Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Televisión y Medios
Etiquetas | Reporteros | Periodismo | Navidad
Cinco años de carrera -ahora cuatro-, algún que otro carísimo máster de reporterismo ilustrado y prácticas y más prácticas sin remunerar o 'mal pagás' para acabar en televisión

Del reportero dicharachero al 'reportero conector'

|

Captura

Calor y sudar mucho. Gente borracha y solo poder observar. Frío. Señoras sordas. Nevadas. Individuos que siempre quieren enganchar el micro. Aguaceros. Espontáneos revientadirectos. Tener que correr delante de las vaquillas te gusten o no los toros. Sonreír y responder con amabilidad cada vez que se te pregunte por la cadena dónde se va a emitir 'esto'.


Son muchos 'los grandes clásicos' que tiene que aguantar el reportero de televisión al uso pero, claro está, forman parte de su día a día en el currele. Lo que pasa, que por eso escribo esta carta abierta urgente en defensa del buen hacer de los cronistas del directo en la calle, es que cada vez más se está produciendo algo que como compañero periodista no me gusta ni un pelo. Lo que yo denomino el escandaloso caso del 'reportero conector'. Lo explico:
Escandaloso por lo que implica: la pérdida total de la función natural más fundamental del reportero.

Ya son varios los programas en donde los reporteros simplemente tienen como misión ser solo y exclusivamente 'antenas repetidoras' de todo lo que desde un plató se dice o se pregunta. Es verdad que solo pasa esto en programas de actualidad como Ya es mediodía o Sálvame y no en los 17 Españas Directos o los mismos españolitos con vidas súper ideales por el mundo que existen, pero como periodista qué voy a decir. Que me parece mal no, muy mal tampoco: tremendamente mal y, sobre todo, humillante.

Cinco años de carrera -ahora cuatro-, algún que otro carísimo máster de reporterismo ilustrado y prácticas y más prácticas sin remunerar o 'mal pagás' para acabar en televisión y, además de congelarte de frío o asarte de calor en jornadas de a veces más de ocho horas, no poder hacer lo único que más te gusta: preguntar. Para eso ya está Sónsoles con su maravilloso flequi tan característico en ella que sentadita desde plató y sin mover un dedo usa de simplón mensajero al que en sus orígenes era importante y dicharachero, como la famosa rana de felpa.

Si ya no es solo por la defensa del trabajo real de un reportero; que ya es motivo suficiente, es también porque hasta el gran público lo agradecería. No es muy dinámico ver como la 'Sonso' le traslada la pregunta al susodicho y este, como por efecto rebote y desquiciándonos a todos con el archirenombrado retorno, se la pasa al entrevistado. Preguntita duplicada en una tele que se supone que quiere ser fresca, ágil y rápida. El teléfono roto parece a veces.

¿Creéis que exagero? Eso pensaría yo si leyese esta crítica pero... poco o mucho tiene que estarse extendiendo este inaceptable síndrome del 'reportero conector' si a gente cercana a mi pero ajena al mundo de la tele les ha llamado clamorosamente la atención esta vírica afección en programas de todas las cadenas. Tanto como para que me hicieran plantearme en serio denunciar hoy desde mi humilde tribuna esta situación que tanto se ha normalizado. Y como nadie me va a hacer caso me permito terminar el texto pidiendo para el 2021 una vacuna más, ya que estamos, para luchar contra este otro virus televisivo. Total, por pedir a Papá Noel que no quede... ¡Felices fiestas!

Del reportero dicharachero al 'reportero conector'

Cinco años de carrera -ahora cuatro-, algún que otro carísimo máster de reporterismo ilustrado y prácticas y más prácticas sin remunerar o 'mal pagás' para acabar en televisión
Kaik Espada Martín
martes, 22 de diciembre de 2020, 12:30 h (CET)

Captura

Calor y sudar mucho. Gente borracha y solo poder observar. Frío. Señoras sordas. Nevadas. Individuos que siempre quieren enganchar el micro. Aguaceros. Espontáneos revientadirectos. Tener que correr delante de las vaquillas te gusten o no los toros. Sonreír y responder con amabilidad cada vez que se te pregunte por la cadena dónde se va a emitir 'esto'.


Son muchos 'los grandes clásicos' que tiene que aguantar el reportero de televisión al uso pero, claro está, forman parte de su día a día en el currele. Lo que pasa, que por eso escribo esta carta abierta urgente en defensa del buen hacer de los cronistas del directo en la calle, es que cada vez más se está produciendo algo que como compañero periodista no me gusta ni un pelo. Lo que yo denomino el escandaloso caso del 'reportero conector'. Lo explico:
Escandaloso por lo que implica: la pérdida total de la función natural más fundamental del reportero.

Ya son varios los programas en donde los reporteros simplemente tienen como misión ser solo y exclusivamente 'antenas repetidoras' de todo lo que desde un plató se dice o se pregunta. Es verdad que solo pasa esto en programas de actualidad como Ya es mediodía o Sálvame y no en los 17 Españas Directos o los mismos españolitos con vidas súper ideales por el mundo que existen, pero como periodista qué voy a decir. Que me parece mal no, muy mal tampoco: tremendamente mal y, sobre todo, humillante.

Cinco años de carrera -ahora cuatro-, algún que otro carísimo máster de reporterismo ilustrado y prácticas y más prácticas sin remunerar o 'mal pagás' para acabar en televisión y, además de congelarte de frío o asarte de calor en jornadas de a veces más de ocho horas, no poder hacer lo único que más te gusta: preguntar. Para eso ya está Sónsoles con su maravilloso flequi tan característico en ella que sentadita desde plató y sin mover un dedo usa de simplón mensajero al que en sus orígenes era importante y dicharachero, como la famosa rana de felpa.

Si ya no es solo por la defensa del trabajo real de un reportero; que ya es motivo suficiente, es también porque hasta el gran público lo agradecería. No es muy dinámico ver como la 'Sonso' le traslada la pregunta al susodicho y este, como por efecto rebote y desquiciándonos a todos con el archirenombrado retorno, se la pasa al entrevistado. Preguntita duplicada en una tele que se supone que quiere ser fresca, ágil y rápida. El teléfono roto parece a veces.

¿Creéis que exagero? Eso pensaría yo si leyese esta crítica pero... poco o mucho tiene que estarse extendiendo este inaceptable síndrome del 'reportero conector' si a gente cercana a mi pero ajena al mundo de la tele les ha llamado clamorosamente la atención esta vírica afección en programas de todas las cadenas. Tanto como para que me hicieran plantearme en serio denunciar hoy desde mi humilde tribuna esta situación que tanto se ha normalizado. Y como nadie me va a hacer caso me permito terminar el texto pidiendo para el 2021 una vacuna más, ya que estamos, para luchar contra este otro virus televisivo. Total, por pedir a Papá Noel que no quede... ¡Felices fiestas!

Noticias relacionadas

Los jóvenes españoles han adoptado de manera masiva las plataformas de streaming, relegando a un segundo plano la televisión tradicional. La inmediatez y la posibilidad de consumir contenido a la carta han marcado un cambio en los hábitos de las generaciones más jóvenes. La televisión lineal no satisface las expectativas de un público acostumbrado a la interactividad en un mundo digital. En España, el 64% de los jóvenes entre 18 y 24 años prefiere programas en streaming.

El fenómeno del deporte habla un lenguaje universal de enorme atractivo para los espectadores. Tanto es así que el deporte está detrás de una de cada cinco nuevas suscripciones de servicios de TV de pago o vídeo bajo demanda (VoD) en el mundo, según el estudio Entertainment on Demand, de Kantar Worldpanel.

Netflix ha desvelado el título de su nuevo proyecto producido por Javier Calvo y Javier Ambrossi por parte de Suma Content. Superestar es el nombre de la nueva ficción creada por Nacho Vigalondo, una serie que girará en torno a los comienzos artísticos de la cantante Yurena, que se dio a conocer como Tamara, un fenómeno que se convirtió en un auténtico icono popular del inicio de la década de los 2000 tras el lanzamiento de la canción No cambié y su posterior álbum Superestar.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto