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Teresa Berengueras entrevista a Roger Pallarols, director del Gremio de Restauración de Barcelona

“Las inversiones nunca llegan en el mejor momento, pero el acuerdo para consolidar mesas y sillas es un acuerdo estratégico”

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ROGER PALLAROLS 11

Roger Pallarols


La Covid-19 azotó a la ciudadanía con muertes, enfermos y sanitarios extenuados. También destrozó la economía de bares y restaurantes, un gremio muy afectado del que algunos no saldrán y otros necesitarán ayuda económica. Roger Pallarols, Director del Gremi de Restauració de Barcelona, vive el problema muy de cerca.


Recientemente, la ciudad Barcelona, va tomando el pulso a la normalidad conviviendo con el virus.

El Gremi de Restauració barcelonés celebró la fiesta de la copatrona de la ciudad, Santa Eulalia. Y para este acto invitó a la actriz Julieta Serrano y a la ilustradora Pilarín Bayés, la primera, con 89 años, sigue en activo, y Pilarín, de 80, recientemente celebró la edición de su libro número 1.000.


En esta entrevista, el Director del Gremi de Restauració, nos habla con claridad sobre los problemas económicos que vive el gremio al que representa, la ciudad de Barcelona y la fiesta en la que celebraron Santa Eulalia.


JULIETA SERRANO Y ROGER PALLAROLS

Roger Pallarols y Julieta Serrano


Finalmente, celebraron la festividad de Santa Eulalia. Y le digo finalmente porque tuvieron que aplazar este acto a causa de la pandémia.

Así es, celebramos la cuarta edición de Santa Eulalia el 12 de febrero, la decisión inicial era hacer el acto por Santa Eulalia pero a causa de la nueva ola del virus se optó que se aplazara por prudencia. Este acto se ha convertido en un gran acontecimiento ciudadano que, de alguna forma en esta edición, adquiría el simbolismo de recuperar, a la máxima velocidad posible, la normalidad que secuestró la pandemia y que la cancelación de la fiesta del pasado año y la del anterior, ese día también conocimos la cancelación del Mobile, supuso dos años de cese económico, y creemos que este año es importante para dar un paso decidido y firme en la línea de recuperar la normalidad y la ciudad.


¿La actriz catalana Julieta Serrano es la mejor representante que podían escoger para el pregón de esta fiesta?

La verdad es que sí, nosotros tuvimos pregoneros de diferente naturaleza, en la primera edición unimos a dos alcaldesas de ese momento, Manuela Carmena y Ada Colau, y al año siguiente el pregonero fue Lluís Sanz, propietario de la tienda Santa Eulalia, al siguiente fué el ex presidente del Gobierno Español, José Luís Rodríguez Zapatero, y este año optamos por hacer un cambio de guión y contar con una pregonera excepcional como es Julieta Serrano, una actriz barcelonesa de larguísima trayectoria que con 89 años continúa en activo, y al mismo tiempo contar también con una ilustradora muy especial de Catalunya como Pilarín Bayés, con 80 años acaba de publicar su libro número 1.000. De alguna manera se dió este giro de guión para visibilizar la vejez activa, si todos hemos padecido los estragos de la pandemia, en el ámbito de las personas mayores ha sido aún más duro, y visibilizar la vejez activa de las personas mayores de la sociedad después de dos años en que este sector de la sociedad ha padecido la dureza extrema de la pandemia, la soledad, el distanciamiento social, nos pareció una magnífica forma de recuperar la celebración de Santa Eulalia. Al mismo tiempo era un homenaje, más que merecido a Julieta Serrano, de la ciudad de Barcelona, a una actriz muy querida por la profesión y también por el conjunto de la ciudadanía.


El virus se ha quedado, y el Gremio de la Restauración, a causa de la Covid , se ha visto muy afectado, ¿a día de hoy su gremio ha vuelto a la normalidad de antes de la pandemia?

La pandemia se ha ido, el virus sigue aquí y en la crisis el sector más golpeado es el de la restauración, y al mismo tiempo hay una crisis grande en una ciudad como Barcelona, que no en poblaciones más pequeñas, Barcelona es una ciudad de éxito, depende en gran parte del restablecimiento de los mercados internacionales y los mercados internacionales no están restablecidos normalmente, ni lo harán de un día para otro, queda un larguísimo recorrido para recuperar la ciudad de Barcelona y el sector de la restauración está gravemente golpeado por el impacto de esta crisis, por los endeudamientos y las pérdidas y por la lentitud de la recuperación de la movilidad ordinaria que necesita una ciudad de éxito como es Barcelona para subsistir. 


Da la sensación que lo peor de la pandemia ha pasado y conviviremos con el virus, dejaremos atrás todas aquellas decisiones que se demostraron tan lesivas para nuestra economía y para nuestra vida social, y que han perjudicado mucho la estabilidad financiera de las empresas de este país, en concreto el de un sector como la restauración, sector muy importante por lo que aporta económicamente y por el volúmen de trabajo que genera, está formado mayormente por autónomos y la carga, los costes de esta crisis, son muy elevados, son mucho más difíciles de soportar con un volúmen empresarial reducido o pequeño que no en empresas de mayor dimensión, de alguna manera pienso que este 2022, si no hay sustos, que en esto de la Covid no queda nada claro por la experiencia que hemos tenido, todo parece indicar que los peores momentos ya los hemos superado. 


Barcelona compite con un mercado muy competitivo, muy feroz, es el mercado internacional, es un proceso lento que requiere que se recupere la confianza, que se restablezcan todas la industrias y esto es un recorrido largo, nosotros siempre dijimos que cuando viésemos el agujero económico que se ha producido en estos dos años, poca broma, iniciaríamos un proceso lento de recuperación en la ciudad de Barcelona por la necesidad o por la dependencia que la ciudad tiene de los mercados extranjeros, por eso ponemos todos los sentidos en ir reponiendo la ciudad y, probablemente, a finales de este año o en el 2023, tendremos ya síntomas claros de recuperación de la normalidad, este sería un objetivo teniendo en cuenta el hundimiento de la economía que ha padecido la ciudad en estos años.


¿Les está afectando la guerra de Rusia contra Ucrania?

Mucho, se ha producido un proceso de inflación de precios que lo está notando también la restauración, esto pasa justo cuando estamos cerrando dos años de agujero a causa de la Covid y afecta también a la movilidad de mercados estratégicos. Barcelona es un destino en el que el mercado ruso tiene mucho interés y, por tanto, es obvio que la guerra es lo peor que podía pasar, primero por las consecuencias dramáticas desde el punto de vista personal y desde el punto de vista de las sociedades avanzadas, Rusia debería estar en el club de sociedades avanzadas que descartaran los conflictos bélicos, no ha sido así, y esto es obvio que tiene un impacto en una parte del mercado ruso que tiene como destino Barcelona. Tiene un impacto por el encarecimiento y la subida de precios y esto hace que a la restauración, por su escaso margen comercial, le cueste más cubrir unos gastos, y tiene un impacto de desestabilización en nuestro entorno que no deja de ser un contratiempo más en este proceso de recuperación de la movilidad, si una guerra es siempre una mala noticia, que llegue después de dos años duros de una pandemia es el peor de los escenarios que nos podíamos imaginar.


¿Los bares y restaurantes que cerraron a causa de la pandemia reabrirán o algunos ya no lo harán?

Lamentablemente Barcelona es una ciudad que depende, en gran parte, del concepto de movilidad y de la movilidad internacional, que no se ha restablecido y que durante dos años no ha funcionado, sobre todo, en un sector como el nuestro regentado normalmente por pequeñas empresas o autónomos, estamos ante un escenario donde ha habido muchas defunciones empresariales, diría que ésta es una de las malas noticias de la pandemia, la pandemia ha dado muchas malas noticias en el ámbito de la salud pero también en el ámbito de la economía y de las empresas. Se han visto restaurantes y bares, de una noche a otra, pasar a ser inviables, se han endeudado, y muchos de ellos han tenido que cerrar, aguantar durante tanto tiempo, con una estructura empresarial pequeña, este agujero económico es muy difícil de soportar, la ciudad ha perdido parte de la industria que se irá restableciendo poco a poco, cuando la ciudad vaya recuperando la movilidad que le corresponde. La ciudad ha padecido estragos más duros que las poblaciones más pequeñas, éstas cuando se levantaron las restricciones se encontraron con todo su mercado en el municipio, en cambio Barcelona tiene gran parte de su mercado dependiendo del éxito y la movilidad internacional, y eso todavía no se ha restablecido, y aún tardará en hacerlo.


Usted hizo unas declaraciones en las que decía que la crisis en el sector de la restauración antes de la pandemia ya existía.

Lo que decía es que la crisis de la ciudad ya demostraba existir antes de la aparición de la Covid, en Barcelona, ya hacía unos veranos que las cosas no iban como tenían que ir. Barcelona no siempre ha tenido la actitud adecuada en el momento de ambicionar el éxito y el liderazgo, como si se ha tenido en otras épocas del pasado que nos permitió que Barcelona ocupara una posición de prestigio y éxito internacional. Barcelona, en los últimos años, daba síntomas de cierta debilidad, entre otras cosas porque la actitud del Ayuntamiento, de la Administración, no siempre ha sido la adecuada o no siempre se ha visto con el éxito de lo que eso comporta y, muchas veces, ha parecido que no se valorara suficientemente que podía asumir una proyección tan destacada como la que tiene Barcelona que nos ha llevado a asumir liderazgos y enormes oportunidades a la ciudad y también económicas, al llegar la pandemia hizo endurecer la crisis, y con esta situación la ciudad tiene que aceptar el reto de volver a liderar, volver a ambicionar, volver a reposicionarse e ir a competir y ganar ante mercados que siempre son muy competitivos y que ahora serán feroces. 


Barcelona ya jugaba durante muchos años, gracias al éxito olímpico, en el mercado competitivo internacional, ahora se encuentra con un mercado más feroz porque también nuestros competidores se encuentran en la misma situación de debilidad en la que estamos nosotros y necesitan, todos nuestros competidores, recuperar, también cuanto antes mejor, la parte del éxito que la pandemia les secuestró. ya sea con lo que tuvieran antes del virus y que adquieran ahora nuevos destinos. Nos jugamos unos años muy decisivos para el futuro de Barcelona y para el futuro de nuestra economía, porque sin éxito nunca hubiésemos adquirido los volúmenes de riqueza, de ocupación y de empresa que tiene nuestra ciudad. Lo vivimos en la crisis anterior, en la del 2008, 2009, Barcelona aguantó mucho mejor que otras poblaciones del conjunto de España, precisamente fue el éxito barcelonés a nivel internacional lo que hizo que nuestras cifras de paro, todo y crecer, fueran considerablemente inferiores que las que había en el conjunto de España, de alguna manera, después de la Covid, nos tenemos que concentrar en volver a tener la actitud y la ambición que tenía Barcelona en otros tiempos y a provocar que cuanto más éxito, cuanta más inversión, cuántas más oportunidades vuelvan a Barcelona será lo mejor, y eso sólo se consigue con la actitud adecuada que durante muchos años, no siempre, se ha tenido, y esto sólo se consigue haciendo de Barcelona una pista de aterrizaje, con música para que los inversores, en lugar de escoger otros destinos, vengan a Barcelona para generar riqueza y oportunidades.


¿Las autoridades conocen esta situación de la ciudad de Barcelona?

Creo que nos hemos despistado mucho, los barceloneses hemos visto con orgullo y hemos sido conscientes de las oportunidades que se generaron en nuestra ciudad y a nuestra ciudadanía, pero es cierto que desde hace demasiados años nos hemos descuidado. Lo estamos viendo, de forma surrealista, con la ampliación de El Prat, una reivindicación histórica, como es la mejora de la estructura del aeropuerto, y hacer de El Prat un hub de conexión intercontinental, hemos visto como, debates políticos, aplazan una de las infraestructuras más importantes en el posicionamiento de la ciudad, y pienso que eso ha de abrir una reflexión de fondo, y más después de constatar la debilidad de la ciudad tras la Covid y con la reciente guerra de Rusia contra Ucrania. Por lo tanto tenemos que concentrar todos los esfuerzos en hacer lo que sabemos hacer, que el modelo de éxito barcelonés vuelva a ser atractivo en los mercados internacionales y plantar cara a los competidores que tenemos para que se recupere el éxito que ha tenido nuestra ciudad en las últimas ocho décadas, esto se tiene que hacer con determinación, se tiene que hacer con una actitud adecuada, hemos de convertir la ciudad en una gran pista de aterrizaje, más “friendly”, no de discurso, sino de realidad. 


Se tiene que eliminar la cultura de las trabas que hace que muchas empresas e inversiones encuentren otros destinos que, lejos de ponerles trabas, se alegran de que les lleguen inversiones o que les lleguen oportunidades, y hemos de tener la actitud que hemos tenido en otros momentos, cuando Barcelona tiene la actitud adecuada se demuestra que tenemos pocos competidores de nuestra altura. Cuando no tenemos la actitud adecuada otros competidores, que no podrían competir objetivamente con la ciudad, se muestran capaces de absorber cosas que hasta hace no tantos años sólo eran imaginables en la ciudad de Barcelona, hay, ya hace demasiado tiempo, un discurso oficial que no responde a la voluntad de la ciudadanía, donde se ve el éxito y el progreso económico con recelo. 


La conclusión que deberíamos tener, después del agujero de estos dos años y las terribles consecuencias que ha provocado la crisis económica para tantas familias y para tantas empresas, el problema es que Barcelona no tenga éxito, el problema es que las empresas y las inversiones no escojan Barcelona, el problema es que el turismo no decida que Barcelona es el mejor lugar adónde ir y se busquen otros destinos, la gran industria del mundo, a día de hoy, en todos los ámbitos, vacacional, de inversiones, de congresos y el hecho de que Barcelona juegue en esta liga, no es casual, es un mérito construído durante muchos años y sería absurdo poner en riesgo un éxito colectivo que se llama Barcelona o una marca que, afortunadamente, continúa teniendo buena reputación en nuestro entorno más inmediato y en nuestro colectivo internacional más lejano. Lo que toca ahora es tener los pies en el suelo, ver el éxito como lo que es, una cosa positiva, creer en las posibilidades de Barcelona y facilitar que la ciudad vuelva a ser lo que ha sido en el pasado, que se posicione en los principales ránquins internacionales y que eso provoque que las principales fuentes de ingresos necesiten invertir en Barcelona y no lo hagan en otros destinos en detrimento de nuestra ciudad.


¿Cree que la restauración barcelonesa se sintió hundida frente a Madrid cuando allá en plena Covid sus políticos permitieron que la hostelería permaneciera abierta?

Madrid acertó mejor en el momento de tomar decisiones porque las restricciones tan severas que tuvimos en Catalunya, mantenidas en el tiempo, nos perjudicaron económicamente y no nos llevaron a una mejora sanitaria, puedo entender que las medidas iniciales, cuando Madrid toma la decisión de no tomar restricciones y tampoco en los momentos en que empeoraba la pandemia, decisiones severas cuando la pandemia estaba en sus peores momentos, podía tener dudas si era una estrategia acertada o no, pero con el paso del tiempo se ha demostrado que las restricciones tan severas que tuvimos en la restauración sólo han servido para tocar aún más la economía o la restauración barcelonesa y catalana y eso no ha comportado unos datos sanitarios mejores, incluso en momentos de restricciones severas de Catalunya, no provocaron que tuviésemos mejores datos sino al contrario, teníamos peores datos que las que presentaba la comunidad de Madrid, Madrid lo ha hecho mejor porque permitió dar más oxígeno al sector de la restauración, esto se ha demostrado con el paso del tiempo que no ha comportado una evolución pandémica más negativa que la que hemos tenido en Catalunya y al mismo tiempo ha comportado un mejor estado de ánimo en la ciudadanía de Madrid que no en la de barcelonesa. 


El hecho que la restauración esté abierta implica un estado de ánimo en la ciudadanía, comporta una actitud ante una crisis dura que también ha tenido Madrid, Madrid también ha sufrido y mucho las consecuencias de la Covid, también es una ciudad de éxito, también necesita de movilidad, es verdad que Madrid tiene una parte de movilidad interna del conjunto de España y con más peso de la que tiene Barcelona y esta movilidad interna se ha restablecido antes porque los mercados internacionales siempre van más lentos en restablecerse, pero todo y padecer las consecuencias de la Covid, porque cualquier ciudad grande si se le suspende la movilidad hace que no funcione como debería funcionar, tomar decisiones, como la de mantener la restauración abierta, se ha demostrado no perjudicial en la evolución de la pandemia, ha hecho que las empresas no tengan tantas consecuencias económicas como si han tenido en Catalunya y el ánimo de los madrileños ha estado razonablemente mejor que el ánimo de los catalanes por esta relación íntima, real, entre la apertura de la restauración y el conjunto de la ciudadanía.


¿Cree que realmente, ante la pandemia que hemos vivido, en que las personas estaban en los hospitales y no mejoraban, muchos murieron, las residencias, con gente de la tercera edad, que no sabían como gestionar esas vidas, una situación muy dura y dramática, en Catalunya, en caso de estar la restauración abierta, la gente hubiese tenido ganas de salir exactamente igual que en Madrid?

Los propios hechos hablan por sí mismos, cada brecha que las restricciones permitieron han hecho que la ciudadanía recuperase presencialidad y no hay contradicción entre vivir y lamentar las consecuencias gravísimas que la pandemia ha comportado y comporta en la salud de muchas personas, no son cosas incompatibles, son compatibles, Madrid y no sólo Madrid, entendió mejor, cuando se produjo el desconfinamiento, es que quién se había desconfinado no era por decisión del Gobierno de España, sino que éramos los ciudadanos quiénes nos habíamos desconfinado, los ciudadanos han actuado con mucha responsabilidad durante la pandemia pero también decidieron tirar con su vida adelante y también decidimos que llegar a final de mes también era una prioridad y, con toda la prudencia que hemos aplicado durante la pandemia, también era una necesidad vital para muchas personas, sin que eso implique que no lamentemos, que lo hacemos todos, las gravísimas consecuencias por la salud que lamentablemente ha padecido demasiada gente por el impacto de esta pandemia sanitaria tan dura, al final, la actitud de los catalanes, de los barceloneses, ha sido idéntica porque todas las brechas que las restricciones permitieron fueron debidamente correspondidas por la ciudadanía que ha demostrado con prudencia, con cautela, con precauciones, volver a hacer uso de los bares y restaurantes.


¿Cómo se consigue tener un turismo de alto nivel habiendo pasado la pandemia, con la crisis y ahora con la guerra de Rusia-Ucrania?

Hay que ir a buscarlo y ponerlo fácil, y hacerlos sentir que somos únicos teniendo en cuenta que el terreno de juego es impecable y que nuestra relación a nivel internacional continúa siendo positiva, hay que destinar muchos esfuerzos, hay que darle la vuelta al discurso que había antes de la Covid cuando parecía que el turismo no gustaba o que las inversiones molestaban, hay que tener una actitud contraria a la que hemos tenido, con mayor inversión, y destinando más tiempo, tanto por parte del sector público como del privado. 


La recuperación de Barcelona no es sólo un reto barcelonés, es un reto catalán. Barcelona es un motor económico de Catalunya y es un reto del Gobierno de España, Barcelona, no es ajena al panorama económico español, ni la marca Barcelona es sustituible por otras que existan en el panorama español. La economía catalana depende de que Barcelona siga adelante y también la economía española, y en ello, encabezados por el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat, el Gobierno de España y todos los actores del sector privado, tienen que estar implicados , tienen que garantizar atractivos para que Barcelona marche con la máxima ambición posible partiendo de un terreno de juego que funcione, en una ciudad bonita, con buena arquitectura, con cultura, con litoral, amable, segura, porque Barcelona es una ciudad segura, todo eso con actitud y ambición, se tiene que ir a arañar todo el éxito de cualquier destino que pueda interesar, tanto en lo que tiene que ver con el turismo como fuente de ingresos, como las inversiones que representan oportunidades para ahora y para el futuro.


Este año Alimentaria ha doblado el número de visitantes, ¿las Ferias son importantes a su manera de entender?

Son estratégicas, cuando hablamos de turismo, la gente cree que hablamos de turismo vacacional, es muy importante, pero el turismo de congresos es aún más importante, el número del volúmen de visitantes es muy importante porque, en meses que no son de temporada alta, hace que haya llegadas en Barcelona de personas de alto poder adquisitivo que también provocan que la ciudad pueda ser destino de inversiones por parte de empresas en un futuro, los congresos también sirven para descubrir la ciudad de Barcelona a grandes corporaciones, por tanto, es estratégico, tenemos que hacer que haya muchos Mobile, hemos de hacer que haya muchas Alimentaria, hemos de hacer que haya muchos Construmat, tenemos que hacer posible que haya muchos eventos de negocios, porque traen a mucho público con poder adquisitivo y te sitúan como aparador perfecto para grandes corporaciones que pueden tomar la decisión de generar inversiones en la ciudad de Barcelona.


He visto en la página del Gremi de Restauració que los propietarios de las terrazas instaladas durante la pandemia pueden solicitar al Ayuntamiento de Barcelona su prórroga con la única condición de adaptarse a la imagen corporativa, si son terrazas que tuvieron el permiso para instalarse a fin de poder continuar con su trabajo ¿cómo ahora se les puede pedir que hagan una inversión para que corporativamente tengan una imagen determinada?

Las inversiones nunca llegan en el mejor momento, pero el acuerdo para consolidar mesas y sillas es un acuerdo estratégico. Durante cinco años y medio, antes de la pandemia, estuvimos batallando con el Ayuntamiento sobre el tema de las terrazas, ellos tenían la voluntad de reducir el número de mesas y sillas en la vía pública, a pesar que sillas y mesas están en la calle porque la ciudadanía lo reclama, los restaurantes no tendrían interés en tener terraza si no fuera porque la ciudadanía lo pide, las terrazas se han convertido en piezas esenciales porque el consumidor las solicita y las exige. Ha sido una demanda creciente en estos tiempos de pandemia y se han producido acuerdos históricos, primero la ampliación del parque de terrazas para dar respuesta a la Covid, y ahora la consolidación de la ampliación, mejorando la estética. 


Lo que no es asumible es que una ciudad que tiene un espacio público de tanta calidad y con una gastronomía tan bien valorada a nivel internacional y a nivel local, no se puede permitir que una estética pensada para la provisionalidad se convierta en algo que se consolida con los mahones de hormigón que han salvado negocios, han salvado puestos de trabajo, y en el momento que se toma la decisión que las terrazas puedan ser definitivas es lógico que haya una mejora estética para poner la terraza a la altura del espacio público y de la oferta gastronómica, nunca es buen momento para la inversión después de una crisis, es evidente que consolidar la terraza se amortizará con el tiempo y es evidente que habrá una gran demanda, esperamos que el Ayuntamiento cumpla y que se convierta en una consolidación autorizada y con una mejora estética, porque a nadie se le escapa que los bloques de hormigón no eran un drama en un momento de excepcionalidad pero no están a la altura en el presente o en el futuro de nuestra ciudad cuando se está consiguiendo que las terrazas se queden de forma definitiva. 


No sólo hemos negociado la consolidación con la aprobación o la modificación de la normativa correspondiente, estamos pendientes que el Ayuntamiento cumpla con las expectativas que ha creado, y también hemos negociado una partida de subvención para ayudar a hacer frente a los costes, una partida que ya se puede solicitar, hay 3 millones de euros ampliable a 4’6 millones de euros, para todos los que tengan que hacer inversiones con terrazas autorizadas en la calzada, no les cubrirá toda la inversión pero somos conscientes que ayudará a la restauración después de vivir una crisis tan dura, este proceso se amortizará con el paso del tiempo y creo que esto lo tendríamos que aplaudir todos, consiguiendo con ello la estética de una ciudad con terrazas ordenadas y a la altura de la calidad de Barcelona. 


ROGER PALLAROLS 10

“Las inversiones nunca llegan en el mejor momento, pero el acuerdo para consolidar mesas y sillas es un acuerdo estratégico”

Teresa Berengueras entrevista a Roger Pallarols, director del Gremio de Restauración de Barcelona
Teresa Berengueras
lunes, 11 de abril de 2022, 10:59 h (CET)

ROGER PALLAROLS 11

Roger Pallarols


La Covid-19 azotó a la ciudadanía con muertes, enfermos y sanitarios extenuados. También destrozó la economía de bares y restaurantes, un gremio muy afectado del que algunos no saldrán y otros necesitarán ayuda económica. Roger Pallarols, Director del Gremi de Restauració de Barcelona, vive el problema muy de cerca.


Recientemente, la ciudad Barcelona, va tomando el pulso a la normalidad conviviendo con el virus.

El Gremi de Restauració barcelonés celebró la fiesta de la copatrona de la ciudad, Santa Eulalia. Y para este acto invitó a la actriz Julieta Serrano y a la ilustradora Pilarín Bayés, la primera, con 89 años, sigue en activo, y Pilarín, de 80, recientemente celebró la edición de su libro número 1.000.


En esta entrevista, el Director del Gremi de Restauració, nos habla con claridad sobre los problemas económicos que vive el gremio al que representa, la ciudad de Barcelona y la fiesta en la que celebraron Santa Eulalia.


JULIETA SERRANO Y ROGER PALLAROLS

Roger Pallarols y Julieta Serrano


Finalmente, celebraron la festividad de Santa Eulalia. Y le digo finalmente porque tuvieron que aplazar este acto a causa de la pandémia.

Así es, celebramos la cuarta edición de Santa Eulalia el 12 de febrero, la decisión inicial era hacer el acto por Santa Eulalia pero a causa de la nueva ola del virus se optó que se aplazara por prudencia. Este acto se ha convertido en un gran acontecimiento ciudadano que, de alguna forma en esta edición, adquiría el simbolismo de recuperar, a la máxima velocidad posible, la normalidad que secuestró la pandemia y que la cancelación de la fiesta del pasado año y la del anterior, ese día también conocimos la cancelación del Mobile, supuso dos años de cese económico, y creemos que este año es importante para dar un paso decidido y firme en la línea de recuperar la normalidad y la ciudad.


¿La actriz catalana Julieta Serrano es la mejor representante que podían escoger para el pregón de esta fiesta?

La verdad es que sí, nosotros tuvimos pregoneros de diferente naturaleza, en la primera edición unimos a dos alcaldesas de ese momento, Manuela Carmena y Ada Colau, y al año siguiente el pregonero fue Lluís Sanz, propietario de la tienda Santa Eulalia, al siguiente fué el ex presidente del Gobierno Español, José Luís Rodríguez Zapatero, y este año optamos por hacer un cambio de guión y contar con una pregonera excepcional como es Julieta Serrano, una actriz barcelonesa de larguísima trayectoria que con 89 años continúa en activo, y al mismo tiempo contar también con una ilustradora muy especial de Catalunya como Pilarín Bayés, con 80 años acaba de publicar su libro número 1.000. De alguna manera se dió este giro de guión para visibilizar la vejez activa, si todos hemos padecido los estragos de la pandemia, en el ámbito de las personas mayores ha sido aún más duro, y visibilizar la vejez activa de las personas mayores de la sociedad después de dos años en que este sector de la sociedad ha padecido la dureza extrema de la pandemia, la soledad, el distanciamiento social, nos pareció una magnífica forma de recuperar la celebración de Santa Eulalia. Al mismo tiempo era un homenaje, más que merecido a Julieta Serrano, de la ciudad de Barcelona, a una actriz muy querida por la profesión y también por el conjunto de la ciudadanía.


El virus se ha quedado, y el Gremio de la Restauración, a causa de la Covid , se ha visto muy afectado, ¿a día de hoy su gremio ha vuelto a la normalidad de antes de la pandemia?

La pandemia se ha ido, el virus sigue aquí y en la crisis el sector más golpeado es el de la restauración, y al mismo tiempo hay una crisis grande en una ciudad como Barcelona, que no en poblaciones más pequeñas, Barcelona es una ciudad de éxito, depende en gran parte del restablecimiento de los mercados internacionales y los mercados internacionales no están restablecidos normalmente, ni lo harán de un día para otro, queda un larguísimo recorrido para recuperar la ciudad de Barcelona y el sector de la restauración está gravemente golpeado por el impacto de esta crisis, por los endeudamientos y las pérdidas y por la lentitud de la recuperación de la movilidad ordinaria que necesita una ciudad de éxito como es Barcelona para subsistir. 


Da la sensación que lo peor de la pandemia ha pasado y conviviremos con el virus, dejaremos atrás todas aquellas decisiones que se demostraron tan lesivas para nuestra economía y para nuestra vida social, y que han perjudicado mucho la estabilidad financiera de las empresas de este país, en concreto el de un sector como la restauración, sector muy importante por lo que aporta económicamente y por el volúmen de trabajo que genera, está formado mayormente por autónomos y la carga, los costes de esta crisis, son muy elevados, son mucho más difíciles de soportar con un volúmen empresarial reducido o pequeño que no en empresas de mayor dimensión, de alguna manera pienso que este 2022, si no hay sustos, que en esto de la Covid no queda nada claro por la experiencia que hemos tenido, todo parece indicar que los peores momentos ya los hemos superado. 


Barcelona compite con un mercado muy competitivo, muy feroz, es el mercado internacional, es un proceso lento que requiere que se recupere la confianza, que se restablezcan todas la industrias y esto es un recorrido largo, nosotros siempre dijimos que cuando viésemos el agujero económico que se ha producido en estos dos años, poca broma, iniciaríamos un proceso lento de recuperación en la ciudad de Barcelona por la necesidad o por la dependencia que la ciudad tiene de los mercados extranjeros, por eso ponemos todos los sentidos en ir reponiendo la ciudad y, probablemente, a finales de este año o en el 2023, tendremos ya síntomas claros de recuperación de la normalidad, este sería un objetivo teniendo en cuenta el hundimiento de la economía que ha padecido la ciudad en estos años.


¿Les está afectando la guerra de Rusia contra Ucrania?

Mucho, se ha producido un proceso de inflación de precios que lo está notando también la restauración, esto pasa justo cuando estamos cerrando dos años de agujero a causa de la Covid y afecta también a la movilidad de mercados estratégicos. Barcelona es un destino en el que el mercado ruso tiene mucho interés y, por tanto, es obvio que la guerra es lo peor que podía pasar, primero por las consecuencias dramáticas desde el punto de vista personal y desde el punto de vista de las sociedades avanzadas, Rusia debería estar en el club de sociedades avanzadas que descartaran los conflictos bélicos, no ha sido así, y esto es obvio que tiene un impacto en una parte del mercado ruso que tiene como destino Barcelona. Tiene un impacto por el encarecimiento y la subida de precios y esto hace que a la restauración, por su escaso margen comercial, le cueste más cubrir unos gastos, y tiene un impacto de desestabilización en nuestro entorno que no deja de ser un contratiempo más en este proceso de recuperación de la movilidad, si una guerra es siempre una mala noticia, que llegue después de dos años duros de una pandemia es el peor de los escenarios que nos podíamos imaginar.


¿Los bares y restaurantes que cerraron a causa de la pandemia reabrirán o algunos ya no lo harán?

Lamentablemente Barcelona es una ciudad que depende, en gran parte, del concepto de movilidad y de la movilidad internacional, que no se ha restablecido y que durante dos años no ha funcionado, sobre todo, en un sector como el nuestro regentado normalmente por pequeñas empresas o autónomos, estamos ante un escenario donde ha habido muchas defunciones empresariales, diría que ésta es una de las malas noticias de la pandemia, la pandemia ha dado muchas malas noticias en el ámbito de la salud pero también en el ámbito de la economía y de las empresas. Se han visto restaurantes y bares, de una noche a otra, pasar a ser inviables, se han endeudado, y muchos de ellos han tenido que cerrar, aguantar durante tanto tiempo, con una estructura empresarial pequeña, este agujero económico es muy difícil de soportar, la ciudad ha perdido parte de la industria que se irá restableciendo poco a poco, cuando la ciudad vaya recuperando la movilidad que le corresponde. La ciudad ha padecido estragos más duros que las poblaciones más pequeñas, éstas cuando se levantaron las restricciones se encontraron con todo su mercado en el municipio, en cambio Barcelona tiene gran parte de su mercado dependiendo del éxito y la movilidad internacional, y eso todavía no se ha restablecido, y aún tardará en hacerlo.


Usted hizo unas declaraciones en las que decía que la crisis en el sector de la restauración antes de la pandemia ya existía.

Lo que decía es que la crisis de la ciudad ya demostraba existir antes de la aparición de la Covid, en Barcelona, ya hacía unos veranos que las cosas no iban como tenían que ir. Barcelona no siempre ha tenido la actitud adecuada en el momento de ambicionar el éxito y el liderazgo, como si se ha tenido en otras épocas del pasado que nos permitió que Barcelona ocupara una posición de prestigio y éxito internacional. Barcelona, en los últimos años, daba síntomas de cierta debilidad, entre otras cosas porque la actitud del Ayuntamiento, de la Administración, no siempre ha sido la adecuada o no siempre se ha visto con el éxito de lo que eso comporta y, muchas veces, ha parecido que no se valorara suficientemente que podía asumir una proyección tan destacada como la que tiene Barcelona que nos ha llevado a asumir liderazgos y enormes oportunidades a la ciudad y también económicas, al llegar la pandemia hizo endurecer la crisis, y con esta situación la ciudad tiene que aceptar el reto de volver a liderar, volver a ambicionar, volver a reposicionarse e ir a competir y ganar ante mercados que siempre son muy competitivos y que ahora serán feroces. 


Barcelona ya jugaba durante muchos años, gracias al éxito olímpico, en el mercado competitivo internacional, ahora se encuentra con un mercado más feroz porque también nuestros competidores se encuentran en la misma situación de debilidad en la que estamos nosotros y necesitan, todos nuestros competidores, recuperar, también cuanto antes mejor, la parte del éxito que la pandemia les secuestró. ya sea con lo que tuvieran antes del virus y que adquieran ahora nuevos destinos. Nos jugamos unos años muy decisivos para el futuro de Barcelona y para el futuro de nuestra economía, porque sin éxito nunca hubiésemos adquirido los volúmenes de riqueza, de ocupación y de empresa que tiene nuestra ciudad. Lo vivimos en la crisis anterior, en la del 2008, 2009, Barcelona aguantó mucho mejor que otras poblaciones del conjunto de España, precisamente fue el éxito barcelonés a nivel internacional lo que hizo que nuestras cifras de paro, todo y crecer, fueran considerablemente inferiores que las que había en el conjunto de España, de alguna manera, después de la Covid, nos tenemos que concentrar en volver a tener la actitud y la ambición que tenía Barcelona en otros tiempos y a provocar que cuanto más éxito, cuanta más inversión, cuántas más oportunidades vuelvan a Barcelona será lo mejor, y eso sólo se consigue con la actitud adecuada que durante muchos años, no siempre, se ha tenido, y esto sólo se consigue haciendo de Barcelona una pista de aterrizaje, con música para que los inversores, en lugar de escoger otros destinos, vengan a Barcelona para generar riqueza y oportunidades.


¿Las autoridades conocen esta situación de la ciudad de Barcelona?

Creo que nos hemos despistado mucho, los barceloneses hemos visto con orgullo y hemos sido conscientes de las oportunidades que se generaron en nuestra ciudad y a nuestra ciudadanía, pero es cierto que desde hace demasiados años nos hemos descuidado. Lo estamos viendo, de forma surrealista, con la ampliación de El Prat, una reivindicación histórica, como es la mejora de la estructura del aeropuerto, y hacer de El Prat un hub de conexión intercontinental, hemos visto como, debates políticos, aplazan una de las infraestructuras más importantes en el posicionamiento de la ciudad, y pienso que eso ha de abrir una reflexión de fondo, y más después de constatar la debilidad de la ciudad tras la Covid y con la reciente guerra de Rusia contra Ucrania. Por lo tanto tenemos que concentrar todos los esfuerzos en hacer lo que sabemos hacer, que el modelo de éxito barcelonés vuelva a ser atractivo en los mercados internacionales y plantar cara a los competidores que tenemos para que se recupere el éxito que ha tenido nuestra ciudad en las últimas ocho décadas, esto se tiene que hacer con determinación, se tiene que hacer con una actitud adecuada, hemos de convertir la ciudad en una gran pista de aterrizaje, más “friendly”, no de discurso, sino de realidad. 


Se tiene que eliminar la cultura de las trabas que hace que muchas empresas e inversiones encuentren otros destinos que, lejos de ponerles trabas, se alegran de que les lleguen inversiones o que les lleguen oportunidades, y hemos de tener la actitud que hemos tenido en otros momentos, cuando Barcelona tiene la actitud adecuada se demuestra que tenemos pocos competidores de nuestra altura. Cuando no tenemos la actitud adecuada otros competidores, que no podrían competir objetivamente con la ciudad, se muestran capaces de absorber cosas que hasta hace no tantos años sólo eran imaginables en la ciudad de Barcelona, hay, ya hace demasiado tiempo, un discurso oficial que no responde a la voluntad de la ciudadanía, donde se ve el éxito y el progreso económico con recelo. 


La conclusión que deberíamos tener, después del agujero de estos dos años y las terribles consecuencias que ha provocado la crisis económica para tantas familias y para tantas empresas, el problema es que Barcelona no tenga éxito, el problema es que las empresas y las inversiones no escojan Barcelona, el problema es que el turismo no decida que Barcelona es el mejor lugar adónde ir y se busquen otros destinos, la gran industria del mundo, a día de hoy, en todos los ámbitos, vacacional, de inversiones, de congresos y el hecho de que Barcelona juegue en esta liga, no es casual, es un mérito construído durante muchos años y sería absurdo poner en riesgo un éxito colectivo que se llama Barcelona o una marca que, afortunadamente, continúa teniendo buena reputación en nuestro entorno más inmediato y en nuestro colectivo internacional más lejano. Lo que toca ahora es tener los pies en el suelo, ver el éxito como lo que es, una cosa positiva, creer en las posibilidades de Barcelona y facilitar que la ciudad vuelva a ser lo que ha sido en el pasado, que se posicione en los principales ránquins internacionales y que eso provoque que las principales fuentes de ingresos necesiten invertir en Barcelona y no lo hagan en otros destinos en detrimento de nuestra ciudad.


¿Cree que la restauración barcelonesa se sintió hundida frente a Madrid cuando allá en plena Covid sus políticos permitieron que la hostelería permaneciera abierta?

Madrid acertó mejor en el momento de tomar decisiones porque las restricciones tan severas que tuvimos en Catalunya, mantenidas en el tiempo, nos perjudicaron económicamente y no nos llevaron a una mejora sanitaria, puedo entender que las medidas iniciales, cuando Madrid toma la decisión de no tomar restricciones y tampoco en los momentos en que empeoraba la pandemia, decisiones severas cuando la pandemia estaba en sus peores momentos, podía tener dudas si era una estrategia acertada o no, pero con el paso del tiempo se ha demostrado que las restricciones tan severas que tuvimos en la restauración sólo han servido para tocar aún más la economía o la restauración barcelonesa y catalana y eso no ha comportado unos datos sanitarios mejores, incluso en momentos de restricciones severas de Catalunya, no provocaron que tuviésemos mejores datos sino al contrario, teníamos peores datos que las que presentaba la comunidad de Madrid, Madrid lo ha hecho mejor porque permitió dar más oxígeno al sector de la restauración, esto se ha demostrado con el paso del tiempo que no ha comportado una evolución pandémica más negativa que la que hemos tenido en Catalunya y al mismo tiempo ha comportado un mejor estado de ánimo en la ciudadanía de Madrid que no en la de barcelonesa. 


El hecho que la restauración esté abierta implica un estado de ánimo en la ciudadanía, comporta una actitud ante una crisis dura que también ha tenido Madrid, Madrid también ha sufrido y mucho las consecuencias de la Covid, también es una ciudad de éxito, también necesita de movilidad, es verdad que Madrid tiene una parte de movilidad interna del conjunto de España y con más peso de la que tiene Barcelona y esta movilidad interna se ha restablecido antes porque los mercados internacionales siempre van más lentos en restablecerse, pero todo y padecer las consecuencias de la Covid, porque cualquier ciudad grande si se le suspende la movilidad hace que no funcione como debería funcionar, tomar decisiones, como la de mantener la restauración abierta, se ha demostrado no perjudicial en la evolución de la pandemia, ha hecho que las empresas no tengan tantas consecuencias económicas como si han tenido en Catalunya y el ánimo de los madrileños ha estado razonablemente mejor que el ánimo de los catalanes por esta relación íntima, real, entre la apertura de la restauración y el conjunto de la ciudadanía.


¿Cree que realmente, ante la pandemia que hemos vivido, en que las personas estaban en los hospitales y no mejoraban, muchos murieron, las residencias, con gente de la tercera edad, que no sabían como gestionar esas vidas, una situación muy dura y dramática, en Catalunya, en caso de estar la restauración abierta, la gente hubiese tenido ganas de salir exactamente igual que en Madrid?

Los propios hechos hablan por sí mismos, cada brecha que las restricciones permitieron han hecho que la ciudadanía recuperase presencialidad y no hay contradicción entre vivir y lamentar las consecuencias gravísimas que la pandemia ha comportado y comporta en la salud de muchas personas, no son cosas incompatibles, son compatibles, Madrid y no sólo Madrid, entendió mejor, cuando se produjo el desconfinamiento, es que quién se había desconfinado no era por decisión del Gobierno de España, sino que éramos los ciudadanos quiénes nos habíamos desconfinado, los ciudadanos han actuado con mucha responsabilidad durante la pandemia pero también decidieron tirar con su vida adelante y también decidimos que llegar a final de mes también era una prioridad y, con toda la prudencia que hemos aplicado durante la pandemia, también era una necesidad vital para muchas personas, sin que eso implique que no lamentemos, que lo hacemos todos, las gravísimas consecuencias por la salud que lamentablemente ha padecido demasiada gente por el impacto de esta pandemia sanitaria tan dura, al final, la actitud de los catalanes, de los barceloneses, ha sido idéntica porque todas las brechas que las restricciones permitieron fueron debidamente correspondidas por la ciudadanía que ha demostrado con prudencia, con cautela, con precauciones, volver a hacer uso de los bares y restaurantes.


¿Cómo se consigue tener un turismo de alto nivel habiendo pasado la pandemia, con la crisis y ahora con la guerra de Rusia-Ucrania?

Hay que ir a buscarlo y ponerlo fácil, y hacerlos sentir que somos únicos teniendo en cuenta que el terreno de juego es impecable y que nuestra relación a nivel internacional continúa siendo positiva, hay que destinar muchos esfuerzos, hay que darle la vuelta al discurso que había antes de la Covid cuando parecía que el turismo no gustaba o que las inversiones molestaban, hay que tener una actitud contraria a la que hemos tenido, con mayor inversión, y destinando más tiempo, tanto por parte del sector público como del privado. 


La recuperación de Barcelona no es sólo un reto barcelonés, es un reto catalán. Barcelona es un motor económico de Catalunya y es un reto del Gobierno de España, Barcelona, no es ajena al panorama económico español, ni la marca Barcelona es sustituible por otras que existan en el panorama español. La economía catalana depende de que Barcelona siga adelante y también la economía española, y en ello, encabezados por el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat, el Gobierno de España y todos los actores del sector privado, tienen que estar implicados , tienen que garantizar atractivos para que Barcelona marche con la máxima ambición posible partiendo de un terreno de juego que funcione, en una ciudad bonita, con buena arquitectura, con cultura, con litoral, amable, segura, porque Barcelona es una ciudad segura, todo eso con actitud y ambición, se tiene que ir a arañar todo el éxito de cualquier destino que pueda interesar, tanto en lo que tiene que ver con el turismo como fuente de ingresos, como las inversiones que representan oportunidades para ahora y para el futuro.


Este año Alimentaria ha doblado el número de visitantes, ¿las Ferias son importantes a su manera de entender?

Son estratégicas, cuando hablamos de turismo, la gente cree que hablamos de turismo vacacional, es muy importante, pero el turismo de congresos es aún más importante, el número del volúmen de visitantes es muy importante porque, en meses que no son de temporada alta, hace que haya llegadas en Barcelona de personas de alto poder adquisitivo que también provocan que la ciudad pueda ser destino de inversiones por parte de empresas en un futuro, los congresos también sirven para descubrir la ciudad de Barcelona a grandes corporaciones, por tanto, es estratégico, tenemos que hacer que haya muchos Mobile, hemos de hacer que haya muchas Alimentaria, hemos de hacer que haya muchos Construmat, tenemos que hacer posible que haya muchos eventos de negocios, porque traen a mucho público con poder adquisitivo y te sitúan como aparador perfecto para grandes corporaciones que pueden tomar la decisión de generar inversiones en la ciudad de Barcelona.


He visto en la página del Gremi de Restauració que los propietarios de las terrazas instaladas durante la pandemia pueden solicitar al Ayuntamiento de Barcelona su prórroga con la única condición de adaptarse a la imagen corporativa, si son terrazas que tuvieron el permiso para instalarse a fin de poder continuar con su trabajo ¿cómo ahora se les puede pedir que hagan una inversión para que corporativamente tengan una imagen determinada?

Las inversiones nunca llegan en el mejor momento, pero el acuerdo para consolidar mesas y sillas es un acuerdo estratégico. Durante cinco años y medio, antes de la pandemia, estuvimos batallando con el Ayuntamiento sobre el tema de las terrazas, ellos tenían la voluntad de reducir el número de mesas y sillas en la vía pública, a pesar que sillas y mesas están en la calle porque la ciudadanía lo reclama, los restaurantes no tendrían interés en tener terraza si no fuera porque la ciudadanía lo pide, las terrazas se han convertido en piezas esenciales porque el consumidor las solicita y las exige. Ha sido una demanda creciente en estos tiempos de pandemia y se han producido acuerdos históricos, primero la ampliación del parque de terrazas para dar respuesta a la Covid, y ahora la consolidación de la ampliación, mejorando la estética. 


Lo que no es asumible es que una ciudad que tiene un espacio público de tanta calidad y con una gastronomía tan bien valorada a nivel internacional y a nivel local, no se puede permitir que una estética pensada para la provisionalidad se convierta en algo que se consolida con los mahones de hormigón que han salvado negocios, han salvado puestos de trabajo, y en el momento que se toma la decisión que las terrazas puedan ser definitivas es lógico que haya una mejora estética para poner la terraza a la altura del espacio público y de la oferta gastronómica, nunca es buen momento para la inversión después de una crisis, es evidente que consolidar la terraza se amortizará con el tiempo y es evidente que habrá una gran demanda, esperamos que el Ayuntamiento cumpla y que se convierta en una consolidación autorizada y con una mejora estética, porque a nadie se le escapa que los bloques de hormigón no eran un drama en un momento de excepcionalidad pero no están a la altura en el presente o en el futuro de nuestra ciudad cuando se está consiguiendo que las terrazas se queden de forma definitiva. 


No sólo hemos negociado la consolidación con la aprobación o la modificación de la normativa correspondiente, estamos pendientes que el Ayuntamiento cumpla con las expectativas que ha creado, y también hemos negociado una partida de subvención para ayudar a hacer frente a los costes, una partida que ya se puede solicitar, hay 3 millones de euros ampliable a 4’6 millones de euros, para todos los que tengan que hacer inversiones con terrazas autorizadas en la calzada, no les cubrirá toda la inversión pero somos conscientes que ayudará a la restauración después de vivir una crisis tan dura, este proceso se amortizará con el paso del tiempo y creo que esto lo tendríamos que aplaudir todos, consiguiendo con ello la estética de una ciudad con terrazas ordenadas y a la altura de la calidad de Barcelona. 


ROGER PALLAROLS 10

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