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El destino perfecto si necesitas inspiración y conexión para trabajar, relax o descubrir nuevas experiencias cerca del mar

Máncora, maravilla de la costa norte del pacífico peruano

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Presentación1

Un lugar en donde puedes dormir viendo el cielo estrellado y despertar con el mar en el horizonte, una experiencia incomparable que te hará feliz. Te atraparán sus sabores,  sus vistas, su tranquilidad y por qué no, quedarás enamorado.


Perú está lleno de lugares mágicos, de una riqueza cultural incalculable y de una exuberante belleza. Pero ¿y si te digo que este hermoso país hay un pueblo que es famoso por sus playas? Playas con aguas cuya temperatura está entre los 23 y 26,5 C° en verano ¿En el pacífico? Sí, aunque parezca increíble, y esa es solo una de sus maravillas.


Acompáñanos en este viaje a uno de los destinos más encantadores de Perú, Máncora, y descubre con nosotros por qué tantos turistas quedan enamorados con  la belleza de este pueblito escondido, alejado del ruido, lleno de confortables hoteles, hermosas palmeras y  a orillas del mar.

Para ir a Máncora

Salimos muy temprano en avión desde Lima, la capital de Perú, con destino a Piura, al aeropuerto de Talara o Tumbes. Luego iremos en auto hasta Máncora, el trayecto llevará alrededor de dos horas, hay quienes prefieren tomar un autobús y llegan en unas tres horas, lo hacen porque una vez en Máncora, todo está a la mano y las mototaxis (triciclos motorizados) te llevan a todos lados y es muy barato.


La carretera es como una serpiente que recorre el paisaje con poca vegetación y sabremos que estamos cerca cuando aparezca el mar en el fondo. ¡Ánimo, allá vamos!


Ya llegamos, ahora... ¿Dónde nos hospedamos?

Hay hoteles y hostales para escoger, y en cuanto a confort y precios hay para cubrir todas las necesidades. Todo dependerá del motivo por el que has escogido este destino.


Para quienes buscan el confort, un increíble ambiente relajante y Wifi gratis en todo momento, definitivamente el hotel Selina en Máncora es el indicado. Así que si eres un nómada digital y quieres un lugar lleno de buenas sensaciones y vistas que te inspiren ya sabes donde hospedarte.

La combinación de habitaciones de primera, piscinas que se complementan con el paisaje de arena,  bungalows y palmeras que danzan con el mar en el fondo, son propias de los hoteles de playa en Máncora.


Hay opciones muy creativas como la de KiChic que se encuentra en Pocitas, una casa que se convirtió en hotel en la que puedes conseguir habitaciones espectaculares y muy confortables, algunas con tinas para bañarte al aire libre, sin que te miren ojos no autorizados, claro está.

Para las familias hay opciones como Villas del Mar, Coco Né o Arennas y para los mochileros Loki del mar es genial, muy bueno, bonito y barato.


Cualquiera que sea la opción para hospedarte visita tu booking preferido y has tu reserva con tiempo, sobre todo entre enero y febrero.


Del mar a la boca

Puedes comer en los hoteles o puedes ir a las calles del pueblo y siempre conseguirás la especialidad, pescados y mariscos, solo espera a que experimentes la explosión de sabores al comer en esta zona de Perú, es alucinante. Todo es fresco, es algo que tienes que probar.


La idea de viajar es experimentar nuevas cosas así que a comer cebiches con pescado y limón o el cebiche que es con conchas negras de manglar. La Parihuela te levantará el ánimo como nunca, lleva mariscos, pescados y ajíes. Atrévete a probar el Chinguirito, el seco de chabelo, que es guiso de carne seca con plátano, ¿tiradito?, ¿chicharrón de pescado?, ¿exótico? La verdad es que en Máncora todo lo es.


Entre los restaurantes en donde puede comer muy bien, por supuesto que dependerá de lo que busques, están: Yuka Mancora, Smokin Brothers o La Sirena D’Juan, por mencionar algunos. La comida no se limita a lo típico, así que no te preocupes, eso sí no te equivoques al ver las fachadas de algunos, al entrar descubrirás que es gastronomía de alto nivel.


¿Y qué más podemos hacer en Máncora?

El clima de Máncora es bueno todo el año, aunque entre enero y febrero es más cálido. Significa que siempre hay mucho por hacer. Por supuesto que al estar frente al mar, las actividades acuáticas predominan. Si amas la vida marina, los paseos en bote son la mejor elección, verás ballenas jorobadas, lobos de mar, delfines, tortugas, en un recorrido de unas dos horas, prepárate porque será inolvidable.


Si nunca has surfeado, este es el mejor momento para montarte en tu tabla y de la mano de los expertos de las escuelas en la playa, podrás convertirte aunque sea por unos días, en rey o reina de las olas. En Máncora las olas son ideales para aprender. La otra cosa es que el agua es divina y eso se debe al encuentro de las corrientes de las  cálidas aguas ecuatoriales y las corrientes frías de Humboldt. 


También puedes bucear, hacer esnórquel, nadar junto a las tortugas o visitar el Santuario Nacional Manglares de Tumbes. Pero si quieres otro tipo de aventuras debes ir a la Caprichosa, a media hora de Máncora, una hacienda que te retará con su circuito de aventura con trapecios, cables, puentes, y redes a 10 metros del suelo, eso sí, cuidando las medidas de seguridad.


Con el espectacular sol al alba o al ocaso, con un paisaje digno de un paraíso, un paseo a caballo por la orilla del mar es una experiencia de película. Y mientras el sol hace su espectáculo de despedida, ya en bares como Wiracocha Surf Restobar o Wild Rover Hostel comienzan a prenderse las fiestas, famosas por lo alocadas y divertidas que pueden ser.


Ni en broma dejes de tomar el Pisco Sour y por la resaca no te preocupes, porque una buena cocada o el agua de coco, serán suficiente para aliviarse y volver a la diversión.

Si necesitas inspiración y conexión para trabajar, relax o descubrir nuevas experiencias en un destino cerca del mar, Máncora es perfecto para ti. 

Máncora, maravilla de la costa norte del pacífico peruano

El destino perfecto si necesitas inspiración y conexión para trabajar, relax o descubrir nuevas experiencias cerca del mar
Redacción
lunes, 22 de noviembre de 2021, 08:36 h (CET)

Presentación1

Un lugar en donde puedes dormir viendo el cielo estrellado y despertar con el mar en el horizonte, una experiencia incomparable que te hará feliz. Te atraparán sus sabores,  sus vistas, su tranquilidad y por qué no, quedarás enamorado.


Perú está lleno de lugares mágicos, de una riqueza cultural incalculable y de una exuberante belleza. Pero ¿y si te digo que este hermoso país hay un pueblo que es famoso por sus playas? Playas con aguas cuya temperatura está entre los 23 y 26,5 C° en verano ¿En el pacífico? Sí, aunque parezca increíble, y esa es solo una de sus maravillas.


Acompáñanos en este viaje a uno de los destinos más encantadores de Perú, Máncora, y descubre con nosotros por qué tantos turistas quedan enamorados con  la belleza de este pueblito escondido, alejado del ruido, lleno de confortables hoteles, hermosas palmeras y  a orillas del mar.

Para ir a Máncora

Salimos muy temprano en avión desde Lima, la capital de Perú, con destino a Piura, al aeropuerto de Talara o Tumbes. Luego iremos en auto hasta Máncora, el trayecto llevará alrededor de dos horas, hay quienes prefieren tomar un autobús y llegan en unas tres horas, lo hacen porque una vez en Máncora, todo está a la mano y las mototaxis (triciclos motorizados) te llevan a todos lados y es muy barato.


La carretera es como una serpiente que recorre el paisaje con poca vegetación y sabremos que estamos cerca cuando aparezca el mar en el fondo. ¡Ánimo, allá vamos!


Ya llegamos, ahora... ¿Dónde nos hospedamos?

Hay hoteles y hostales para escoger, y en cuanto a confort y precios hay para cubrir todas las necesidades. Todo dependerá del motivo por el que has escogido este destino.


Para quienes buscan el confort, un increíble ambiente relajante y Wifi gratis en todo momento, definitivamente el hotel Selina en Máncora es el indicado. Así que si eres un nómada digital y quieres un lugar lleno de buenas sensaciones y vistas que te inspiren ya sabes donde hospedarte.

La combinación de habitaciones de primera, piscinas que se complementan con el paisaje de arena,  bungalows y palmeras que danzan con el mar en el fondo, son propias de los hoteles de playa en Máncora.


Hay opciones muy creativas como la de KiChic que se encuentra en Pocitas, una casa que se convirtió en hotel en la que puedes conseguir habitaciones espectaculares y muy confortables, algunas con tinas para bañarte al aire libre, sin que te miren ojos no autorizados, claro está.

Para las familias hay opciones como Villas del Mar, Coco Né o Arennas y para los mochileros Loki del mar es genial, muy bueno, bonito y barato.


Cualquiera que sea la opción para hospedarte visita tu booking preferido y has tu reserva con tiempo, sobre todo entre enero y febrero.


Del mar a la boca

Puedes comer en los hoteles o puedes ir a las calles del pueblo y siempre conseguirás la especialidad, pescados y mariscos, solo espera a que experimentes la explosión de sabores al comer en esta zona de Perú, es alucinante. Todo es fresco, es algo que tienes que probar.


La idea de viajar es experimentar nuevas cosas así que a comer cebiches con pescado y limón o el cebiche que es con conchas negras de manglar. La Parihuela te levantará el ánimo como nunca, lleva mariscos, pescados y ajíes. Atrévete a probar el Chinguirito, el seco de chabelo, que es guiso de carne seca con plátano, ¿tiradito?, ¿chicharrón de pescado?, ¿exótico? La verdad es que en Máncora todo lo es.


Entre los restaurantes en donde puede comer muy bien, por supuesto que dependerá de lo que busques, están: Yuka Mancora, Smokin Brothers o La Sirena D’Juan, por mencionar algunos. La comida no se limita a lo típico, así que no te preocupes, eso sí no te equivoques al ver las fachadas de algunos, al entrar descubrirás que es gastronomía de alto nivel.


¿Y qué más podemos hacer en Máncora?

El clima de Máncora es bueno todo el año, aunque entre enero y febrero es más cálido. Significa que siempre hay mucho por hacer. Por supuesto que al estar frente al mar, las actividades acuáticas predominan. Si amas la vida marina, los paseos en bote son la mejor elección, verás ballenas jorobadas, lobos de mar, delfines, tortugas, en un recorrido de unas dos horas, prepárate porque será inolvidable.


Si nunca has surfeado, este es el mejor momento para montarte en tu tabla y de la mano de los expertos de las escuelas en la playa, podrás convertirte aunque sea por unos días, en rey o reina de las olas. En Máncora las olas son ideales para aprender. La otra cosa es que el agua es divina y eso se debe al encuentro de las corrientes de las  cálidas aguas ecuatoriales y las corrientes frías de Humboldt. 


También puedes bucear, hacer esnórquel, nadar junto a las tortugas o visitar el Santuario Nacional Manglares de Tumbes. Pero si quieres otro tipo de aventuras debes ir a la Caprichosa, a media hora de Máncora, una hacienda que te retará con su circuito de aventura con trapecios, cables, puentes, y redes a 10 metros del suelo, eso sí, cuidando las medidas de seguridad.


Con el espectacular sol al alba o al ocaso, con un paisaje digno de un paraíso, un paseo a caballo por la orilla del mar es una experiencia de película. Y mientras el sol hace su espectáculo de despedida, ya en bares como Wiracocha Surf Restobar o Wild Rover Hostel comienzan a prenderse las fiestas, famosas por lo alocadas y divertidas que pueden ser.


Ni en broma dejes de tomar el Pisco Sour y por la resaca no te preocupes, porque una buena cocada o el agua de coco, serán suficiente para aliviarse y volver a la diversión.

Si necesitas inspiración y conexión para trabajar, relax o descubrir nuevas experiencias en un destino cerca del mar, Máncora es perfecto para ti. 

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