Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Garzón | Ministro | Carne | Contaminación | Alimentación | GOBIERNO
Se le ha ocurrido sentenciar que las flatulencias de las vacas contaminan más que los coches

Las ocurrencias de Garzón (el ministro)

|

Creo que le haría un flaco favor a mis sufridos y admirados lectores si no fuera capaz de transmitirles la realidad de los aconteceres que un día si y otro también, protagonizan los ministros y ministras del gobierno que tenemos la paciencia de padecer, encabezados por el radical peronista Pedro Sánchez.


Hoy toca hacer una referencia al Ministro que dice velar por la salud alimentaria de todos los españoles, el malagueño Alberto Garzón. Inmerso como está en la batalla cultural de las ideas al más puro estilo Gramsciano –Errejón, toma nota-, se le ha ocurrido sentenciar que las flatulencias de las vacas (pedos en lenguaje de nuestro inolvidable Camilo José Cela) contaminan más que los coches.


Si a ello le unimos que las heces de los cerdos son también peligrosamente contaminantes, (sic) nos encontramos con el grave problema de qué hacer para contener los pedos de cerca de siete millones de vacas en España o los excrementos de más de veintiocho millones de cerdos que conforman la cabaña española de uno y otro ganado, según datos del Ministerio de Agricultura.


La solución nos las da el comunista Garzón. A la pesadilla de las mascarillas, de la tasa de incidencias acumuladas, de las variantes del virus o de los indultos de la cabaña independentista, hay que sumar ahora la vigilancia a la que estaremos sometidos por la policía alimentaria para impedir que los españoles podamos disfrutar de un buen chuletón de vaca gallega o de un cochinillo segoviano.


En el fondo el Ministro Garzón, al que le auguro menos porvenir que a un vegano con indigesta de jamón de bellota, ha demostrado tener un ramalazo de buen cristiano. Nos recomienda prolongar la abstinencia de carne más allá de Cuaresma y Semana Santa, cosa que es muy de agradecer o quizás sea que es más aficionado a consumir  las deliciosas raciones de gambas de su tierra malagueña o las abundantes mariscadas de las que han disfrutado en Andalucía algunos de sus compañeros sindicalistas a costa de los ERES.


Sr. Ministro, sea por una vez sincero y honesto consigo mismo y reconozca que le han regalado una cartera colegial con  lápices de colores y una cuaderno para que se entretenga pintando hasta que el divino Sánchez se la expropie. Si se aburre, déjenos al menos que podamos disfrutar de lo poco que nos va quedando a los españoles, la buena mesa y el poder saborear junto a un buen vino, un hermoso solomillo de nuestra bendita tierra española. No haga bueno al refranero español que dice que “cuando el diablo no tiene que hacer, con algo se tiene que entretener”

Las ocurrencias de Garzón (el ministro)

Se le ha ocurrido sentenciar que las flatulencias de las vacas contaminan más que los coches
Jorge Hernández Mollar
lunes, 12 de julio de 2021, 08:39 h (CET)

Creo que le haría un flaco favor a mis sufridos y admirados lectores si no fuera capaz de transmitirles la realidad de los aconteceres que un día si y otro también, protagonizan los ministros y ministras del gobierno que tenemos la paciencia de padecer, encabezados por el radical peronista Pedro Sánchez.


Hoy toca hacer una referencia al Ministro que dice velar por la salud alimentaria de todos los españoles, el malagueño Alberto Garzón. Inmerso como está en la batalla cultural de las ideas al más puro estilo Gramsciano –Errejón, toma nota-, se le ha ocurrido sentenciar que las flatulencias de las vacas (pedos en lenguaje de nuestro inolvidable Camilo José Cela) contaminan más que los coches.


Si a ello le unimos que las heces de los cerdos son también peligrosamente contaminantes, (sic) nos encontramos con el grave problema de qué hacer para contener los pedos de cerca de siete millones de vacas en España o los excrementos de más de veintiocho millones de cerdos que conforman la cabaña española de uno y otro ganado, según datos del Ministerio de Agricultura.


La solución nos las da el comunista Garzón. A la pesadilla de las mascarillas, de la tasa de incidencias acumuladas, de las variantes del virus o de los indultos de la cabaña independentista, hay que sumar ahora la vigilancia a la que estaremos sometidos por la policía alimentaria para impedir que los españoles podamos disfrutar de un buen chuletón de vaca gallega o de un cochinillo segoviano.


En el fondo el Ministro Garzón, al que le auguro menos porvenir que a un vegano con indigesta de jamón de bellota, ha demostrado tener un ramalazo de buen cristiano. Nos recomienda prolongar la abstinencia de carne más allá de Cuaresma y Semana Santa, cosa que es muy de agradecer o quizás sea que es más aficionado a consumir  las deliciosas raciones de gambas de su tierra malagueña o las abundantes mariscadas de las que han disfrutado en Andalucía algunos de sus compañeros sindicalistas a costa de los ERES.


Sr. Ministro, sea por una vez sincero y honesto consigo mismo y reconozca que le han regalado una cartera colegial con  lápices de colores y una cuaderno para que se entretenga pintando hasta que el divino Sánchez se la expropie. Si se aburre, déjenos al menos que podamos disfrutar de lo poco que nos va quedando a los españoles, la buena mesa y el poder saborear junto a un buen vino, un hermoso solomillo de nuestra bendita tierra española. No haga bueno al refranero español que dice que “cuando el diablo no tiene que hacer, con algo se tiene que entretener”

Noticias relacionadas

Alberga la voz protocolo acepciones varias. La cuarta de ellas, siguiendo al DRAE, define esta palabra como ”secuencia detallada de un proceso de actuación científica, técnica, médica, etc.”. Al parecer, todo protocolo supone una garantía para evitar decisiones improvisadas en los distintos ámbitos y tranquilizar, de paso, a los destinatarios de la actuación, que pueden ser los miembros de un colectivo concreto o, en algunos casos, toda la población.

Si algo nos va quedando claro, es la enorme complicación de la cual formamos parte activa. El cielo nos plantea retos de altura si queremos ser consecuentes y la materia resulta muy superficial, la mayor parte es indetectable en el Universo como materia oscura. Las energías y las condensaciones nos traen de cabeza, hasta el punto de que avanzamos sin avanzar, de ver sin ver, o muchas situaciones similares.

Hoy comienzan las elecciones en la India. Están habilitados para votar más de 960 millones de habitantes en comicios de formato singular que van a durar 44 días. El país encarna la mayor democracia del mundo y, a diferencia de lo que suele acontecer en occidente, se espera un incremento del número de ciudadanos que acudan a las urnas.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto