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"Lo perdí todo por miedo al fracaso"

El amor para Olivia Campos Ginbartg

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No importa ya lo pasado. Miraré hacia adelante con energía, aunque lo recuerde hoy, día 28-11-2008.


Fui incapaz de contarte mi vida, te escribí, pero esa carta jamás se envió. Fui incapaz de mirarte a los ojos y te llamé por teléfono, pero al contestarme tú, lo colgaba. Fui incapaz de acariciarte el pelo, pero te envié un peluche a una dirección equivocada para que durmieras con el. No logré descubrir cual era tu perfume pues no me acercaba a ti, pero esa supuesta fragancia fue sustituida por la de rosas y claveles en una tienda de mi pueblo.


¿Sabes?, lo he perdido todo por miedo a un fracaso que se anunciaba día a día con tu desprecio. Fue una pena haberme equivocado y bueno fue disimularlo, pero esperando a un nuevo amor me pasaron los años...


Con el tiempo supe de ti, tenías rosas y claveles en tu jardín, enviaste tantas cartas que ya no podían contarse a un destinatario inexistente, recibí muchas llamadas de números desconocidos... ¿Sabes por qué?... porque tú eras mío y yo tuya, pero nos separaron los astros, las diferencias, el interés y por eso: "Ahora somos dos barcos que navegan sin rumbo en medio del océano y pronunciando vamos nuestros nombres, en silencio, para que el otro... no pueda escucharlo". A pesar de eso, jamás escribiré: "Que has sido mi amor".


Dedicado a Unicef y a mis amigos de Madrid. 

El amor para Olivia Campos Ginbartg

"Lo perdí todo por miedo al fracaso"
Aurora Peregrina Varela Rodriguez
lunes, 23 de noviembre de 2020, 14:42 h (CET)

No importa ya lo pasado. Miraré hacia adelante con energía, aunque lo recuerde hoy, día 28-11-2008.


Fui incapaz de contarte mi vida, te escribí, pero esa carta jamás se envió. Fui incapaz de mirarte a los ojos y te llamé por teléfono, pero al contestarme tú, lo colgaba. Fui incapaz de acariciarte el pelo, pero te envié un peluche a una dirección equivocada para que durmieras con el. No logré descubrir cual era tu perfume pues no me acercaba a ti, pero esa supuesta fragancia fue sustituida por la de rosas y claveles en una tienda de mi pueblo.


¿Sabes?, lo he perdido todo por miedo a un fracaso que se anunciaba día a día con tu desprecio. Fue una pena haberme equivocado y bueno fue disimularlo, pero esperando a un nuevo amor me pasaron los años...


Con el tiempo supe de ti, tenías rosas y claveles en tu jardín, enviaste tantas cartas que ya no podían contarse a un destinatario inexistente, recibí muchas llamadas de números desconocidos... ¿Sabes por qué?... porque tú eras mío y yo tuya, pero nos separaron los astros, las diferencias, el interés y por eso: "Ahora somos dos barcos que navegan sin rumbo en medio del océano y pronunciando vamos nuestros nombres, en silencio, para que el otro... no pueda escucharlo". A pesar de eso, jamás escribiré: "Que has sido mi amor".


Dedicado a Unicef y a mis amigos de Madrid. 

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