En otoño, a Albalate del Arzobispo (Terue), le ha salido una flor. No sé si lleva tiempo allí, pero luce linda. y no se arruga. Sus pétalos son de piedra roja que se mantienen perpetuamente enhiestas. Luego, debe de ser una rosa ¿o no? Su tronco es de agua de un color esmeralda acariciante y se ondula hacia abajo ¡qué flor más rara! Sus hojas se bifurcan hacia arriba; para aquí, para allá, se meten y salen.... Pero ¿será una planta corona de espinas? Mira, es tan bella, que le han puesto una alambrada para protegerla de los desaprensivos.
En algunos sitios han colocado unas barandillas y miradores para que la gente pueda disfrutar de su espectacular aroma sin pincharse. Pintado en algunos de sus cóncavos pétalos, los antiguos pintaron graffitis de animales y cazadores con arcos. En otros, dejaron petroglifos en forma de cruz labrados a golpe de alguna fría herramienta en sus sensibles y delicadas corolas.
¿Será una palma de Madagascar? Pero no, no puede ser porque por dentro está llena de vegetación. Entre otros árboles, el otro día vi chopos y sauces llorones que ya amarilleaban, carrascas, cañaverales... También vi una acequia con una cascada y una central hidroeléctrica. Entonces no, aunque lo parece no es una flor. Con toda seguridad es el Parque Cultural del Río Martín.
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