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¿Trescientos?

Sin resolver
Jaime Fúster Pérez
martes, 21 de mayo de 2019, 15:14 h (CET)

Ayer oí en las radios, a las que siempre escucho y con las que, también desde siempre he colaborado, que quedaban 370 asesinatos de ETA sin resolver. Mi información anterior, lo que yo creía era que “solo eran 300”.

Me asombro, me asusto cuando uso el adjetivo SOLO para referirme a TRESCIENTOS ASESINATOS sin resolver. ¿Solo? Me pido disculpas a mi mismo y a todos a los que como a mi les duela. ¿Solo? ¡SOLO!

Y pienso en que, por lo que a lo largo de mi vida he leído u oído sobre ETA y sus formas de actuar, recuerdo como lo más frecuente, que los asesinatos no los cometiera un asesino a solas, solían ser más e ir acompañados o sea con compañeros; compañero significa:, “aquellos con los que se comparte el pan”. No sé si les acompañaban para animar, colaborar, consolar. Necesitado de consuelo estuvo aquel que en Sevilla cuando lo fueron a detener tuvo que cambiarse el pantalón, para estar más presentable. No sé, pero en lo que recuerdo paréceme lo normal, lo frecuente que fueran más de uno.

Eso traducido en cifras podría ser TRESCIENTOS ASESINOS sueltos, libres, desconocidos. Y si en esos asesinatos iban más de uno, ¿cuantos más? ¿Sumarán cuatrocientos o más?. Da susto aunque no esté ocurriendo hoy, porque los asesinados siguen hoy muertos y sus familias irreparablemente doloridas, hoy y desde siempre, desde entonces, desde esta inmensa, absoluta y absurda sinrazón. Digo esta y no aquella, porque la sinrazón sigue presente, sigue siendo de hoy.

Recuerdo a un compañero mío, el R… no sigo, que aunque no nos veíamos desde mucho tiempo antes, llevó una vida semejante a la mía, también él fue profesor de FP. Yo en Valencia, él en el País Vasco. Lo mató ETA. Y a mi, que ni siquiera soy familia suya, aún me duele.

En su familia, en la suya y en las de los demás ASESINADOS prefiero ni pensar. ¿De cuántas personas estamos hablando? ¿MIL? ¿Muchos más? El refrán que dice: “el tiempo todo lo cura”, aquí falla totalmente. Los refranes suelen ser fruto de la sabiduría popular y me niego a considerar que esos ASESINOS, puedan tener algo de sabiduría.

¿Y si por lo que fuera los asesinos hubieran estado muy preparados? Porque también me consta haber leído y oído que los entrenaban. Si estuviera muy preparados, puede que alguno hubiese realizado más de un asesinato y que el numero de los asesinos fuera menor. De todos modos, no creo que hayan sido menos de DOSCIENTOS CINCUENTA, pero aunque hubieran sido VEINTE, con un alto nivel de productividad, como se dice ahora en lo laboral.

Son números que dan “escalofríos”, TANTOS asesinos libres, incluso considerados por algunas gentes, como héroes. He dicho gentes porque prefiero usar esta palabra a la denominación de personas.

Claro que si lo de los “asesinos libres da escalofríos”, los TRESCIENTOS ASESINADOS, que siguen muertos hoy, entonces, antes, ayer, ahora y para siempre, no sé que dan.

Ganas de llorar, de seguir llorando con razón y por el otro lado de vergüenza, vergüenza de que probablemente todos esos asesinos sean españoles, como yo, como tú, como usted que está leyendo.

Y esa mugre sigue pegada a nuestra piel. Que no se ha lavado, que dudo que se lave algo más.

¿Orgullo de ser español? Sí, pero con esa mugre, que conste.

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