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Economía
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Joan Ferrer Puig, gerente de Conserves Ferrer

“Somos una empresa que está apostando fuertemente por la exportación”

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Conserves Ferrer, SA
es una empresa con más de medio siglo de experiencia. Comenzó en 1964 en Sant Llorenç de Morunys envasando setas y trufas. Con el paso del tiempo fue ampliando producto y mercado, y hoy tiene instalaciones industriales en La Moraleja (Extremadura) y Santpedor en Catalunya con ochenta trabajadores dedicados a preparar la amplia gama de productos que, en estos momentos, ofrecen en su catálogo. Productos que se pueden encontrar en tiendas de más de cincuenta países. Nos hemos acercado hasta Santpedor para que Joan Ferrer, Director Gerente de la empresa, nos hable de la evolución de la misma.

¿Cuándo empezó Conservas Ferrer?

Mi padre inició la empresa en 1965, en Sant Llorens dels Morunys, un pueblo del Pre-Pirineu donde crece la trufa, y fue con este producto con el que comenzó, para pasar después, ha hacer conservas de setas. Estos fueron los inicios de las actuales Conservas Ferrer.

¿En qué época entra a formar parte de la empresa?

Todos los hermanos hemos trabajado en casa desde muy pequeños, especialmente los veranos, a los siete años, en época de vacaciones, recuerdo estar trabajando en la fábrica. He crecido con la empresa, la empresa familiar es un sentimiento que nace desde la infancia, poco a poco te vas dando cuenta del funcionamiento de la misma, y aprendes que para llevar adelante el proyecto no existen ni sábados ni domingos. Poco a poco he ido asumiendo responsabilidades hasta llegar al momento actual. ¿A qué se debe el traslado de las instalaciones a Santpedor? Vinimos a Santpedor por una cuestión logística. En Sant Llorens dels Morunys había problema con las comunicaciones, en invierno, muchas veces, los camiones no podían circular con garantías debido a las nevadas y el hielo, y eso nos suponía un problema en la logística, problema que aquí no tenemos, también elegimos Santpedor porque mi madre es nacida en Artés, un pueblo cercano a nuestra actual ubicación.

Cuando llegan a Santpedor es cuando la empresa crece, ¿crean nuevos productos?

Mi padre seguía con las trufas y la conserva de setas. Yo me incorporo al negocio ya de manera continuada en el año 1990, y empezamos a diversificar creando nuevos productos. El mundo iba evolucionando y nosotros hacemos lo mismo, y vamos introduciendo en el mercado la gama de salsas, el romesco y los sofritos. Estamos introduciendo las cremas y el producto refrigerado, muy fácil de consumir, ya que tan sólo hay que sacarlo del frío, calentarlo y consumirlo.

Tienen una planta en Extremadura. ¿Por qué abren fábrica en La Moraleja?

Extremadura es una buena zona productora de setas. En Catalunya, en un principio, toda la producción era para conserva, que era lo que nosotros hacíamos con producto de proximidad, Pero con el tiempo y las variaciones en la cultura del consumo de las setas el producto comenzó a acudir a otros mercados y los precios para dedicarlo al envasado comenzaron a ser muy altos. Por eso, cada vez más, tuvimos que salir a buscar producto a otras zonas, de ahí estar en La Moraleja, el norte de Extremadura y la zona de Portugal, son zonas de buena producción de setas. Por eso decidimos construir allí nuestra fábrica.

La trufa y la seta son productos donde el futuro de la producción es imprevisible. ¿Es posible comprar barato una temporada y conservarlas para otra?

Sí, pero este es un tema de especulación ya que no se sabe cómo irán los precios de un año para otro, puedes comprar pensando que el año siguiente irán más caras y que haces negocio, pero nunca se sabe con antelación ni se puede prever la producción y el precio. Estamos ante un producto que no se planta para hacer recolección, y pensar que tendrás un número determinado de toneladas. Además, actualmente y con la globalización, se han abierto nuevas zonas productoras y ya llegan setas de Centroeuropa. Nosotros ya compramos setas de fuera de España, las producidas en el mercado catalán tienen un precio inasumible para hacerlas envasadas. La trufa la compramos aquí, aunque también hay mercado en Francia e Italia.


¿Cuáles son las mejores trufas?

No le podría decir, los franceses dirán que la suya es la mejor, los italianos dirán que la suya y nosotros la nuestra. Pero quienes tienen realmente controlado el mercado son los franceses, y los que mejor lo saben vender son los italianos.

Cómo ha sido el crecimiento de la empresa?

Ha sido un crecimiento seguro, la prueba es que estamos aquí. Durante unos años hemos tenido un crecimiento importante para llegar al momento actual en el que el nuestro es un crecimiento más estable y moderado.

¿Cuándo comienzan a exportar sus productos?

Comenzamos la exportación en el año 2003, y actualmente estamos posicionados en cincuenta países. Decidimos ampliar el mercado a la exportación porque podemos ofrecer un buen producto con garantías, y como un reto empresarial más. Es un trabajo que requiere perseverancia, abrir el mercado de exportación es un trabajo de hormiguitas, en el que es fácil darse a conocer pero en el que mantenerse es complicado, es un trabajo a largo plazo.

Después de cincuenta años de existencia cual es el futuro de su empresa?

El secreto de nuestro futuro es adaptarnos a las tendencias del consumidor del futuro, el consumidor ha cambiado mucho y hay que adaptarse a él y sus cambios. Hemos de tener visión para conocer las preferencias y necesidades del consumidor, tanto del mercado nacional como del mercado de la exportación. Los hábitos de consumo no son los mismos y varían según los países.

Vemos que en su catálogo también aparecen productos con el sello de ecológico.

Si, es una tendencia muy desarrollada en el resto de Europa, y que aquí está muy de moda y todavía en sus comienzos.

¿Está de moda o es una demanda consciente del consumidor?

A nivel de sabor no creo que se puedan encontrar muchas diferencias entre el producto ecológico o el llamado normal, creo que estamos ante una tendencia marcada por un sentimiento de sostenibilidad y defensa de la salud. Los consumidores se conciencian, y habrá una parte de personas adeptas a este mercado y otras que no lo sean.

Estos días muchas industrias están preocupadas por el tema del Bréxit. ¿Les afecta?

El mercado inglés no es precisamente uno de nuestros prioritarios, no creo que el Bréxit nos afecte de una manera especial, estamos haciendo alguna operación pero sin un gran volumen de ventas, no es, para nosotros, un mercado estrella en estos momentos.

El mercado de Estados Unidos sí que es importante para ustedes ¿les afectaría el problema de aranceles entre Usa y China?

El mercado estadounidense es uno de nuestros buenos mercados, y si, seguro que este problema nos podría afectar, pero nos adaptaríamos, es lo único que podemos hacer en este tema.

Háblenos del producto salsa para calçots i de su participación en diversas calçotadas que se hacen en varios países.

La salsa de los calçots es prima hermana del romesco, que nosotros tenemos en el mercado desde los comienzos. Un día, a nivel empresarial, fuimos a Tarragona a una calçotada, y fue allí donde surgió la idea de crear una salsa para aderezar los calçots, a veces las cosas surgen medio por casualidad. Y ahora, allá donde hay una calçotada popular en cualquier parte del mundo, nosotros estamos promocionándola con nuestra salsa porque creemos en la fiesta y además porque es un producto de aquí que se ha popularizado muchísimo. Viajas y en la otra parte del mundo te hablan de Catalunya, de la calçotada y del Barça, antes te hablaban de la paella, pero ahora es la calçotada el tema de conversación. No puedo acudir a todas las calçotadas que se celebran en diversos países, ya me gustaría, pero por trabajo me es imposible. Es una fiesta muy atractiva , y para la gente todo lo que sea comer y divertirse es bueno

¿Cómo trabajan la búsqueda de la calidad del producto?

En la empresa hay un equipo de I+D trabajando constantemente en nuevas recetas y diseño de producto. Cada día se crean nuevas recetas, incluso a petición o sugerencia de los clientes. Cuando el producto sale de casa ya ha sido testado en diversas ocasiones, se envía a los clientes para que lo prueben y nos den su opinión, es nuestra manera de trabajar en búsqueda de la calidad. Son muchos los estudios y pruebas que se quedan en eso, en estudios, pero seguimos trabajando para innovar en nuevos productos que cada año sacamos al mercado.

¿Hacen postres?

No, nunca nos hemos planteado hacerlos, estamos enfocados en otra línea, pero eso no quiere decir que algún decidamos entrar en la realización de postres. Hace años tampoco hacíamos salsas y ahora tienen un sitio en nuestro catálogo.

¿La trufa es un producto caro?

Hay diversas variedades de trufa, tenemos la de invierno, conocida como trufa negra o melanosporum, su precio es prohibitivo, es de un perfume intenso y es conocida a nivel mundial. Luego tenemos la trufa de verano, más económica pero con menos sabor, y con un precio mucho más asequible puede encontrarse en los supermercados. Y, finalmente, tenemos la trufa blanca o magnatum, básicamente se toma en fresco, su consumo es muy exclusivo debido a su alto precio y básicamente se toma en ciertos restaurantes.

Entre los productos de su catálogo vemos la gama de conservas de tomate.

Para nosotros es un producto muy importante. Comenzamos con el tomate sofrito, después el triturado y en la próxima campaña sacaremos al mercado, como nuevo producto, el tomate rallado. Cuando comenzamos a elaborar el sofrito nuestro lema era “No hace falta que lo hagas, lo hacemos nosotros para ti de la forma mejor posible”. Con nuestros productos queremos ahorrar tiempo en la cocina a quien los compra.

¿Cree que han logrado dar al producto el mismo sabor que le daban nuestras madres y abuelas?

Sí, pero nunca diré que nuestros productos son mejores que los que hacían las madres y abuelas. Pero si que puedo afirmar que nuestro producto es un buen producto porque está hecho como antes se hacía, lo único que le puede faltar es el sentimiento que mi madre o mi abuela ponían en la cocina, esto nunca lo podremos substituir.

¿Qué tanto por ciento exportan?

Un once por ciento con un plan de objetivos de crecimiento para que en un plazo de dos o tres años la exportación de nuestros productos alcance el 20 %. Somos una empresa que está apostando fuertemente por la exportación.

¿Dónde son más apreciados sus productos?

No les sabría decir un dato concreto. A través de las ventas y la producción sabemos que los productos funcionan, los distribuidores, que son el puente entre nosotros y el cliente final, están contentos, y esto quiere decir que el producto cada vez gusta más.

Conservas Ferrer es una empresa con 80 trabajadores. ¿Están contentos con la empresa?

Supongo que sí, aunque eso se lo tendrían que preguntar a ellos. Los trabajadores de la empresa viven y son de la zona, y nuestra política laboral es tener con todo el mundo un trato familiar. Hay gente que lleva años con nosotros, otros que se han marchado mientras otros entraban en la fábrica, pero la rotación de personal es muy baja, y eso nos da pie a pensar que los trabajadores de la empresa tienen buen nivel de satisfacción en la misma.

¿Qué tipo de productos prefieren en cada país?

En el Norte de Europa se vende mucho gazpacho, en el área de Estados Unidos se venden cremas y caldos, pero no gazpacho, en cada país es diferente el producto preferido, los hábitos de consumo son diferentes y nuestros distribuidores eligen aquello que mejor se puede adaptar al gusto de sus clientes. Italia y Francia para nosotros no constituyen un mercado estratégico.

En el mercado exportador ¿en qué tipo de tiendas podemos encontrar sus productos?

Depende, en la zona de Nueva York pueden encontrarlos en alguna tienda de delicatesen, el mercado de Estados Unidos es inmenso, trabajamos muy bien en el área de Texas, y allí nuestros productos están en los supermercados, en California los podrían encontrar en alguna tienda especializada, allí todavía nos queda mucho trabajo por realizar, y en los países nórdicos estamos en los supermercados.

“Somos una empresa que está apostando fuertemente por la exportación”

Joan Ferrer Puig, gerente de Conserves Ferrer
Teresa Berengueras y Rafa Esteve-Casanova
martes, 28 de mayo de 2019, 15:46 h (CET)


Conserves Ferrer, SA
es una empresa con más de medio siglo de experiencia. Comenzó en 1964 en Sant Llorenç de Morunys envasando setas y trufas. Con el paso del tiempo fue ampliando producto y mercado, y hoy tiene instalaciones industriales en La Moraleja (Extremadura) y Santpedor en Catalunya con ochenta trabajadores dedicados a preparar la amplia gama de productos que, en estos momentos, ofrecen en su catálogo. Productos que se pueden encontrar en tiendas de más de cincuenta países. Nos hemos acercado hasta Santpedor para que Joan Ferrer, Director Gerente de la empresa, nos hable de la evolución de la misma.

¿Cuándo empezó Conservas Ferrer?

Mi padre inició la empresa en 1965, en Sant Llorens dels Morunys, un pueblo del Pre-Pirineu donde crece la trufa, y fue con este producto con el que comenzó, para pasar después, ha hacer conservas de setas. Estos fueron los inicios de las actuales Conservas Ferrer.

¿En qué época entra a formar parte de la empresa?

Todos los hermanos hemos trabajado en casa desde muy pequeños, especialmente los veranos, a los siete años, en época de vacaciones, recuerdo estar trabajando en la fábrica. He crecido con la empresa, la empresa familiar es un sentimiento que nace desde la infancia, poco a poco te vas dando cuenta del funcionamiento de la misma, y aprendes que para llevar adelante el proyecto no existen ni sábados ni domingos. Poco a poco he ido asumiendo responsabilidades hasta llegar al momento actual. ¿A qué se debe el traslado de las instalaciones a Santpedor? Vinimos a Santpedor por una cuestión logística. En Sant Llorens dels Morunys había problema con las comunicaciones, en invierno, muchas veces, los camiones no podían circular con garantías debido a las nevadas y el hielo, y eso nos suponía un problema en la logística, problema que aquí no tenemos, también elegimos Santpedor porque mi madre es nacida en Artés, un pueblo cercano a nuestra actual ubicación.

Cuando llegan a Santpedor es cuando la empresa crece, ¿crean nuevos productos?

Mi padre seguía con las trufas y la conserva de setas. Yo me incorporo al negocio ya de manera continuada en el año 1990, y empezamos a diversificar creando nuevos productos. El mundo iba evolucionando y nosotros hacemos lo mismo, y vamos introduciendo en el mercado la gama de salsas, el romesco y los sofritos. Estamos introduciendo las cremas y el producto refrigerado, muy fácil de consumir, ya que tan sólo hay que sacarlo del frío, calentarlo y consumirlo.

Tienen una planta en Extremadura. ¿Por qué abren fábrica en La Moraleja?

Extremadura es una buena zona productora de setas. En Catalunya, en un principio, toda la producción era para conserva, que era lo que nosotros hacíamos con producto de proximidad, Pero con el tiempo y las variaciones en la cultura del consumo de las setas el producto comenzó a acudir a otros mercados y los precios para dedicarlo al envasado comenzaron a ser muy altos. Por eso, cada vez más, tuvimos que salir a buscar producto a otras zonas, de ahí estar en La Moraleja, el norte de Extremadura y la zona de Portugal, son zonas de buena producción de setas. Por eso decidimos construir allí nuestra fábrica.

La trufa y la seta son productos donde el futuro de la producción es imprevisible. ¿Es posible comprar barato una temporada y conservarlas para otra?

Sí, pero este es un tema de especulación ya que no se sabe cómo irán los precios de un año para otro, puedes comprar pensando que el año siguiente irán más caras y que haces negocio, pero nunca se sabe con antelación ni se puede prever la producción y el precio. Estamos ante un producto que no se planta para hacer recolección, y pensar que tendrás un número determinado de toneladas. Además, actualmente y con la globalización, se han abierto nuevas zonas productoras y ya llegan setas de Centroeuropa. Nosotros ya compramos setas de fuera de España, las producidas en el mercado catalán tienen un precio inasumible para hacerlas envasadas. La trufa la compramos aquí, aunque también hay mercado en Francia e Italia.


¿Cuáles son las mejores trufas?

No le podría decir, los franceses dirán que la suya es la mejor, los italianos dirán que la suya y nosotros la nuestra. Pero quienes tienen realmente controlado el mercado son los franceses, y los que mejor lo saben vender son los italianos.

Cómo ha sido el crecimiento de la empresa?

Ha sido un crecimiento seguro, la prueba es que estamos aquí. Durante unos años hemos tenido un crecimiento importante para llegar al momento actual en el que el nuestro es un crecimiento más estable y moderado.

¿Cuándo comienzan a exportar sus productos?

Comenzamos la exportación en el año 2003, y actualmente estamos posicionados en cincuenta países. Decidimos ampliar el mercado a la exportación porque podemos ofrecer un buen producto con garantías, y como un reto empresarial más. Es un trabajo que requiere perseverancia, abrir el mercado de exportación es un trabajo de hormiguitas, en el que es fácil darse a conocer pero en el que mantenerse es complicado, es un trabajo a largo plazo.

Después de cincuenta años de existencia cual es el futuro de su empresa?

El secreto de nuestro futuro es adaptarnos a las tendencias del consumidor del futuro, el consumidor ha cambiado mucho y hay que adaptarse a él y sus cambios. Hemos de tener visión para conocer las preferencias y necesidades del consumidor, tanto del mercado nacional como del mercado de la exportación. Los hábitos de consumo no son los mismos y varían según los países.

Vemos que en su catálogo también aparecen productos con el sello de ecológico.

Si, es una tendencia muy desarrollada en el resto de Europa, y que aquí está muy de moda y todavía en sus comienzos.

¿Está de moda o es una demanda consciente del consumidor?

A nivel de sabor no creo que se puedan encontrar muchas diferencias entre el producto ecológico o el llamado normal, creo que estamos ante una tendencia marcada por un sentimiento de sostenibilidad y defensa de la salud. Los consumidores se conciencian, y habrá una parte de personas adeptas a este mercado y otras que no lo sean.

Estos días muchas industrias están preocupadas por el tema del Bréxit. ¿Les afecta?

El mercado inglés no es precisamente uno de nuestros prioritarios, no creo que el Bréxit nos afecte de una manera especial, estamos haciendo alguna operación pero sin un gran volumen de ventas, no es, para nosotros, un mercado estrella en estos momentos.

El mercado de Estados Unidos sí que es importante para ustedes ¿les afectaría el problema de aranceles entre Usa y China?

El mercado estadounidense es uno de nuestros buenos mercados, y si, seguro que este problema nos podría afectar, pero nos adaptaríamos, es lo único que podemos hacer en este tema.

Háblenos del producto salsa para calçots i de su participación en diversas calçotadas que se hacen en varios países.

La salsa de los calçots es prima hermana del romesco, que nosotros tenemos en el mercado desde los comienzos. Un día, a nivel empresarial, fuimos a Tarragona a una calçotada, y fue allí donde surgió la idea de crear una salsa para aderezar los calçots, a veces las cosas surgen medio por casualidad. Y ahora, allá donde hay una calçotada popular en cualquier parte del mundo, nosotros estamos promocionándola con nuestra salsa porque creemos en la fiesta y además porque es un producto de aquí que se ha popularizado muchísimo. Viajas y en la otra parte del mundo te hablan de Catalunya, de la calçotada y del Barça, antes te hablaban de la paella, pero ahora es la calçotada el tema de conversación. No puedo acudir a todas las calçotadas que se celebran en diversos países, ya me gustaría, pero por trabajo me es imposible. Es una fiesta muy atractiva , y para la gente todo lo que sea comer y divertirse es bueno

¿Cómo trabajan la búsqueda de la calidad del producto?

En la empresa hay un equipo de I+D trabajando constantemente en nuevas recetas y diseño de producto. Cada día se crean nuevas recetas, incluso a petición o sugerencia de los clientes. Cuando el producto sale de casa ya ha sido testado en diversas ocasiones, se envía a los clientes para que lo prueben y nos den su opinión, es nuestra manera de trabajar en búsqueda de la calidad. Son muchos los estudios y pruebas que se quedan en eso, en estudios, pero seguimos trabajando para innovar en nuevos productos que cada año sacamos al mercado.

¿Hacen postres?

No, nunca nos hemos planteado hacerlos, estamos enfocados en otra línea, pero eso no quiere decir que algún decidamos entrar en la realización de postres. Hace años tampoco hacíamos salsas y ahora tienen un sitio en nuestro catálogo.

¿La trufa es un producto caro?

Hay diversas variedades de trufa, tenemos la de invierno, conocida como trufa negra o melanosporum, su precio es prohibitivo, es de un perfume intenso y es conocida a nivel mundial. Luego tenemos la trufa de verano, más económica pero con menos sabor, y con un precio mucho más asequible puede encontrarse en los supermercados. Y, finalmente, tenemos la trufa blanca o magnatum, básicamente se toma en fresco, su consumo es muy exclusivo debido a su alto precio y básicamente se toma en ciertos restaurantes.

Entre los productos de su catálogo vemos la gama de conservas de tomate.

Para nosotros es un producto muy importante. Comenzamos con el tomate sofrito, después el triturado y en la próxima campaña sacaremos al mercado, como nuevo producto, el tomate rallado. Cuando comenzamos a elaborar el sofrito nuestro lema era “No hace falta que lo hagas, lo hacemos nosotros para ti de la forma mejor posible”. Con nuestros productos queremos ahorrar tiempo en la cocina a quien los compra.

¿Cree que han logrado dar al producto el mismo sabor que le daban nuestras madres y abuelas?

Sí, pero nunca diré que nuestros productos son mejores que los que hacían las madres y abuelas. Pero si que puedo afirmar que nuestro producto es un buen producto porque está hecho como antes se hacía, lo único que le puede faltar es el sentimiento que mi madre o mi abuela ponían en la cocina, esto nunca lo podremos substituir.

¿Qué tanto por ciento exportan?

Un once por ciento con un plan de objetivos de crecimiento para que en un plazo de dos o tres años la exportación de nuestros productos alcance el 20 %. Somos una empresa que está apostando fuertemente por la exportación.

¿Dónde son más apreciados sus productos?

No les sabría decir un dato concreto. A través de las ventas y la producción sabemos que los productos funcionan, los distribuidores, que son el puente entre nosotros y el cliente final, están contentos, y esto quiere decir que el producto cada vez gusta más.

Conservas Ferrer es una empresa con 80 trabajadores. ¿Están contentos con la empresa?

Supongo que sí, aunque eso se lo tendrían que preguntar a ellos. Los trabajadores de la empresa viven y son de la zona, y nuestra política laboral es tener con todo el mundo un trato familiar. Hay gente que lleva años con nosotros, otros que se han marchado mientras otros entraban en la fábrica, pero la rotación de personal es muy baja, y eso nos da pie a pensar que los trabajadores de la empresa tienen buen nivel de satisfacción en la misma.

¿Qué tipo de productos prefieren en cada país?

En el Norte de Europa se vende mucho gazpacho, en el área de Estados Unidos se venden cremas y caldos, pero no gazpacho, en cada país es diferente el producto preferido, los hábitos de consumo son diferentes y nuestros distribuidores eligen aquello que mejor se puede adaptar al gusto de sus clientes. Italia y Francia para nosotros no constituyen un mercado estratégico.

En el mercado exportador ¿en qué tipo de tiendas podemos encontrar sus productos?

Depende, en la zona de Nueva York pueden encontrarlos en alguna tienda de delicatesen, el mercado de Estados Unidos es inmenso, trabajamos muy bien en el área de Texas, y allí nuestros productos están en los supermercados, en California los podrían encontrar en alguna tienda especializada, allí todavía nos queda mucho trabajo por realizar, y en los países nórdicos estamos en los supermercados.

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