El clima intelectual y cultural de Europa no es una realidad ajena al cristianismo, a sus teólogos, sus pensadores, sus literatos, y sus artistas, personajes de primera fila específicamente cristianos, desde la antigüedad hasta el día de hoy. Como meros enunciados, es suficiente recordar desde San Agustín (s. IV) a Blas Pascal (s. XVII), junto a una retahíla de nombres del máximo peso específico en el mundo de las ideas del siglo XX.

Lo que se vota

Pascual Falces
Pascual Falces
jueves, 4 de junio de 2009, 08:32 h (CET)
Se quiera o no, con escepticismo y sin pasión, el domingo próximo los españoles tienen la posibilidad de elegir a sus representantes en el Parlamento Europeo. Ya se sabe que a través del mismo viciado sistema electoral de que adolece España: de unas listas cerradas por los partidos que según el número de papeletas que reúnan, “colocarán” en los escaños a más o menos de los candidatos previamente escogidos para ello.

De los tres órganos de gobierno de la Unión Europea, Consejo, Comisión, y Parlamento, los dos primeros son “designados” directamente por el Gobierno de cada país, siendo el último el único que es elegido directamente por los ciudadanos europeos. En teoría, e indirectamente, también los primeros son elegidos por los mismos, pero a través de un largo periplo (elecciones generales), y por medio del ya mencionado torpe sistema en nuestro país, que no en otros de Europa.

Se ha podido comprobar, aún siguiendo de reojo la campaña electoral ya en su recta final, la escasa atención que se ha prestado a la problemática “uropea”, como le gusta mentar con ironía a Epifanio del Cristo Martínez. Puede ser, que, en otras latitudes las “uropas” hayan sido tema de polémica electoral, pero en nuestros lares, salvo alguna excepción que se mencionará más adelante, los candidatos más bien parecían estar ventilando la poltrona de La Moncloa, que los escaños del Parlamento Europeo. Como siempre, el aburrido “y, tú más” entre PSOE y PP, con lo que el desconcierto del futuro votante se hace mayúsculo: Pero… ¿no se trata de decidir sobre Europa?

En efecto, el tema europeo, en plena crisis, y con las cifras de empleo, manipuladas-maquilladas-cocinadas, o como quieran llamarlas, sobrevolando cual trágica realidad palpable en la inmediatez de las familias, se ha quedado lejos. Es casi, casi, un lujo… con trabajo, y unos euros de sobra, se puede pensar en un viaje a Praga este verano, o a Escocia… o en mandar a los niños a aprender inglés a Irlanda. Pero, la realidad es más cruda, ya se verá donde, y como, se pasan los calores de este verano…

Lo que apremia es lo inmediato, y es mucho pedir la abstracción de pensar en Europa cuando ni los candidatos así lo han hecho. Mejor dicho, ha habido una reciente alusión por parte de ZP, ¡cómo no!... para reprochar a Mayor Oreja que defiende un concepto obsoleto, anticuado, y apolillado de la misma; él, en cambio, apuesta por lo moderno, lo actual, lo válido. Está claro que el presidente habla desde el radical laicismo que profesa y que le sale por la boca en cualquier ocasión, y esta es buena tratándose de una Europa que no ha logrado aprobar la Constitución laicista que él defendió con más pasión que fortuna.

La ignorancia de ZP es tan proverbial como sus mentiras, y su desconocimiento de la cultura general equiparable al de sus ministras de cuota. El clima intelectual y cultural de Europa no es una realidad ajena al cristianismo, a sus teólogos, sus pensadores, sus literatos, y sus artistas, personajes de primera fila específicamente cristianos, desde la antigüedad hasta el día de hoy. Como meros enunciados, es suficiente recordar desde San Agustín (s. IV) a Blas Pascal (s. XVII), junto a una retahíla de nombres del máximo peso específico en el mundo de las ideas del siglo XX.

Noticias relacionadas

El ciberacoso es una forma de intimidación o acoso que ocurre a través de tecnologías digitales, como llamadas telefónicas, correos electrónicos, redes sociales o plataformas de mensajería y afecta a personas de todas las edades, con mayor incidencia en adultos de más de 55, 60 años, hasta el punto de hacerse pasar por un familiar muy cercano, entidades e incluso organismos. 

Existe la presencia de un nuevo mundo en nuestra Patria Nicaragua, extensivo a todos los países del mundo como mejor les convenga y competa. No hay nada mejor y bonito que vivir en paz, y tranquilidad, sin odios, pues entre todos se puede evitar una hecatombe, hay que observar la realidad que nos merodea, que no es justo estar buscando descontentos, no se logra nada con ello.

El atrevimiento consiste en cierta medida en asumir riesgos, ello es fundamental para nuestra existencia, y también lo es su justa ponderación en nuestras decisiones. En la industria financiera, particularmente en la evaluación de riesgos, existe una máxima: “A mayor riesgo, mayor rentabilidad esperada”.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto