Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Comunicación positiva
Los políticos, en el punto de mira

Blancos humanos

|

Resulta curioso que nuestro ministro de Hacienda, en un alarde de impenitente cinismo sólo comparable al del mismísimo Juan Carlos Monedero, le reproche al hombre tosco de Podemos haber utilizado los recursos que la Administración Pública española pone a disposición de todos los contribuyentes para ahorrarse unos buenos cuartos en impuestos. Curioso, porque en los tres años y medio que forma parte del gobierno de Mariano Rajoy no ha movido un solo dedo para eliminarlos o, en su defecto, modificarlos a favor de la Agencia Tributaria.

Eso no es óbice, sin embargo, para que un personaje tan peculiar como el profesor de Ciencias Políticas de La Complutense, deba a mi juicio hacer examen de conciencia y, a continuación, dar un paso atrás para no acabar perjudicando al resto de la formación política. A poco que reflexione, tiene que darse cuenta de que con su imprudente actuación ha dejado en entredicho todo el discurso en pro de la solidaridad con los que menos tienen.

Cuesta creer que un sujeto tan listo como Monedero, o al menos esa es la primera impresión que genera en los otros alguien de su altura intelectual y con unos antecedentes académicos brillantes, no haya podido comprender todavía a estas alturas de su recorrido vital que la virtud se demuestra con el ejemplo y no haciendo brindis vacíos al Sol. Y es que cuando un partido se presenta como adalid contra la corrupción y ejemplo de transparencia, con una vehemencia de inconfundible compromiso con la ciudadanía, tal y como viene haciendo el partido político de Monedero desde que decidió postularse para ocupar puestos de responsabilidad en las Administraciones, no puede permitirse el lujo de mantenerle, cuando menos, en la primera línea de la formación.

Blancos humanos

Los políticos, en el punto de mira
Francisco J. Caparrós
martes, 10 de febrero de 2015, 08:17 h (CET)
Resulta curioso que nuestro ministro de Hacienda, en un alarde de impenitente cinismo sólo comparable al del mismísimo Juan Carlos Monedero, le reproche al hombre tosco de Podemos haber utilizado los recursos que la Administración Pública española pone a disposición de todos los contribuyentes para ahorrarse unos buenos cuartos en impuestos. Curioso, porque en los tres años y medio que forma parte del gobierno de Mariano Rajoy no ha movido un solo dedo para eliminarlos o, en su defecto, modificarlos a favor de la Agencia Tributaria.

Eso no es óbice, sin embargo, para que un personaje tan peculiar como el profesor de Ciencias Políticas de La Complutense, deba a mi juicio hacer examen de conciencia y, a continuación, dar un paso atrás para no acabar perjudicando al resto de la formación política. A poco que reflexione, tiene que darse cuenta de que con su imprudente actuación ha dejado en entredicho todo el discurso en pro de la solidaridad con los que menos tienen.

Cuesta creer que un sujeto tan listo como Monedero, o al menos esa es la primera impresión que genera en los otros alguien de su altura intelectual y con unos antecedentes académicos brillantes, no haya podido comprender todavía a estas alturas de su recorrido vital que la virtud se demuestra con el ejemplo y no haciendo brindis vacíos al Sol. Y es que cuando un partido se presenta como adalid contra la corrupción y ejemplo de transparencia, con una vehemencia de inconfundible compromiso con la ciudadanía, tal y como viene haciendo el partido político de Monedero desde que decidió postularse para ocupar puestos de responsabilidad en las Administraciones, no puede permitirse el lujo de mantenerle, cuando menos, en la primera línea de la formación.

Noticias relacionadas

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

Gladio (espada en latín), fue el nombre que se le dio a la "red de agentes durmientes desplegados por la OTAN en Italia y preparados para entrar en acción en caso de que los soviéticos invadieran Europa Occidental", y serían la fuerza aliada que permanecería detrás de las líneas soviéticas para facilitar el contraataque.

El diccionario es permisivo, incluye la rigidez en la delimitación de las entradas y salidas; al tiempo que acoge la pérdida de los formatos cerebrales a la hora de regular las ideas entrantes o las emitidas tras elucubraciones varias. A veces no está tan claro si apreciamos más los desajustes o seguimos fieles a ciertos límites establecidos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto