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La democracia es cosa de matemáticas elementales

Ahí tenéis la ignominia

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Es bien conocida la anécdota protagonizada entre Churchill y Chamberlain después de que este último, entonces primer ministro inglés, volviera eufórico del contubernio de Munich, en el que Hitler consiguió de este y otros líderes unas condiciones políticas humillantes para el momento en que se vivía.

Cuando Chamberlain llegó a Londres exhibiendo con alegría el acuerdo firmado, Churchill le dijo aquella frase que resultó profética: “Por haber evitado la guerra has preferido la ignominia. La ignominia ya la tienes, después tendrás también la guerra”.

Acabamos de tener noticia de la renuncia de Rajoy a ser el candidato que designe el rey para hacer una propuesta de gobierno. No olvidando que es gallego, y que podría estar cediendo temporalmente el puesto a Sánchez para que sea este el primero en darse el batacazo, cabe entender que Rajoy, por fin, se ha dado cuenta de que la democracia es cosa de matemáticas elementales, casi, casi, de sumar y restar, y ha visto claro lo que todo el mundo entendió desde hace varias semanas: que la suma de sus diputados y de los que naturalmente podrían apoyarle a él no es suficiente para una investidura.

Parece ser que Sánchez utiliza más las matemáticas porque hace ya unos días “le regaló” a la izquierda independentista unos cuantos senadores para que tuvieran grupo propio (o sea, más asignación económica, más pasta gansa). Y ya se sabe que “el que regala, bien vende, si quien recibe lo entiende”.

Es verdad que entre el PSOE, Podemos e IU no suman los diputados necesarios para una posible investidura de Sánchez. Ahora bien, si se suman los votos de otros grupos agradecidos de izquierda…

Si hay algo que el PP, y en particular Mariano Rajoy, han conseguido en estos años, es ser antipáticos, incluso ante sus propios votantes habituales. No es extraño este resultado electoral, cuando antes de las elecciones del 20D el 65% de la población manifestó en encuestas que bajo ningún concepto querían que Rajoy volviera a ser presidente del gobierno. No es extraño que el pasado 20D haya habido 9.100.000 votantes que se abstuvieron de votar. No es extraño que el PP solo sea capaz de gobernar cuando lo hace en mayoría absoluta y nunca pactando. No es extraño que el PP sea algo odioso cuando desde el pasado 20D lo único que ha dicho es que un posible gobierno no liderado por ellos es simplemente “una coalición de perdedores”.

Bastantes seguidores del PP se preguntan angustiados, ahora que empiezan a ver como algo más que posible que Sánchez sea presidente del gobierno, Iglesias vicepresidente, Errejón ministro de educación, etc., qué va a ser de ellos, quién les va a amparar ante el cataclismo que se avecina.

Habría que responderles como Churchill a Chamberlain. En los distintos comicios de 2015 ha habido otras fuerzas que nítidamente han defendido los principios liberales y de derechas, la libertad de enseñanza, la libertad de empresa, la defensa de la vida, la unidad de España, etc. Pienso singularmente en VOX, partido ninguneado y bloqueado desde el gobierno y desde todos los medios, que han preferido la tibieza de los populares a las verdades nítidas que ofrecía VOX.

¿Cuál ha sido el resultado? Apenas nadie ha votado a VOX, más de 9 millones de electores se han quedado en casa. Más de 7 millones han votado al PP. Una gran parte del electorado de derecha ha preferido la ignominia. Ahí la tienen. Lo demás vendrá después.

Ahí tenéis la ignominia

La democracia es cosa de matemáticas elementales
Antonio Moya Somolinos
sábado, 23 de enero de 2016, 10:24 h (CET)
Es bien conocida la anécdota protagonizada entre Churchill y Chamberlain después de que este último, entonces primer ministro inglés, volviera eufórico del contubernio de Munich, en el que Hitler consiguió de este y otros líderes unas condiciones políticas humillantes para el momento en que se vivía.

Cuando Chamberlain llegó a Londres exhibiendo con alegría el acuerdo firmado, Churchill le dijo aquella frase que resultó profética: “Por haber evitado la guerra has preferido la ignominia. La ignominia ya la tienes, después tendrás también la guerra”.

Acabamos de tener noticia de la renuncia de Rajoy a ser el candidato que designe el rey para hacer una propuesta de gobierno. No olvidando que es gallego, y que podría estar cediendo temporalmente el puesto a Sánchez para que sea este el primero en darse el batacazo, cabe entender que Rajoy, por fin, se ha dado cuenta de que la democracia es cosa de matemáticas elementales, casi, casi, de sumar y restar, y ha visto claro lo que todo el mundo entendió desde hace varias semanas: que la suma de sus diputados y de los que naturalmente podrían apoyarle a él no es suficiente para una investidura.

Parece ser que Sánchez utiliza más las matemáticas porque hace ya unos días “le regaló” a la izquierda independentista unos cuantos senadores para que tuvieran grupo propio (o sea, más asignación económica, más pasta gansa). Y ya se sabe que “el que regala, bien vende, si quien recibe lo entiende”.

Es verdad que entre el PSOE, Podemos e IU no suman los diputados necesarios para una posible investidura de Sánchez. Ahora bien, si se suman los votos de otros grupos agradecidos de izquierda…

Si hay algo que el PP, y en particular Mariano Rajoy, han conseguido en estos años, es ser antipáticos, incluso ante sus propios votantes habituales. No es extraño este resultado electoral, cuando antes de las elecciones del 20D el 65% de la población manifestó en encuestas que bajo ningún concepto querían que Rajoy volviera a ser presidente del gobierno. No es extraño que el pasado 20D haya habido 9.100.000 votantes que se abstuvieron de votar. No es extraño que el PP solo sea capaz de gobernar cuando lo hace en mayoría absoluta y nunca pactando. No es extraño que el PP sea algo odioso cuando desde el pasado 20D lo único que ha dicho es que un posible gobierno no liderado por ellos es simplemente “una coalición de perdedores”.

Bastantes seguidores del PP se preguntan angustiados, ahora que empiezan a ver como algo más que posible que Sánchez sea presidente del gobierno, Iglesias vicepresidente, Errejón ministro de educación, etc., qué va a ser de ellos, quién les va a amparar ante el cataclismo que se avecina.

Habría que responderles como Churchill a Chamberlain. En los distintos comicios de 2015 ha habido otras fuerzas que nítidamente han defendido los principios liberales y de derechas, la libertad de enseñanza, la libertad de empresa, la defensa de la vida, la unidad de España, etc. Pienso singularmente en VOX, partido ninguneado y bloqueado desde el gobierno y desde todos los medios, que han preferido la tibieza de los populares a las verdades nítidas que ofrecía VOX.

¿Cuál ha sido el resultado? Apenas nadie ha votado a VOX, más de 9 millones de electores se han quedado en casa. Más de 7 millones han votado al PP. Una gran parte del electorado de derecha ha preferido la ignominia. Ahí la tienen. Lo demás vendrá después.

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