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“La Historia primero se repite como tragedia y luego como comedia”, Karl Marx

​Los libros de texto gratuitos: del imperio de los ignorantes hacia la intolerancia y la contrapropaganda de una guerra santa región cuarta

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En los últimos días se ha desencadenado toda una polémica y también una suerte de propaganda negra en contra de los libros de texto gratuito, de tal manera que por controversias constitucionales ante la SCJN han detenido, saboteado y boicoteado en algunos estados de la república, sobre todo en varios estados del norte , la entrega de los libros de texto gratuito por parte de la SEP a sus destinatarios, los alumnos de primaria y secundaria, por lo que me dí a la tarea estudiar y analizar algunos de estos libros de texto: corroborar “si efectivamente pervierten y corrompen a los niños para instaurar una dictadura comunista”, como insidiosamente afirman y sostienen algunas organizaciones de derecha clerical y confesional con origen en el Yunque y otros como la ANPF con cierta militancia en el PAN, además de algunos medios de comunicación televisiva como TV Azteca.


Es moralmente imposible condenar y satanizar a priori algo que no se conoce para manipular a otros su docta ignorancia, por lo que en el libro de 1°Grado de Primaria que se intitula: Múltiples lenguajes, aparece de manera muy clara los clases de familia apegadas a la realidad:


1.- Familia Monoparental 

2.- Familia sin hijos

3.- Familia de progenitores separados

4.- Familia Adoptiva

5.- Familia homoparental y/o lesbomaternal

6.- Familia extensa

7.- Familia Biparental

8.- Familia compuesta


En ese texto se aclara: que una familia no se define por quienes la conforman sino por el amor de la que están hechas, estos libros además de estar impresos en Español también están en lenguas indígenas.


Del libro de 1° grado de Secundaria intitulado: Dimensión biológica, están científicamente explicados los cambios en el Homo sapiens durante la adolecencia, que forma parte de la sección de lo Humano y de lo comunitario, hembra y macho.


Lo cual no existe en estos libros ningún motivo y ningún argumento para desechar estos libros que son parte del Proyecto de la nueva Escuela Mexicana 2030 a favor de fomentar el desarrollo educativo, cognitivo y psicosocial integral de los alumnos y/o alumnas de primaria y secundaria, tampoco con estos libros constituyen un soterrado instrumento ideológico para fomentar el adoctrinamiento autoritario del alumnado mexicano que fincara las bases del monopolio estatal de la conciencia social e individual de la población mexicana rumbo al totalitarismo.


Además que estos libros constituyen un medio bibliográfico para preservar la identidad nacional, la laicicidad, los valores democráticos de la inclusión y la tolerancia sustentados en la visión de la interculturalidad, estos libros no son un peligro para México y sus niños, más peligro representan las buenas conciencias que como Don Miguel de Unamuno advertía que Primo de Rivera y sus huestes militares, representaban ya una amenaza y un peligro contra la libertad de cátedra con la consigna: ”Cierren las Universidades, cierren las Bibliotecas y quemen los libros”



Antecedentes históricos de los libros de texto gratuitos:


Octavio Paz comentó alguna vez la hazaña de personajes como Torres Bodet que por construir a las instituciones mexicanas sacrificaron lo más valiosa para un escritor: su propia obra-, pero en 1958 el presidente electo Adolfo López Mateos lo mando a llamar para pedirle que ocupara por segunda ocasión la titularidad de la SEP.


Cuenta en sus memorias que no era un cargo que deseara a esas alturas, pero que no pudo negarle al presidente la principal tarea que le encomendó: fortalecer la educación en el país en un tiempo en el que 38 por ciento de la población era analfabeta y el nivel educativo medio de la población adulta apenas llegaba a los dos años de escolaridad. Tres meses después de asumido el cargo, en febrero de 1959, Torres Bodet puso en el escritorio del presidente el proyecto de decreto para la creación de la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuito. Tal era su principal apuesta para darle un nuevo impulso a la educación del país. Sólo los caprichos de la historia pueden explicar que cuatro meses después falleciera su mentor José Vasconcelos, el gran fundador del aparato cultural y educativo del México moderno.


Antes siquiera de que se conocieran sus contenidos, la obligatoriedad de los libros de texto gratuitos despertó las protestas de los primeros afectados por el decreto: los autores y las editoriales privadas agrupados en la Sociedad Mexicana de Autores de Libros Escolares, que habían lucrado por décadas con la venta y el precio de los libros. Firmaron desplegados y dirigieron cartas al presidente alegando que el decreto atentaba contra la libertad de los padres a escoger la educación de sus hijos y contra la libertad del mercado editorial. Lograron incluso que la Barra Mexicana de Abogados se pronunciara a su favor, señalando como anticonstitucional la obligatoriedad de los libros producidos por el Estado.


Poco después, una vez que se conoció el contenido laico, científico y la coloratura nacionalista y revolucionaria de los primeros libros, se sumaron a los reclamos la ultra conservadora Unión Nacional de Padres de Familia, el Partido Acción Nacional, la jerarquía de la iglesia católica y diversas agrupaciones empresariales. El asunto escaló a un nivel que amenazó con desbordarse y cuyo momento cumbre se presentó el 2 de febrero de 1962 en la ciudad de Monterrey, cuando en la macro plaza de la capital de Nuevo León se reunieron más de cien mil personas que al final de la manifestación quemaron libros al calor de la consigna.


La habilidad política de Torres Bodet fue clave para que además de sumar como presidente de la CONALITEG a un escritor de renombre: Martín Luis Guzmán, nombrase como “representantes de la opinión pública” en la Comisión a los directores de los cincos diarios capitalinos de mayor influencia: Excélsior, El Universal, Novedades, La Prensa y la cadena García Valseca. De esta manera, y a pesar que especialmente desde las páginas editoriales de Excélsior y El Universal se ensañaron contra los libros de texto, logró que a la vuelta de un trienio se apagaran las protestas y los libros cobrasen finalmente la legitimidad y el consenso con el que gozan hasta nuestros días.


Nombró como asesores de los comités pedagógicos para la elaboración de los primeros libros de textos a Agustín Yáñez, Alfonso Caso, José Gorostiza, Arturo Arnaiz y Freg, Alfonso Teja Zabre, Ignacio Chávez y Alfonso Reyes. Y sacó una convocatoria pública para la elaboración de esta primera tanda de libros, ofreciendo un pago de 75 mil pesos a sus autores. Cuánto tendrían que aprenderle en el presente los encargados de la CONALITEG y de la SEP a don Jaime Torres Bodet.


Bien se podría señalar que en la redacción de dichos libros de texto tengamos algunos errores de redacción y ortográficos a corregir considerando que en toda edición hay fé de erratas, sin embargo la distribución y entrega de estos libros no debe ser pretexto y justificación de algunos sectores reaccionarios de la derecha conservadora para emprender una guerra santa y hacer una condena y demonización de los libros que ni siquiera se han tomado la molestia de estudiarlos y analizarlos en cuanto a su forma y contenido, una de las expresiones del fascismo del nopal región cuarta ha sido resucitar y remasterizar las caducas expresiones del sinarquismo mexicano que antes y después de la guerra cristera se dedicaban a cortar las orejas de los maestros rurales y alfabetizadores, ahora resurgen nuevas expresiones de intolerancia rudimentaria que apuestan a mantener en la ignorancia a millones de mexicanos, ya que llegaron al extremo los padres de familia de quemar los libros, como recientemente sucedió en una escuela primaria de la comunidad tzozil en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.


Esa Barbarie debe ser una expresión históricamente e hipotéticamente superada, porque está más cerca de la novela de ciencia ficción de Farenheit 451 de Ray Brabury que alguna otra cruzada de evangelización posmoderna y/o contemporánea emprendida por los testigos de jehová.


Por ello y todo lo anterior deben cerrarse el paso con argumentos razonados a esas expresiones de intolerancia y quema de brujas que apuestan a la reedición ancestral de la santa inquisición en pleno siglo XXI para juzgar y censurar sin el libre examen y evaluación todo aquello que no corresponde a su visión del mundo dogmática y que ven en el proyecto de la NEM todo un tabú y no como una verdadera oportunidad para fomentar la cultura de paz y el desarrollo de nuevas alternativas multiculturales y plurilingues para la educación pública de los niños en el siglo XXI.


*Fuente: https://relatosehistorias.mx/jaime-torres-bodet

​Los libros de texto gratuitos: del imperio de los ignorantes hacia la intolerancia y la contrapropaganda de una guerra santa región cuarta

“La Historia primero se repite como tragedia y luego como comedia”, Karl Marx
Óscar Padilla Lobato
viernes, 25 de agosto de 2023, 09:34 h (CET)

En los últimos días se ha desencadenado toda una polémica y también una suerte de propaganda negra en contra de los libros de texto gratuito, de tal manera que por controversias constitucionales ante la SCJN han detenido, saboteado y boicoteado en algunos estados de la república, sobre todo en varios estados del norte , la entrega de los libros de texto gratuito por parte de la SEP a sus destinatarios, los alumnos de primaria y secundaria, por lo que me dí a la tarea estudiar y analizar algunos de estos libros de texto: corroborar “si efectivamente pervierten y corrompen a los niños para instaurar una dictadura comunista”, como insidiosamente afirman y sostienen algunas organizaciones de derecha clerical y confesional con origen en el Yunque y otros como la ANPF con cierta militancia en el PAN, además de algunos medios de comunicación televisiva como TV Azteca.


Es moralmente imposible condenar y satanizar a priori algo que no se conoce para manipular a otros su docta ignorancia, por lo que en el libro de 1°Grado de Primaria que se intitula: Múltiples lenguajes, aparece de manera muy clara los clases de familia apegadas a la realidad:


1.- Familia Monoparental 

2.- Familia sin hijos

3.- Familia de progenitores separados

4.- Familia Adoptiva

5.- Familia homoparental y/o lesbomaternal

6.- Familia extensa

7.- Familia Biparental

8.- Familia compuesta


En ese texto se aclara: que una familia no se define por quienes la conforman sino por el amor de la que están hechas, estos libros además de estar impresos en Español también están en lenguas indígenas.


Del libro de 1° grado de Secundaria intitulado: Dimensión biológica, están científicamente explicados los cambios en el Homo sapiens durante la adolecencia, que forma parte de la sección de lo Humano y de lo comunitario, hembra y macho.


Lo cual no existe en estos libros ningún motivo y ningún argumento para desechar estos libros que son parte del Proyecto de la nueva Escuela Mexicana 2030 a favor de fomentar el desarrollo educativo, cognitivo y psicosocial integral de los alumnos y/o alumnas de primaria y secundaria, tampoco con estos libros constituyen un soterrado instrumento ideológico para fomentar el adoctrinamiento autoritario del alumnado mexicano que fincara las bases del monopolio estatal de la conciencia social e individual de la población mexicana rumbo al totalitarismo.


Además que estos libros constituyen un medio bibliográfico para preservar la identidad nacional, la laicicidad, los valores democráticos de la inclusión y la tolerancia sustentados en la visión de la interculturalidad, estos libros no son un peligro para México y sus niños, más peligro representan las buenas conciencias que como Don Miguel de Unamuno advertía que Primo de Rivera y sus huestes militares, representaban ya una amenaza y un peligro contra la libertad de cátedra con la consigna: ”Cierren las Universidades, cierren las Bibliotecas y quemen los libros”



Antecedentes históricos de los libros de texto gratuitos:


Octavio Paz comentó alguna vez la hazaña de personajes como Torres Bodet que por construir a las instituciones mexicanas sacrificaron lo más valiosa para un escritor: su propia obra-, pero en 1958 el presidente electo Adolfo López Mateos lo mando a llamar para pedirle que ocupara por segunda ocasión la titularidad de la SEP.


Cuenta en sus memorias que no era un cargo que deseara a esas alturas, pero que no pudo negarle al presidente la principal tarea que le encomendó: fortalecer la educación en el país en un tiempo en el que 38 por ciento de la población era analfabeta y el nivel educativo medio de la población adulta apenas llegaba a los dos años de escolaridad. Tres meses después de asumido el cargo, en febrero de 1959, Torres Bodet puso en el escritorio del presidente el proyecto de decreto para la creación de la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuito. Tal era su principal apuesta para darle un nuevo impulso a la educación del país. Sólo los caprichos de la historia pueden explicar que cuatro meses después falleciera su mentor José Vasconcelos, el gran fundador del aparato cultural y educativo del México moderno.


Antes siquiera de que se conocieran sus contenidos, la obligatoriedad de los libros de texto gratuitos despertó las protestas de los primeros afectados por el decreto: los autores y las editoriales privadas agrupados en la Sociedad Mexicana de Autores de Libros Escolares, que habían lucrado por décadas con la venta y el precio de los libros. Firmaron desplegados y dirigieron cartas al presidente alegando que el decreto atentaba contra la libertad de los padres a escoger la educación de sus hijos y contra la libertad del mercado editorial. Lograron incluso que la Barra Mexicana de Abogados se pronunciara a su favor, señalando como anticonstitucional la obligatoriedad de los libros producidos por el Estado.


Poco después, una vez que se conoció el contenido laico, científico y la coloratura nacionalista y revolucionaria de los primeros libros, se sumaron a los reclamos la ultra conservadora Unión Nacional de Padres de Familia, el Partido Acción Nacional, la jerarquía de la iglesia católica y diversas agrupaciones empresariales. El asunto escaló a un nivel que amenazó con desbordarse y cuyo momento cumbre se presentó el 2 de febrero de 1962 en la ciudad de Monterrey, cuando en la macro plaza de la capital de Nuevo León se reunieron más de cien mil personas que al final de la manifestación quemaron libros al calor de la consigna.


La habilidad política de Torres Bodet fue clave para que además de sumar como presidente de la CONALITEG a un escritor de renombre: Martín Luis Guzmán, nombrase como “representantes de la opinión pública” en la Comisión a los directores de los cincos diarios capitalinos de mayor influencia: Excélsior, El Universal, Novedades, La Prensa y la cadena García Valseca. De esta manera, y a pesar que especialmente desde las páginas editoriales de Excélsior y El Universal se ensañaron contra los libros de texto, logró que a la vuelta de un trienio se apagaran las protestas y los libros cobrasen finalmente la legitimidad y el consenso con el que gozan hasta nuestros días.


Nombró como asesores de los comités pedagógicos para la elaboración de los primeros libros de textos a Agustín Yáñez, Alfonso Caso, José Gorostiza, Arturo Arnaiz y Freg, Alfonso Teja Zabre, Ignacio Chávez y Alfonso Reyes. Y sacó una convocatoria pública para la elaboración de esta primera tanda de libros, ofreciendo un pago de 75 mil pesos a sus autores. Cuánto tendrían que aprenderle en el presente los encargados de la CONALITEG y de la SEP a don Jaime Torres Bodet.


Bien se podría señalar que en la redacción de dichos libros de texto tengamos algunos errores de redacción y ortográficos a corregir considerando que en toda edición hay fé de erratas, sin embargo la distribución y entrega de estos libros no debe ser pretexto y justificación de algunos sectores reaccionarios de la derecha conservadora para emprender una guerra santa y hacer una condena y demonización de los libros que ni siquiera se han tomado la molestia de estudiarlos y analizarlos en cuanto a su forma y contenido, una de las expresiones del fascismo del nopal región cuarta ha sido resucitar y remasterizar las caducas expresiones del sinarquismo mexicano que antes y después de la guerra cristera se dedicaban a cortar las orejas de los maestros rurales y alfabetizadores, ahora resurgen nuevas expresiones de intolerancia rudimentaria que apuestan a mantener en la ignorancia a millones de mexicanos, ya que llegaron al extremo los padres de familia de quemar los libros, como recientemente sucedió en una escuela primaria de la comunidad tzozil en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.


Esa Barbarie debe ser una expresión históricamente e hipotéticamente superada, porque está más cerca de la novela de ciencia ficción de Farenheit 451 de Ray Brabury que alguna otra cruzada de evangelización posmoderna y/o contemporánea emprendida por los testigos de jehová.


Por ello y todo lo anterior deben cerrarse el paso con argumentos razonados a esas expresiones de intolerancia y quema de brujas que apuestan a la reedición ancestral de la santa inquisición en pleno siglo XXI para juzgar y censurar sin el libre examen y evaluación todo aquello que no corresponde a su visión del mundo dogmática y que ven en el proyecto de la NEM todo un tabú y no como una verdadera oportunidad para fomentar la cultura de paz y el desarrollo de nuevas alternativas multiculturales y plurilingues para la educación pública de los niños en el siglo XXI.


*Fuente: https://relatosehistorias.mx/jaime-torres-bodet

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Utilizar al Rey como actor forzado en la escena final de su opereta y ni siquiera anunciar una moción de confianza prueban que este hombre buscaba - sin mucho éxito - provocar a los malos, al enemigo, a los periodistas y tertulianos que forman parte de ese imaginario contubernio fascista que le quiere desalojar del poder.

En bastantes ocasiones he escrito sobre este pobre hombre que preside, para desgracia de todos, el gobierno de España. Y otras tantas le he tachado de cateto (solo hay que ver cómo se contonea, para exhibir su supuesta guapura), también de plagiador (porque ha plagiado más de una vez) y de embustero (porque ha mentido en innumerables ocasiones).

El 30 de abril de 1935 el embajador mexicano en Río de Janeiro, el conocido escritor Alonso Reyes Ochoa, informaba al gobierno de Lázaro Cárdenas del súbito interés brasileño en la resolución del conflicto entre Paraguay y Bolivia. El gobierno brasileño, invitado en Washington para participar con Argentina y Chile en la conferencia de Buenos Aires para pacificar el Chaco, declinó al principio este ofrecimiento.

 
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