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Opinión
Etiquetas | Hablemos sin tapujos | Pedro Sánchez | Argelia | MARRUECOS | Acuerdos | Gas
“La descomposición de todo gobierno comienza por la decadencia de los principios sobre los cuales fue fundado”, Montesquieu

Sánchez sigue haciendo “amigos”. Argelia consuma su venganza

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Se dice que cuando un toro es más peligroso es cuando se siente acorralado. No sabemos si esta circunstancia se puede aplicar igualmente en el caso de un político que está viendo que su suelo electoral se está desplomando y que, cada día que pasa, su situación el frente de la nación se hace más inestable. Cuando se comete un error puede ser subsanado o, en ocasiones, disimulado sin que ello cause el desprestigio de quien lo cometió, pero cuando los errores, los fallos, los engaños, los desplantes y los abusos se hacen algo habitual, se repiten en el tiempo y, a la vez, repercuten en perjuicio de toda la masa social de una nación, entonces señores, la situación de esta persona se hace insostenible. Esta es, precisamente, la situación en la que se encuentra el señor Pedro Sánchez, presidente del gobierno español.


Son varias las circunstancias que se vienen produciendo en nuestra nación, que sirven para ir desacreditando a un gobierno que va demostrando, día a día, que todas sus ofertas, disposiciones, declaraciones y actuaciones van en sentido contrario a lo que, la realidad y el resto de naciones europeas, demuestran que es necesario para capear la grave crisis que se avecina y que ya tiene sus primeras víctimas en aquellas naciones dependientes directamente del suministro de gas de Rusia y de aquellas otras, delas distintas partes del mundo, que  se iban beneficiando del trigo y de los cereales que ahora están bloqueados en la nación ucraniana. El señor Sánchez, cada día se encuentra más solo. Sus principales valedores, valedores de conveniencia sin duda alguna, los separatistas vascos y catalanes, cada vez se muestran más críticos, aspiran a más avances en sus ambiciones independentistas y, por ello, no dudan en extremar sus críticas al Gobierno, desde las dos cámaras de la representación popular.


Lo peor es que el líder socialista tiene sus propios recursos que, a copia de utilizarlos, ya le está quedando obsoletos y, nos atreveríamos a decir que, a poco que siga la senda actual, no va a tardar en darse cuenta de que su fama va decreciendo y que muchos de los que creían en él ya están dejando de hacerlo, algo que, con toda seguridad, vamos a poder comprobar si los resultados de los comicios andaluces salen tal y como las distintas encuestas vienen prediciendo. No se puede seguir tratando a la oposición utilizando, como única defensa, la sonrisa sardónica del señor Sánchez con la que recibe las sensatas palabras del señor Feijoo, como si aquello que le dijera el líder popular, fueran sandeces y no verdades como un puño a las que no sabe contestar. 


Resulta una insensatez, una falta de sentido democrático y una postura absurda y totalitaria, el atribuir a la oposición que, en ejercicio de su función de control del gobierno y dentro de la legítima actividad que le compete, ejerce la crítica, la contra proposición y el análisis críticorespecto a las distintas actuaciones gubernamentales; acusándoles de desleales, obstruccionistas, ignorantes e incompetentes cuando, la trayectoria del actual gobierno está saturada de acciones que han venido siendo fracasos evidentes respecto a lo que debería haber sido la correcta gestión de un gobierno que no  pretendiera ser omnipotente, absolutista y supiera entender que es necesario y conveniente intentar llegar a acuerdos con la oposición que, evidentemente, no pueden entenderse como claudicaciones a todo lo que un gobierno intente conseguir, sin atender a razones y a circunstancias que pudieran aconsejar otro sentido o alguna rectificación de la primitiva propuesta gubernamental, a esto se le llama actuar en democracia.


Cuando un presidente de un gobierno prescinde de dejarse aconsejar, se encierra en su particular jaula de cristal, decide que sólo él tiene la facultad de hacer lo mejor y, desde este punto autocrático de vista, empieza a desbarrar como lo viene haciendo a menudo el señor , es cuando todo empieza a complicar. Empecemos por el caso de Argelia. ¿Qué tipo de amenaza, de información o de descrédito personal referente al señor Sánchez tendría en su poder el señor Mohamed VI de Marruecos, para que de una forma tan servil, tan inoportuna (tanto por las formas como por el momento), diera el campanazo cambiando, sin consultar a nadie ni de la oposición ni de su propio partido ni de las cámaras de representación popular de la nación tomara, unilateralmente, la decisión de abandonar a los miembros, de la antigua colonia española del Sahara, a su suerte y en manos de quién quería privarles de su condición de nación independiente; reconociéndole a Marruecos la soberanía sobre semejante territorio, sabiendo ( si no lo sabía, todavía peor) que, la reacción de Argelia, iba a ser de enfado, de recriminación y de cambio de postura respecto a las relaciones, de todo tipo, de dicho país con España.


Pero si el señor Pedro Sánchez, amparándose en el apoyo de Biden y del soberano marroquí, pensó en algún momento, que su cacicada iba a salirle gratis, estuvo equivocado. Es cierto que Argelia no se ha precipitado en tomar acciones contra España, limitándose a quejarse de su comportamiento antidemocrático, pero el mismo señor Sánchez les ha dado la oportunidad de rehacerse y tomar su revancha, cuando ha insistido, una vez más, en el Congreso de diputados, en su empeño de defender la propuesta marroquí como “la más sólida, creíble y realista”. Tuvo que volver a abrir la herida, solamente porque no tenía otro remedio que hacerlo, al intentar justificarse, ante la cámara, respecto a una decisión que, desde ningún punto de vista, era justificable. La respuesta del pueblo argelino ha sido rápida, contundente y lo suficientemente explícita como para que, en España, no nos diéramos cuenta dela pifia del presidente, incurriendo en un fallo repetitivo al tratar con ligereza un tema tan espinoso que, de no arreglarse, promete que la futura renovación del suministro de gas, cuando finalicen los contratos, puede que nos salga muy cara a los españoles, si es que no encontramos otro medio, menos oneroso, de proveernos de dicho combustible.


La suspensión del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación que firmaron ambas naciones hace veinte años y la interrupción de todas las importaciones de productos y servicios desde España no es algo fútil. De momento no va a afectar a los contratos, de suministro de gas, vigentes pero un estudio de Vozpópuli, que aspira a calcular el balance de importaciones y exportaciones a la nación argelina, da una pérdida de exportaciones, desde junio a diciembre de este año, por un importe de 1.068.535303 euros, afectando a más de 500 exportadores.


Es evidente que, para Europa, una situación semejante no es del gusto de Bruselas y, por ello, intentan conminar a Argelia para que retire su decisión respecto a España, pero lo que pudiera impulsar a dicho país a considerar rectificar su postura que es, evidentemente,  la pérdida económica que le representaría el no vender su gas a España, ya la tiene solucionada al darle a Italia (que no ha perdido el tiempo para aprovechar la ocasión que se le presentaba) el trato preferente que le dio antes a España. Pero es que, además, existen otros temas colaterales que, antes de tomar una decisión semejante, tuvieron que tomarse en cuenta. Por ejemplo, Argelia y España hace tiempo que mantienen acuerdos en materia antiterrorista, mediante intercambio de informaciones, de modo que muchas de las operaciones llevadas a cabo en nuestro país tienen lugar gracias a la información que recibimos de los servicios secretos argelinos.


Pero cuando nos queremos referir a la inmigración que vamos recibiendo desde el norte de África, aparte de que ya sabemos como se las organiza el actual  rey de Marruecos y de lo poco fiables que suelen ser sus compromisos respecto a la situación de Ceuta y Melilla que ahora, tímidamente, parece que intentan restablecer la normalidad de sus fronteras, con no pocos tropiezos y dificultades; nos encontramos ante una situación nueva, en este caso respecto a los emigrantes que podrían salir desde Argelia hacia las Baleares, Murcia o cualquier otro lugar de la parte oriental de España. De hecho, desde hace varias semanas se ha dado un aumento de las pateras que pudieron alcanzar las costas de Almería y otros puntos del levante español. Mallorca recibió cinco pateras, la mayoría de argelinos y Formentera recibió otros 27. No debemos olvidar que, desde el punto de vista estratégico, hemos perdido un aliado importante en cuanto al control del flanco sur de la UE que, a la vez, se ha venido caracterizando por sus buenas relaciones con la nación rusa un factor que, en los momentos difíciles en los que nos movemos en el ámbito internacional, puede ser relevante.


O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, es de temer, y no se puede dejar de tener en cuenta, que de acuerdo con lo que vaya sucediendo en la guerra de Ucrania, algo que nos tiene en vilo debido a lo que ya se pueden considerar como deserciones de algunos países que, por el hecho de que la confrontación dure ya más de 107 días, parece que su entusiasmo primero se les está desmovilizando respecto a su contribución a la defensa de dicha nación. Europa sigue siendo una incógnita, una amalgama de naciones que, en muchas ocasiones no tienen nada en común y que, cuando llega el momento difícil, parece que sus sentimientos de unidad se van perdiendo a favor de sus intereses meramente nacionales.


Hoy nos referiremos a una cita del profesor y escritor Eraldo Banovac, que nos habla de la incompetencia: “Una persona incompetente en un puesto de responsabilidad puede causar un daño enorme. Una persona así debería actuar menos y pensar más”

Sánchez sigue haciendo “amigos”. Argelia consuma su venganza

“La descomposición de todo gobierno comienza por la decadencia de los principios sobre los cuales fue fundado”, Montesquieu
Miguel Massanet
sábado, 11 de junio de 2022, 16:41 h (CET)

Se dice que cuando un toro es más peligroso es cuando se siente acorralado. No sabemos si esta circunstancia se puede aplicar igualmente en el caso de un político que está viendo que su suelo electoral se está desplomando y que, cada día que pasa, su situación el frente de la nación se hace más inestable. Cuando se comete un error puede ser subsanado o, en ocasiones, disimulado sin que ello cause el desprestigio de quien lo cometió, pero cuando los errores, los fallos, los engaños, los desplantes y los abusos se hacen algo habitual, se repiten en el tiempo y, a la vez, repercuten en perjuicio de toda la masa social de una nación, entonces señores, la situación de esta persona se hace insostenible. Esta es, precisamente, la situación en la que se encuentra el señor Pedro Sánchez, presidente del gobierno español.


Son varias las circunstancias que se vienen produciendo en nuestra nación, que sirven para ir desacreditando a un gobierno que va demostrando, día a día, que todas sus ofertas, disposiciones, declaraciones y actuaciones van en sentido contrario a lo que, la realidad y el resto de naciones europeas, demuestran que es necesario para capear la grave crisis que se avecina y que ya tiene sus primeras víctimas en aquellas naciones dependientes directamente del suministro de gas de Rusia y de aquellas otras, delas distintas partes del mundo, que  se iban beneficiando del trigo y de los cereales que ahora están bloqueados en la nación ucraniana. El señor Sánchez, cada día se encuentra más solo. Sus principales valedores, valedores de conveniencia sin duda alguna, los separatistas vascos y catalanes, cada vez se muestran más críticos, aspiran a más avances en sus ambiciones independentistas y, por ello, no dudan en extremar sus críticas al Gobierno, desde las dos cámaras de la representación popular.


Lo peor es que el líder socialista tiene sus propios recursos que, a copia de utilizarlos, ya le está quedando obsoletos y, nos atreveríamos a decir que, a poco que siga la senda actual, no va a tardar en darse cuenta de que su fama va decreciendo y que muchos de los que creían en él ya están dejando de hacerlo, algo que, con toda seguridad, vamos a poder comprobar si los resultados de los comicios andaluces salen tal y como las distintas encuestas vienen prediciendo. No se puede seguir tratando a la oposición utilizando, como única defensa, la sonrisa sardónica del señor Sánchez con la que recibe las sensatas palabras del señor Feijoo, como si aquello que le dijera el líder popular, fueran sandeces y no verdades como un puño a las que no sabe contestar. 


Resulta una insensatez, una falta de sentido democrático y una postura absurda y totalitaria, el atribuir a la oposición que, en ejercicio de su función de control del gobierno y dentro de la legítima actividad que le compete, ejerce la crítica, la contra proposición y el análisis críticorespecto a las distintas actuaciones gubernamentales; acusándoles de desleales, obstruccionistas, ignorantes e incompetentes cuando, la trayectoria del actual gobierno está saturada de acciones que han venido siendo fracasos evidentes respecto a lo que debería haber sido la correcta gestión de un gobierno que no  pretendiera ser omnipotente, absolutista y supiera entender que es necesario y conveniente intentar llegar a acuerdos con la oposición que, evidentemente, no pueden entenderse como claudicaciones a todo lo que un gobierno intente conseguir, sin atender a razones y a circunstancias que pudieran aconsejar otro sentido o alguna rectificación de la primitiva propuesta gubernamental, a esto se le llama actuar en democracia.


Cuando un presidente de un gobierno prescinde de dejarse aconsejar, se encierra en su particular jaula de cristal, decide que sólo él tiene la facultad de hacer lo mejor y, desde este punto autocrático de vista, empieza a desbarrar como lo viene haciendo a menudo el señor , es cuando todo empieza a complicar. Empecemos por el caso de Argelia. ¿Qué tipo de amenaza, de información o de descrédito personal referente al señor Sánchez tendría en su poder el señor Mohamed VI de Marruecos, para que de una forma tan servil, tan inoportuna (tanto por las formas como por el momento), diera el campanazo cambiando, sin consultar a nadie ni de la oposición ni de su propio partido ni de las cámaras de representación popular de la nación tomara, unilateralmente, la decisión de abandonar a los miembros, de la antigua colonia española del Sahara, a su suerte y en manos de quién quería privarles de su condición de nación independiente; reconociéndole a Marruecos la soberanía sobre semejante territorio, sabiendo ( si no lo sabía, todavía peor) que, la reacción de Argelia, iba a ser de enfado, de recriminación y de cambio de postura respecto a las relaciones, de todo tipo, de dicho país con España.


Pero si el señor Pedro Sánchez, amparándose en el apoyo de Biden y del soberano marroquí, pensó en algún momento, que su cacicada iba a salirle gratis, estuvo equivocado. Es cierto que Argelia no se ha precipitado en tomar acciones contra España, limitándose a quejarse de su comportamiento antidemocrático, pero el mismo señor Sánchez les ha dado la oportunidad de rehacerse y tomar su revancha, cuando ha insistido, una vez más, en el Congreso de diputados, en su empeño de defender la propuesta marroquí como “la más sólida, creíble y realista”. Tuvo que volver a abrir la herida, solamente porque no tenía otro remedio que hacerlo, al intentar justificarse, ante la cámara, respecto a una decisión que, desde ningún punto de vista, era justificable. La respuesta del pueblo argelino ha sido rápida, contundente y lo suficientemente explícita como para que, en España, no nos diéramos cuenta dela pifia del presidente, incurriendo en un fallo repetitivo al tratar con ligereza un tema tan espinoso que, de no arreglarse, promete que la futura renovación del suministro de gas, cuando finalicen los contratos, puede que nos salga muy cara a los españoles, si es que no encontramos otro medio, menos oneroso, de proveernos de dicho combustible.


La suspensión del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación que firmaron ambas naciones hace veinte años y la interrupción de todas las importaciones de productos y servicios desde España no es algo fútil. De momento no va a afectar a los contratos, de suministro de gas, vigentes pero un estudio de Vozpópuli, que aspira a calcular el balance de importaciones y exportaciones a la nación argelina, da una pérdida de exportaciones, desde junio a diciembre de este año, por un importe de 1.068.535303 euros, afectando a más de 500 exportadores.


Es evidente que, para Europa, una situación semejante no es del gusto de Bruselas y, por ello, intentan conminar a Argelia para que retire su decisión respecto a España, pero lo que pudiera impulsar a dicho país a considerar rectificar su postura que es, evidentemente,  la pérdida económica que le representaría el no vender su gas a España, ya la tiene solucionada al darle a Italia (que no ha perdido el tiempo para aprovechar la ocasión que se le presentaba) el trato preferente que le dio antes a España. Pero es que, además, existen otros temas colaterales que, antes de tomar una decisión semejante, tuvieron que tomarse en cuenta. Por ejemplo, Argelia y España hace tiempo que mantienen acuerdos en materia antiterrorista, mediante intercambio de informaciones, de modo que muchas de las operaciones llevadas a cabo en nuestro país tienen lugar gracias a la información que recibimos de los servicios secretos argelinos.


Pero cuando nos queremos referir a la inmigración que vamos recibiendo desde el norte de África, aparte de que ya sabemos como se las organiza el actual  rey de Marruecos y de lo poco fiables que suelen ser sus compromisos respecto a la situación de Ceuta y Melilla que ahora, tímidamente, parece que intentan restablecer la normalidad de sus fronteras, con no pocos tropiezos y dificultades; nos encontramos ante una situación nueva, en este caso respecto a los emigrantes que podrían salir desde Argelia hacia las Baleares, Murcia o cualquier otro lugar de la parte oriental de España. De hecho, desde hace varias semanas se ha dado un aumento de las pateras que pudieron alcanzar las costas de Almería y otros puntos del levante español. Mallorca recibió cinco pateras, la mayoría de argelinos y Formentera recibió otros 27. No debemos olvidar que, desde el punto de vista estratégico, hemos perdido un aliado importante en cuanto al control del flanco sur de la UE que, a la vez, se ha venido caracterizando por sus buenas relaciones con la nación rusa un factor que, en los momentos difíciles en los que nos movemos en el ámbito internacional, puede ser relevante.


O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, es de temer, y no se puede dejar de tener en cuenta, que de acuerdo con lo que vaya sucediendo en la guerra de Ucrania, algo que nos tiene en vilo debido a lo que ya se pueden considerar como deserciones de algunos países que, por el hecho de que la confrontación dure ya más de 107 días, parece que su entusiasmo primero se les está desmovilizando respecto a su contribución a la defensa de dicha nación. Europa sigue siendo una incógnita, una amalgama de naciones que, en muchas ocasiones no tienen nada en común y que, cuando llega el momento difícil, parece que sus sentimientos de unidad se van perdiendo a favor de sus intereses meramente nacionales.


Hoy nos referiremos a una cita del profesor y escritor Eraldo Banovac, que nos habla de la incompetencia: “Una persona incompetente en un puesto de responsabilidad puede causar un daño enorme. Una persona así debería actuar menos y pensar más”

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Gladio (espada en latín), fue el nombre que se le dio a la "red de agentes durmientes desplegados por la OTAN en Italia y preparados para entrar en acción en caso de que los soviéticos invadieran Europa Occidental", y serían la fuerza aliada que permanecería detrás de las líneas soviéticas para facilitar el contraataque.

El diccionario es permisivo, incluye la rigidez en la delimitación de las entradas y salidas; al tiempo que acoge la pérdida de los formatos cerebrales a la hora de regular las ideas entrantes o las emitidas tras elucubraciones varias. A veces no está tan claro si apreciamos más los desajustes o seguimos fieles a ciertos límites establecidos.

 
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