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Los tres Orientes: El vergel de las mil maravillas | |||
Desde el Taj Mahal de la India a las pirámides egipcias, los desiertos arabescos o los campos rurales vietnamitas, hasta los paisajes de ensueño mongoles y las selvas de malasia, Oriente es un vergel de multiculturalidad y belleza | |||
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Oriente Próximo, Oriente Medio y el Lejano Oriente tienen tanto de territorio como de belleza angélica. Su vastedad es sólo causa del insuperable fruto de su esencia, cuyo mordisco endulza ya hasta las regiones más recónditas del alma. Ante tal insondable concatenación de paraísos, únicamente existe una ruta hábil: dejarse llevar paulatinamente y sin apenas mapa por sus mil maravillas. Viajar concede al viajante una fuentede conocimiento y riqueza vital incomparable con otros capítulos de la existencia. Mediante el intercambio de costumbres y culturas la esencia humana trasciende de su sede autóctona para regocijarse en la variedad. No se trata tan sólo de ampliar el álbum vacacional con material más insólito, sino de cargar la estantería memorial de aprendizaje y recuerdos inmarcesibles. Todo bajo un noble propósito que subyace al espíritu turístico y a la relajación tras la aspereza del día a día: calarse con más firmeza en el crisol de bellezas del ser humano. Mientras en Occidente impera una cierta vocación hacia la modernidad, con los ojos perpetuamente puestos en el futuro y su titánica metamorfosis, Oriente goza de una atmósfera antigua en cuyos ecos del pasado se integra el hoy con gran holgura. Sujeto a una gradualidad que atraviesa parte del globo desde Oriente Próximo, con países como Arabia Saudita y Palestina, y pasando por Oriente Medio hasta el Lejano Oriente, conformado por países tan distintos como Japón y Vietnam. Lugares donde la tradición jamás se desarraiga, ligándose a una contemporaneidad teñida de viveza, color y una intensa y vasta historia para el deleite de cualquier turista cultura. Es increíblemente difícil dibujar los puntos de fuga que deben conducir hacia el mejor de los lugares de destino de Oriente. Cada país goza de un carácter distintivo, aunque su motivo de interés al visitarlo depende en enorme grado del visitante. No obstante, una solución consistiría en señalar los países que mejor engloban la cohesión de distintas características entre otros de similar esencia. Así como en, por ejemplo, Europa las diferencias entre países como Alemania o Francia no son demasiado dispares para entender con cierta globalidad el talante europeo, ocurre lo mismo en Oriente y en otros lugares del mundo. Es recomendable trazar un recorrido entre ubicaciones clave para conseguir una mayor apreciación generalizada de Oriente. Tras ello, habiendo surcado mediante ejemplos el alma de cada región, es momento de penetrar con más precisión en sus espíritus recónditos. Ya no sólo visitando capitales o ciudades principales, sino penetrando en el formidable organismo que configuran sus pueblos y pequeñas localidades. De cuyas auténticas atmósferas extraer el jugo elemental de Oriente, acudiendo allá donde la remotidad de los orígenes tiene todavía la importancia de la actual grandeza. Desde el Taj Mahal de la India a las pirámides egipcias, los desiertos arabescos o los campos rurales vietnamitas, hasta los paisajes de ensueño mongoles y las selvas de malasia, Oriente es un vergel de multiculturalidad y belleza. A efectos prácticos, su paraíso no entiende de rutas concretas, ni caminos rectos, ni decisiones firmes. Sólo alberga espacio para un dejarse llevar descontroladamente a través de su gigantesco laberinto onírico. Sin más mapa que aquel creado por el mismo camino al realizarse. Tal es su vastedad, que conocer los secretos de Oriente es sólo posible dedicando a su búsqueda la constancia de una vida. |
Románticos, apasionados, vibrantes, inolvidables… y ¿fugaces? Así son los amores de verano. Aquellos amores inesperados que surgen como consecuencia de los planes veraniegos, de las casualidades que solo el verano puede traer. Danny y Sandy en Grease, Noah y Allie en el Diario de Noah o Baby y Johnny en Dirty Dancing son algunos ejemplos de historias de amor que nacieron durante el verano y que parece que no fueron tan fugaces (y sí muy intensas).
Según un análisis de más de 52 estudios científicos internacionales realizados en los últimos 5 años, se confirma algo que muchas familias ya experimentan en su día a día: vivir con un perro tiene un impacto positivo real en nuestra salud. En el caso de los más pequeños, ese impacto se traduce en actividad física de más calidad—gracias al juego y los paseos—, más contacto con el entorno natural y más oportunidades para sentirse acompañados y emocionalmente seguros.
Las vacaciones de verano es un tiempo que se suele dedicar a viajar. De hecho, según un estudio, un 65,9% de los españoles admite que viajar es la actividad que más bienestar les genera y un 49,6% que es un aspecto importante para su felicidad. La preferencia por los viajes destaca especialmente entre las personas de 56 a 70 años (70,9%) y los de entre 26 y 40 años (66,7%).
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