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“Bruselas suspende la mayor parte de las ayudas por el veto ruso hasta evaluarlas” leía como noticia el pasado día 12 de septiembre.
Según la nota de prensa la Comisión Europea (CE) había anunciado, el pasado 10 de septiembre, que suspendía las medidas de urgencia activadas en agosto para las frutas y verduras, recuerdo que estas ayudas estaban dotadas de hasta 125 millones de euros, la suspensión, dicen, se hace con el objetivo de evaluar si la avalancha de solicitudes recibidas son “realistas”. Esta medida tiene el objetivo de garantizar que las indemnizaciones sean “más eficientes” y se dirigen a los productores realmente afectados por el cierre del mercado ruso. La medida me parece acertada si el objetivo es realmente el análisis de las solicitudes y, a corto y medio plazo, aumentar la dotación de la ayuda. Recordar que el veto es, en principio, por un año, llevamos poco más de un mes y ya se están suspendiendo.
Si uno lee las noticias económicas, parece que estemos asistiendo al juego de deshojar la margarita -que sí, que no, me ama, no me ama- mientras el que manda sigue su siniestro juego de aumentar su dominio sobre nuestra economía y nuestro país. BlackRock posee un 5,45% del BBVA y un 4,1% del Sabadell, por lo que sería el accionista dominante -con un 5,25%- de la fusión entre ambos bancos, junto con otros fondos estadounidenses.
El próximo domingo, 12 de mayo, los catalanes acudirán a las urnas para elegir quién tendrá que dirigir la Generalitat. No es fácil predecir cuál será el resultado de unas elecciones en las que el independentismo puede perder la primacía que ha alcanzado durante los últimos años.
La oposición turca tiene por fin un candidato sólido. Un líder que proyecta una imagen seria y tranquila, en las antípodas del populismo carismático y autoritario de Erdogan. Sería ingenuo pensar que sus bases le han dado la espalda por el retroceso del Estado de Derecho.
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