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'In illo tempore', lo de dedicarse a la política estaba reservado a la elite, en interés de la comunidad, y se decía que era una vocación; término que sonaba bien para el auditorio de incautos de la época. Tras los cambios, y ya en un plano más realista, pasó a ser una profesión remunerada como cualquier otra dentro del panorama social, para no solo sobrevivir sino llevar la mejor vida posible.
Tenemos un presidente que miente hasta al médico; es de una condición y no hay quién le cambie. «No miento, es un cambio de opinión», ha llegado a decir. Ni siquiera se da cuenta de que miente en todo y a todos, como lleva años haciendo con Carles Puigdemont. Mintió al juez cuando acudió como testigo y miente a los españoles cada vez que improvisa una rueda de prensa.
Las clases dominantes de los países de la Unión Europea han dado un gravísimo paso en su entrega, económica, política y militar, a la superpotencia estadounidense y a sus inaceptables exigencias para que financiemos sus esfuerzos para tratar de retrasar su ocaso imperial.
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