El expresidente de Pakistán Pervez Musharraf se ha entregado a primera hora del viernes a las autoridades, horas después de darse a la fuga después de que el Tribunal Supremo de Islamabad ordenara la cancelación de su solicitud de fianza y ordenara su arresto.

Poco después, las autoridades han declarado que la residencia en Islamabad del exmandatario, a la que se dirigió tras escapar escoltado del tribunal en la mañana del jueves, es a partir de ahora una "subcárcel", según han informado medios paquistaníes.

La Policía había solicitado al tribunal que considerara la residencia como una "subcárcel" por motivos de seguridad, lo que implica que ha sido puesto bajo arresto domiciliario. En respuesta, el tribunal ha agregado una cláusula a la lista de cargos contra Musharraf y ha ordenado que su residencia se declare como una "subcárcel" con motivo de tránsito durante un periodo de 48 horas.

Musharraf que ya se encuentra de vuelta en su vivienda, tendrá que presentarse ante un tribunal especial en materia antiterrorista el 21 de abril, según ha informado el diario paquistaní 'Dawn'. Esta decisión va en línea con la decisión del tribunal de agregar otra cláusula para agregar el cargo de terrorismo a los que ya pesan contra él.

La decisión ha sido tomada tras una reunión en la sede de la Presidencia, en la que los ministros del Interior y de Justicia han informado al presidente, Asif Alí Zardari, sobre la situación derivada de la decisión del Tribunal Supremo de Islamabad de negarse a ampliar la libertad bajo fianza transitoria contra Musharraf y ordenar su detención.

Las fuerzas de seguridad han estado desplegadas durante toda la jornada frente a la vivienda del expresidente a la espera de una orden para proceder a una detención. La guardia personal de Musharraf ha estado presente también en los exteriores de la residencia para evitarlo.

Durante la jornada del jueves, Musharraf ha denunciado a través de un comunicado colgado en su perfil oficial en Facebook la "injustificada decisión" del juez y la ha atribuido a una "venganza personal".

Asimismo un portavoz del exmandatario, Raza Bokhari, ha argumentado que "la escolta adicional de la Seguridad del Estado designada a Musharraf ante las amenazas físicas específicas y creíbles a su vida por los enemigos de Pakistán le escoltaron a su residencia en Islamabad", negando que huera de las dependencias judiciales.

El caso contra Musharraf se sustenta en una demanda presentada contra el exmandatario por ordenar la detención de más de 60 jueces tras proclamar el estado de emergencia en el país el 3 de noviembre de 2007.

Este caso es uno de los tres que hay abiertos contra el expresidente en los tribunales paquistaníes. Musharraf también está acusado de participar en una conspiración para asesinar a la exprimera ministra Benazir Bhutto en 2007 y por el asesinato un año antes del líder beluche Akbar Jan Bugti.

El expresidente vio el martes cerradas por ahora sus opciones de presentarse a las próximas elecciones, después de que un tribunal electoral desestimara su candidatura por una circunscripción de la ciudad de Chitral, después de que hubiera ocurrido lo mismo con sus solicitudes en Kasur, Karachi y la capital, Islamabad.

Sin embargo, su formación, la Liga Musulmana de Todo Pakistán, ha asegurado que concurrirá a las elecciones incluso si Musharraf se encuentra detenido durante la jornada electoral.