¿Cómo califican las mujeres en España su educación sexual? Según la plataforma de salud femenina Bloom, mala. Y es que en su último estudio, han destapado que el 70% de las mujeres en nuestro país piensan que su educación sexual es de regular a mala, frente a cerca de 30% que dicen que ha sido muy buena.
Tras sacar a la luz el pasado junio el Observatorio Bloom: ITS en mujeres en España, que afirmó un aumento de más del 1.073% de ITS (Infecciones de transmisión sexual) en mujeres, Bloom ha querido apuntar a las posibles causas de este crecimiento y, entre las más evidentes, están la mala educación sexual recibida o directamente la ausencia de ella.
En la actualidad la edad media de inicio de las relaciones sexuales en España es de 16 años por lo que la escuela se rige como la principal vía a la hora de recibir información básica sobre la educación sexual, seguido de internet, de los amigos o la familia. Por ello, con el objetivo de promover una educación sexual integral, han creado la Guía Bloom de Educación Sexual disponible en sus canales digitales para que esta información sea más accesible a padres, docentes y jóvenes adultos.
La depresión no solo nubla los pensamientos. También desconecta a la persona de sus emociones, de su cuerpo y de la vida cotidiana. Aunque pueda parecer que todo se reduce a terapias o medicamentos, la recuperación suele comenzar en gestos pequeños y cotidianos. Cuidarse y aprender a habitar el presente son formas poderosas de terapia.
Aunque parezca increíble hay familiares tóxicos, lo mismo que hay personas tóxicas extrarradios de la familia que hacen la vida imposible a aquel o aquella en quienes ellos, los tóxicos, se fijen. Tanto mayor la cercanía y parentesco o afinidad de las personas, cuanto más dolor experimenta la víctima tras sus actuaciones. Es una forma de acoso como otras. Lidiar con una madre tóxica es una experiencia profundamente dolorosa y complicada.
La sociedad, tal y como la conocemos, nos obliga a avanzar acorde a unos estándares que debemos haber alcanzado cuando llegamos a unas etapas vitales. Nos recomiendan qué debemos hacer en todo momento y, en caso de que no lo consigamos, surge cierta frustración o decepción con uno mismo. La tecnología tiene una vertiente muy cruel que puede ayudar a ese sentimiento de insatisfacción.