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La ciencia detrás de las máquinas tragaperras y los videojuegos

De igual manera que ocurre con los videojuegos, hay todo un complejo proceso psicológico y cerebral que se tiene en cuenta al desarrollar una tragaperras
Redacción
viernes, 11 de octubre de 2019, 11:15 h (CET)


Existen muchos mitos detrás del funcionamiento de este tipo de artilugios, pero las máquinas tragaperras han sido durante años una forma de entretenimiento que ha conquistado a millones de personas y han logrado evolucionar de la mano de los casinos. Además, han pasado de los establecimientos físicos al universo digital e incluso actualmente se desarrollan modelos de realidad aumentada. Pero ¿cómo funcionan? ¿qué efectos logran en el cerebro y en la psicología humana?

La evolución de la Campana de la Libertad

La historia de las tragaperras empezó con la invención de Liberty Bell, que fue el nombre comercial del aparato desarrollado por Charles Fey. Este surgió debido a que una de las 5 figuras de los tambores era la campana, que al completar una línea repartía un pequeño pago al ganador. Inicialmente, estas máquinas estaban estrechamente relacionadas con el póquer. De hecho, su principal objetivo era generar pagos automáticos a los posibles ganadores y a las diversas combinaciones del juego de cartas. Los usuarios jugaban con el fin de obtener manos ganadoras en póquer y posteriormente obtener alguna pequeña recompensa por el triunfo.

Con el tiempo, se fueron desarrollando varios tipos de máquinas: las programadas, las de azar y las progresivas. Hoy en día la gran mayoría funcionan con mecanismos aleatorios. En el caso de las tragaperras en línea, trabajan con algoritmos que generan números aleatorios para cada tambor o línea. Una ventaja que tienen estas es que ofrecen mayor diversidad de temas a los usuarios, premios alternativos, bonos y diferentes opciones en líneas de pago con respecto a las tradicionales.

Psicología de la recompensa

Son varios los efectos que estas máquinas generan en la mente, empezando por el premio o la recompensa que se recibe cuando se gana aleatoriamente. Esta ganancia logra activar el neurotransmisor de la dopamina y producir sustancias en el cerebro que generan una sensación de placer y alegría.

Este estímulo suele ser mayor en las máquinas de tipo progresivo, que se han hecho cada vez más populares. Estas tienen un mecanismo programado para incrementar el valor del premio acumulado a medida que aumenta el número de jugadores. De esta manera, el usuario tiene la oportunidad de ver el premio crecer a medida que va jugando. Dicho proceso crea un estado de expectación en el jugador que puede llegar a aumentar los niveles de adrenalina.

Adicionalmente, las ganancias no esperadas provocan lo que se conoce como el efecto casa de dinero. Esta teoría es aplicable a las finanzas y fue desarrollada por el Premio Nobel de economía, Richard Thaler. Según esta, los agentes tienden a incrementar su nivel de riesgo cuando juegan con un dinero que no tenían mentalmente clasificado como suyo.

La psicología de la familiaridad

De igual manera que ocurre con los videojuegos, hay todo un complejo proceso psicológico y cerebral que se tiene en cuenta al desarrollar una tragaperras. La psicología de la familiaridad es un concepto especialmente utilizado en el mercadeo y el diseño, y consiste en crear productos que activen los recuerdos y la nostalgia en los usuarios, con el fin de crear la sensación de familiaridad y de comodidad. En este sentido, el desarrollo de los temas de las máquinas tragaperras está enfocado en el mismo concepto: películas de culto, temáticas de moda y tramas clásicas para captar el interés del jugador por encima del resto. Es la misma tendencia que se ve, por ejemplo, en Disney últimamente. El uso de guiones de hace unas décadas, adaptados a formatos con mejores efectos de imagen y sonido, generan nostalgia y expectativa en los espectadores.

Según el Dr. Mark Griffiths, investigador de la conducta de la Universidad de Nottingham Trent, el uso de figuras como los superhéroes o los héroes de acción son una buena elección para diseñar máquinas tragaperras por el sentimiento de triunfo y valentía que generan en los usuarios. Actualmente, se están desarrollando máquinas interactivas que pretenden generar lazos más estrechos con el usuario para aumentar dicha sensación de familiaridad. Solamente el uso de personajes con miradas más intensas o pantallas táctiles ya puede aumentar dicha impresión.

El efecto en los sentidos

Hace referencia a la influencia que puede tener el diseño de juego de tragaperras en la percepción del usuario. Según la psicología, los colores inducen emociones y estados mentales diversos. En el caso de las tragaperras se utilizan colores vivos y brillantes que estimulan la excitación y vivacidad. Este contexto se suele complementar con el uso adecuado de sonidos que animan al jugador, como los aplausos, las monedas y los tonos eufóricos.

Todos estos efectos y conjunto de estrategias de mercadeo se unen para brindar una experiencia que logre generar placer en los usuarios de las máquinas tragaperras. Es por esta razón que siguen aumentando su popularidad tras un siglo de su invención. Cabe recordar que se debe hacer uso responsable de estos dispositivos. Es importante ponerse límites, tener control sobre la mente y ser consciente de los efectos psicológicos que se puedan llegar a presentar. 

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