Cientos de jóvenes de los institutos de educación secundaria de Hong
Kong se han unido este viernes a los estudiantes universitarios que
exigen una mayor democracia en la ex colonia británica, en el que sería
el cierre de una semana de campaña de protesta contra la decisión de
Pekín de elegir a los candidatos de las elecciones de 2017.
Los alumnos de enseñanza secundaria, dirigidos por el grupo
'Scholarism', han comenzado este viernes un boicot de un día de clases,
lanzando un mensaje de apoyo a la huelga de una semana que
mantienen los estudiantes universitarios, quienes lideraron el pasado
lunes una manifestación que atrajo a cerca de 13.000 personas.
El pasado jueves, cientos de estudiantes y manifestantes han marcharon hasta la
residencia oficial del líder de Hong Kong, Leung Chun Ying, xon el objetivo de pedir un
encuentro con él para hablar del futuro democrático del centro financiero, a pesar de las
advertencias de la Policía.
Los manifestantes pasaron junto a edificios
comerciales, puentes peatonales y recorrieron
distintas calles de la ciudad hasta llegar a la
Casa del Gobierno. Algunos de ellos portaban
imágenes del dirigente con dientes de vampiro
y pedían a gritos su dimisión.
"Esta noche, Leung es nuestro criminal más
buscado", dijo uno de los estudiantes, Nathan
Law, que ha participado en la marcha. Según
los organizadores, la protesta congregó a más
de 4.000 personas tras cuatro días de huelgas,
asambleas públicas, marchas y discursos.
Esta última marcha se produjo después de
que Leung ignorara un ultimátum de 48 horas
para reunirse con los estudiantes. El gobernante
de la ciudad ha explicado en un comunicado que respeta "las aspiraciones y la
perseverancia de los estudiantes por la democracia, así como sus esperanzas y voluntad
para llevar con responsabilidad el futuro de Hong Kong".
Hong Kong dejó de ser colonia británica en 1997 y desde entonces pertenece a China,
aunque mantiene un régimen especial bajo la fórmula "un país, dos sistemas", que
permite a la ciudad seguir funcionando como centro financiero y da a sus ciudadanos más
libertades que al resto de chinos.
Pekín se opuso el mes pasado a las peticiones de los manifestantes de Hong Kong, lo que
solo sirvió para elevar el tono de las protestas. De hecho, los activistas prodemocráticos
amenazaron con cerrar el distrito financiero y han convocado una concentración para
bloquear el acceso al distrito desde las principales carreteras el próximo 1 de octubre.