Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Cristianismo originario

La herencia dejada a las mujeres

“Las hembras están ante todo destinadas a satisfacer la sensualidad de los hombres“, Juan Crisóstomo, doctor de la Iglesia
Vida Universal
martes, 14 de mayo de 2013, 09:17 h (CET)
El santo y doctor de la Iglesia Tomás de Aquino declaró: “La mujer es un desatino de la naturaleza, un hombre malogrado, mutilado y frustrado“. Una cita que lógicamente causó estupor, incredulidad e indignación entre los muchos transeúntes a los que tuvo acceso un equipo de televisión del canal italiano Erde und Mensch en una encuesta callejera. Aunque para hacer honor a la verdad habría que decir que nadie entre los encuestados tomó dicha frase en serio, ni se sorprendió de que hubiera sido expresada en su día por el famoso doctor de la Iglesia y también llamado santo, Tomás de Aquino.

Si bien es cierto que actualmente los doctores o maestros de la Iglesia han perdido una enorme parte de su autoridad con el correr de los años y que ningún clérigo se atrevería a pronunciar dichas palabras o a defender dicha tesis desde un púlpito, lo cierto es que al no haber sido revocadas, retiradas, o anuladas, la cita sigue teniendo el mismo valor que cuando fue pronunciada. Pero ¿por qué la Iglesia no se ha retractado de ésta y de otras citas semejantes de uno de sus más representativos eruditos, por qué no toma distancia a pesar de que las leyes actuales hablan de igualdad en todos los sentidos y ámbitos de la vida?.

Tan sólo con escarbar un poco entre las citas de los doctores y personajes destacados del seno de la Iglesia se descubren cientos, quizá miles de citas aberrantes para este tiempo. Sin ir más lejos Juan Crisóstomo, doctor de la Iglesia conocido por el sobrenombre de “El Santo” de las Iglesias dijo: “Las hembras están ante todo destinadas a satisfacer la sensualidad de los hombres“. San Agustín, santo y también doctor dijo: “La mujer es un ser de poco valor, que no fue creado por Dios de acuerdo a Su propia imagen. Corresponde al orden natural de las mujeres servir a los hombres”. De Tomás de Aquino hemos escuchado: “El valor esencial de la mujer reside en su capacidad de parir y en su utilidad en los quehaceres domésticos”. Y los Papas tampoco se han quedado atrás, sin ir más lejos Pío II dijo: “Cuando veas a una mujer, piensa que es el diablo. Ella es una especie de infierno”.

Millones de mujeres en la actualidad coinciden en que citas como estas son una burla no sólo para las mujeres, si no también para el propio Jesús de Nazaret quien nunca hizo distinción entre hombres y mujeres. Y el hecho de que aún haya consecuencias sociales, laborales, políticas y económicas para la mujer no es de extrañar. Las desventajas a las que se somete a la mujer, también en la actualidad, es la herencia dejada por personas que fueron subidas a los altares por ser grandes defensores de la Iglesia, pero no por ser grandes hombres.

Noticias relacionadas

La autoestima es necesaria, claro está, pero, aparte de lo anterior, cuando el ego está puntillosamente exacerbado surgen los conflictos, esos conflictos que nacen del inconsciente personal o colectivo, donde el ego hierve profundamente. Por todo ello, es importante comprender que, en la medida en que los seres humanos seamos algo más tolerantes y dialogantes, y nuestro talante cambie, la convivencia en la sociedad puede y debe mejorar.

El matrimonio, pilar natural de la familia y garantía de estabilidad social, en estos últimos tiempos se ve sustituido por relaciones inestables, rupturas y un creciente individualismo. Estos hechos están produciendo la caída de la natalidad, sin duda ligada a la falta de matrimonios estables, cosa que se está convirtiendo en un drama silencioso que amenaza el futuro de España y de gran parte del mundo occidental.


Una vez más, nos sorprenden alguna persona, tanto en los telediarios de cualquier signo, inclusive en los periódicos, donde personajes, también de cualquier signo, resoplando exabruptos que me dejan paralizado sin saber lo que hacer. O, echarlo a los tiburones y que se pelee con ellos o que, de cualquier manera, tirarlo a la cuneta del tren, eso sí, cuando esté parado en medio del campo.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto