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Por desgracia, en pleno siglo XXI, el cuidado de nuestros mayores sigue siendo en su mayoría asumido por las mujeres, dentro del seno familiar, como si fuese una obligación, hermanas hijas etc., mientras los varones, en su mayoría, “siempre existen excepciones”, se lavan las manos y viven su vida.
La demencia es un síndrome caracterizado por el deterioro de la función cognitiva. La demencia afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio. Todo este trastorno suele ir acompañado por el deterioro del control emocional.
Los primeros síntomas pueden ser intermitentes y varían de unas personas a otras. Existen distintos tipos de demencia que actúan cada una de ellas de diferentes formas y en unasdeterminadas partes del cerebro.
Normalmente en personas de edades avanzadas, es muy frecuente y es una enfermedad progresiva, con diferentes fases según la gravedad de los síntomas, además estos pueden no ser continuos y dependen del día como se despierten, pero entre sus características incluyen:
Todo este comportamiento, hace que la persona que la cuida, en un principio esté desorientada de como tratarla, seguido siente impotencia, hasta llegar a la resignación; pero todo esto se puede llegar a agravar cuando el cuidador, lleva décadas atendiendo uno detrás de otro, a todos sus seres queridos, todo tiene un límite, es entonces cuando el propio cuidador necesita atención, de ahí viene lo que llaman, “el cuidador quemado”.
Es un completo agotamiento, tanto físico como mental, de décadas atendiendo a los suyos, sin ninguna ayuda, que a su vez lleva toda su vida trabajando, atendiendo su casa y las personas mayores que tiene en su núcleo familiar.
Además de tener que reducir su jornada de trabajo para poder abarcarlo todo sola y como colofón final, cuando le llega la jubilación, el Gobierno la penaliza, con menos pensión por reducir su jornada de trabajo, cuando lo que le tenían es que dar una paga, por todo el trabajo que les ha ahorrado a ellos; pero llegamos al gran problema.
Es que a día de hoy, no hay suficientes plazas en las residencias de ancianos, debido al envejecimiento de la población, además de no estar dotadas de suficiente personal y en algunas, situaciones denunciables, por no dejar de mencionar que la lista de espera es de años, si quieres una concertada, puesto que para ir a una privada hay que contar con más de dos mil euros al mes, ¿y quien los puede pagar?, echen cuentas y es cuando llegamos, que lo que es un deber de derechos humanos, se convierte en un negocio total, “el cuidado de nuestros mayores”.
Bajo mi modesta opinión, mucho tienen que cambiar las cosas o todo terminará estallando de alguna forma y sin tardar mucho. Las residencias deben adoptar otro tipo de medidas y actualizarse mirando el modelo que tienen en otros países, más avanzados en este tema.
Ni un día hemos tardado desde la plataforma antitaurina de Alfafar en pronunciarnos respecto a que el alcalde del PP, Juan Ramón Adsuara, haya vuelto a ser elegido en Alfafar. Me parece vergonzoso que este partido se haya quedado varios siglos atrás permitiendo unos espectáculos de máxima tortura y sadismo por la mera diversión de una minoría según todas las encuestas.
Todos andan diciendo que Tezanos no da una, que falla en todas las encuestas, que P. Sánchez no lo cesa etc. Yo pienso que todo eso ocurre, no por casualidad, sino porque Tezanos hace público los datos que el presidente le dice que haga, pero a él le da los valores reales, por lo tanto ha podido pergeñar su propia estrategia en caso de salir en las elecciones pasadas lo que ha salido.
Que todo pacto o mandato político finaliza con una derrota, y que puede ser derogado por los vencedores, lo entendió el presidente del gobierno español Pedro Sanchez, quien liquidó el gobierno y llamó a elecciones para este mismo verano. En Paraguay, el principal responsable de la derrota opositora en las últimas elecciones nacionales (Efraìn Alegre) aún no se decidió a asumir costos, ni siquiera a pagar deudas.
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