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Psicología y sexualidad
Etiquetas | Eyaculación | Pareja
El hombre que termina y se olvida de la mujer está en vías de extinción

La ansiedad sexual: ¿qué hacemos con ella?

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Como sabéis, la cama de un hombre que eyacula rápido está además llena de minas. Si las eliminas, si tienes pareja, es importante que los dos os acerquéis a vuestra idea de sexualidad, que cada uno asuma su responsabilidad en el problema y que estéis de acuerdo en la forma en la que se va a trabajar.

¿Habéis asistido en el cine a una película para adultos? Si no es así, es igual, lo hago para explicaros que la mayoría de ellas, las escenas de sexo terminan cuando él eyacula. Para muchas parejas es así, han copiado el estilo de estas películas. ¿Cuál es el motivo? Podrían emular a las estrellas del cine porno, o por esa idea machista de que lo que importa es el placer masculino. Puede ser, pero el verdadero por qué es la idea de percibir el sexo de tal manera que si él ha eyaculado no podrá tener otra erección hasta que acabe el **periodo refractario por lo que acabó la fiesta.

No vamos a volver sobre la importancia que se da a la penetración, aunque las quejas de muchos hombres se centran en tener que mantenerse excitados para poder eyacular hasta que la mujer alcance su orgasmo. Qué bien, ¿no? se quejan porque "tienen que mantenerse excitados". ¿Qué les pasa es que durante ese tiempo ellos no disfrutan? Entonces están haciendo un trabajo. Pobres no les interesa el sexo, ni la pareja, lo hacen por obligación. Sólo están haciendo lo que hay que hacer...

También, vemos casos en los que él presume de un egoísmo increíble, acaba y se olvida de ella. ¿Cómo ha acabado ella? Se sube por las paredes sobre todo cuando él se deja llevar por un sueño profundo. Para alegría nuestra este hombre está en vías de extinción.

Alfonso habría estado encantado de haberle hecho sexo oral o masturbar a su pareja cuando antes de tiempo había acabado. Ella hubiese tenido la oportunidad de tener un orgasmo, incluso mientras él la estimulaba.

Cuando eyaculaba muy pronto, dice Alfonso, veía que ella estaba excitada, empezaba a tocarla, intentaba seguir, y Carmen no me dejaba me decía que no la tocase. A él llegó un momento en el que dejó de interesarle, no le apetecía intentarlo, primero porque conocía la reacción de ella, y segundo porque se ponía de mal humor.

Los niveles de enfado de Alfonso no son aceptables, más que nada porque en lugar de ayudar a resolver el problema lo agravan, ya que ese malestar la contagia cuando ve cómo se pone.

Un día en terapia yo le hablaba de la importancia de controlar sus reacciones y mientras yo se lo explicaba Carmen empezó a estar de acuerdo conmigo y a recriminarle.

"Te das cuenta Alfonso de que no vamos bien. Así no"

Enseguida noté que él se molestaba, se mordía la lengua, hasta que se la quedó mirando y la dijo:

Creo que tienes razón, aunque me ayudaría mucho a no ponerme así si no dijeras noooooo como me dices a veces, y si no pusieras la cara que pones de decepción cuando empiezo a gemir y me voy tan rápido.

Alfonso se daba cuenta de cómo ese pequeñísimo placer de él era un malestar para ella, aunque entiendo a Carmen porque es muy frustrante, y como se repite una vez y otra, lo de quedarse a dos velas y no poder disfrutar del placer... Los dos lo pasaban muy mal y estos diálogos son muestra de ello. Tuvimos suerte y fuimos capaces de encauzar este conflicto que se producía en la propia consulta. Estaban allí para intentar resolver el problema les recordé, y ya estaban allí haciendo algo para solucionarlo.

Seguimos con la idea de eliminar minas y reducir la ansiedad en sus encuentros sexuales, eso sí les pedí que antes de pasar a los ejercicios que tuviesen relaciones sexuales en las que Alfonso se fijara el objetivo de eyacular tan pronto como le fuese posible. ¿Entendéis? Una relación sexual sin control ninguno. Y que Alfonso antes o después se dedicara por completo al placer de ella, con caricias, masturbación, sexo oral o juguetes sexuales.

Puede parecer una bobada, pero con estas prescripciones el hombre se relaja. Después de mucho tiempo no tendrá que controlar. El orgasmo no es un fracaso, ya no, puede estar centrado sólo en el placer. Además si sabes que ella va a disfrutar, que tienes capacidad para hacerlo, aumenta tu confianza. ¿No?

** período refractario es el espacio de tiempo que el hombre tarda en recuperarse entre una eyaculación y otra, lapso durante el cual, fisiológicamente, no es capaz de volver a tener otra erección.

Ana de Calle. Sexóloga y Terapéuta de Pareja
www.elsexoesvida.com
+34 639 555 994
Autora de 'El sexo magia para tu cuerpo'

La ansiedad sexual: ¿qué hacemos con ella?

El hombre que termina y se olvida de la mujer está en vías de extinción
Ana de Calle
lunes, 29 de febrero de 2016, 12:45 h (CET)
Como sabéis, la cama de un hombre que eyacula rápido está además llena de minas. Si las eliminas, si tienes pareja, es importante que los dos os acerquéis a vuestra idea de sexualidad, que cada uno asuma su responsabilidad en el problema y que estéis de acuerdo en la forma en la que se va a trabajar.

¿Habéis asistido en el cine a una película para adultos? Si no es así, es igual, lo hago para explicaros que la mayoría de ellas, las escenas de sexo terminan cuando él eyacula. Para muchas parejas es así, han copiado el estilo de estas películas. ¿Cuál es el motivo? Podrían emular a las estrellas del cine porno, o por esa idea machista de que lo que importa es el placer masculino. Puede ser, pero el verdadero por qué es la idea de percibir el sexo de tal manera que si él ha eyaculado no podrá tener otra erección hasta que acabe el **periodo refractario por lo que acabó la fiesta.

No vamos a volver sobre la importancia que se da a la penetración, aunque las quejas de muchos hombres se centran en tener que mantenerse excitados para poder eyacular hasta que la mujer alcance su orgasmo. Qué bien, ¿no? se quejan porque "tienen que mantenerse excitados". ¿Qué les pasa es que durante ese tiempo ellos no disfrutan? Entonces están haciendo un trabajo. Pobres no les interesa el sexo, ni la pareja, lo hacen por obligación. Sólo están haciendo lo que hay que hacer...

También, vemos casos en los que él presume de un egoísmo increíble, acaba y se olvida de ella. ¿Cómo ha acabado ella? Se sube por las paredes sobre todo cuando él se deja llevar por un sueño profundo. Para alegría nuestra este hombre está en vías de extinción.

Alfonso habría estado encantado de haberle hecho sexo oral o masturbar a su pareja cuando antes de tiempo había acabado. Ella hubiese tenido la oportunidad de tener un orgasmo, incluso mientras él la estimulaba.

Cuando eyaculaba muy pronto, dice Alfonso, veía que ella estaba excitada, empezaba a tocarla, intentaba seguir, y Carmen no me dejaba me decía que no la tocase. A él llegó un momento en el que dejó de interesarle, no le apetecía intentarlo, primero porque conocía la reacción de ella, y segundo porque se ponía de mal humor.

Los niveles de enfado de Alfonso no son aceptables, más que nada porque en lugar de ayudar a resolver el problema lo agravan, ya que ese malestar la contagia cuando ve cómo se pone.

Un día en terapia yo le hablaba de la importancia de controlar sus reacciones y mientras yo se lo explicaba Carmen empezó a estar de acuerdo conmigo y a recriminarle.

"Te das cuenta Alfonso de que no vamos bien. Así no"

Enseguida noté que él se molestaba, se mordía la lengua, hasta que se la quedó mirando y la dijo:

Creo que tienes razón, aunque me ayudaría mucho a no ponerme así si no dijeras noooooo como me dices a veces, y si no pusieras la cara que pones de decepción cuando empiezo a gemir y me voy tan rápido.

Alfonso se daba cuenta de cómo ese pequeñísimo placer de él era un malestar para ella, aunque entiendo a Carmen porque es muy frustrante, y como se repite una vez y otra, lo de quedarse a dos velas y no poder disfrutar del placer... Los dos lo pasaban muy mal y estos diálogos son muestra de ello. Tuvimos suerte y fuimos capaces de encauzar este conflicto que se producía en la propia consulta. Estaban allí para intentar resolver el problema les recordé, y ya estaban allí haciendo algo para solucionarlo.

Seguimos con la idea de eliminar minas y reducir la ansiedad en sus encuentros sexuales, eso sí les pedí que antes de pasar a los ejercicios que tuviesen relaciones sexuales en las que Alfonso se fijara el objetivo de eyacular tan pronto como le fuese posible. ¿Entendéis? Una relación sexual sin control ninguno. Y que Alfonso antes o después se dedicara por completo al placer de ella, con caricias, masturbación, sexo oral o juguetes sexuales.

Puede parecer una bobada, pero con estas prescripciones el hombre se relaja. Después de mucho tiempo no tendrá que controlar. El orgasmo no es un fracaso, ya no, puede estar centrado sólo en el placer. Además si sabes que ella va a disfrutar, que tienes capacidad para hacerlo, aumenta tu confianza. ¿No?

** período refractario es el espacio de tiempo que el hombre tarda en recuperarse entre una eyaculación y otra, lapso durante el cual, fisiológicamente, no es capaz de volver a tener otra erección.

Ana de Calle. Sexóloga y Terapéuta de Pareja
www.elsexoesvida.com
+34 639 555 994
Autora de 'El sexo magia para tu cuerpo'

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