Más de 100 inmigrantes han entrado a primeras horas de este lunes a Melilla en un salto a la doble valla que separa la ciudad española de Marruecos. En torno a medio millar habían intentado superarla, según han informado a Europa Press fuentes policiales, mostrando un comportamiento violento.
El intento de entrada masiva se ha producido entre el Río Nano y la Vaguada de Linares poco antes de las 09.00 horas cuando unas 500 personas de origen subsahariano, "provistas de palos y piedras", según fuentes policiales, intentaron superar la doble valla de seis metros de altura cada una y la acción de la Guardia Civil.
De esos 500, un centenar logró pasar aunque esta cifra podría ser superior. La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) en Melilla eleva esa cifra a unos 200. La AUGC también ha denunciado que los inmigrantes se han mostrado "más agresivos" que en otros saltos. Miembros de las Fuerzas Auxiliares de Marruecos tuvieron que refugiarse en el espacio intermedio entre las dos vallas y se auxiliados por la Guardia Civil.
De momento se desconoce si hay heridos entre las fuerzas de seguridad españolas y marroquíes y entre los inmigrantes. Los que han logrado pasar se han dirigido al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) a la carrera, donde aguardaba una ambulancia, y de ahí se dirigirán a la Comisaría para la apertura del expediente de expulsión en aplicación de la Ley de Extranjería.
Este documento les servirá para poder ser acogidos en el CETI, donde tendrán derecho a manutención, alojamiento y sanidad, hasta que se tramiten sus expedientes, que en la mayoría de los casos no pueden ser finalizados con la expulsión porque los países a los que dicen pertenecer no les reconocen como nacionales propios.
Tras una espera media de seis meses, son trasladados a la Península e internados en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) durante 60 días, y si no se puede materializar su repatriación, quedan libres, en una situación alegal, permaneciendo en España o yendo a otros países de la Unión Europea.
Más de 100 inmigrantes han entrado a primeras horas de este lunes a Melilla en un salto a la doble valla que separa la ciudad española de Marruecos. En torno a medio millar habían intentado superarla, según han informado a Europa Press fuentes policiales, mostrando un comportamiento violento.
El intento de entrada masiva se ha producido entre el Río Nano y la Vaguada de Linares poco antes de las 09.00 horas cuando unas 500 personas de origen subsahariano, "provistas de palos y piedras", según fuentes policiales, intentaron superar la doble valla de seis metros de altura cada una y la acción de la Guardia Civil.
De esos 500, un centenar logró pasar aunque esta cifra podría ser superior. La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) en Melilla eleva esa cifra a unos 200. La AUGC también ha denunciado que los inmigrantes se han mostrado "más agresivos" que en otros saltos. Miembros de las Fuerzas Auxiliares de Marruecos tuvieron que refugiarse en el espacio intermedio entre las dos vallas y se auxiliados por la Guardia Civil.
De momento se desconoce si hay heridos entre las fuerzas de seguridad españolas y marroquíes y entre los inmigrantes. Los que han logrado pasar se han dirigido al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) a la carrera, donde aguardaba una ambulancia, y de ahí se dirigirán a la Comisaría para la apertura del expediente de expulsión en aplicación de la Ley de Extranjería.
Este documento les servirá para poder ser acogidos en el CETI, donde tendrán derecho a manutención, alojamiento y sanidad, hasta que se tramiten sus expedientes, que en la mayoría de los casos no pueden ser finalizados con la expulsión porque los países a los que dicen pertenecer no les reconocen como nacionales propios.
Tras una espera media de seis meses, son trasladados a la Península e internados en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) durante 60 días, y si no se puede materializar su repatriación, quedan libres, en una situación alegal, permaneciendo en España o yendo a otros países de la Unión Europea.
Los datos de la EPA 1T 2024 muestran un mercado laboral que se ha deteriorado en el primer trimestre respecto al cierre de 2023. Aunque los primeros meses del año no suelen ser buenos para el empleo agregado tras el fin de la época navideña, todos los sectores han visto reducido el número de ocupados.
El próximo lunes, 29 de abril, España se sitúa ante un momento decisivo: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciará si opta o no por continuar al frente del Ejecutivo. Más allá de las repercusiones inmediatas que su decisión pueda tener, este anuncio sirve como catalizador para una discusión más amplia sobre dos pilares fundamentales en la política actual: el proceso de transición de poder y el papel de la comunicación política en la era digital.
La cultura del emprendimiento en España ha experimentado una notable evolución en los últimos años, pasando de apostar por la estabilidad laboral hacia un enfoque cada vez más abierto y favorable por el espíritu empresarial. Por tanto, el número de emprendedores se ha multiplicado, en algunos casos por necesidad tras la pandemia -en la que se produjo un boom de emprendimiento-, y en otros, por haber detectado una oportunidad de negocio.