Uno de los programas infantiles de más éxito en los últimos años ha cumplido recientemente la impresionante cifra de 500 programas en antena, algo muy difícil en la parrilla televisiva actual, solo reservado a programas muy consagrados. Los Lunnis han conseguido unas criticas positivas unánimes entre todo tipo de medios, además de un importante número de premios tanto nacionales como internacionales (Prix Jeunesse Iberoamericano, World Media, Premio de la Academia, TP de Oro)
Sin embargo un programa de estas características no está exento de polémica, esa que estuvo servida hace unos meses cuando el PP reprochó a RTVE que lanzase, a su juicio, mensajes políticos en referencia al hecho de que en el espacio se haya llegado a emitir una boda de una pareja homosexual. Pataletas políticas aparte, los Lunnis también han sido nombrados embajadores de UNICEF por su voluntad de contribuir a la mejora de las condiciones de vida y defensa de los derechos de los niños.
La capacidad instructiva (también mercantil, con innumerables productos de marketing relacionados a su licencia) de estos muñecos no admite ningún genero de dudas para nadie. Los padres agradecen el entretenimiento y la educación dirigida a los pequeños de la casa, mientras que estos se salvan del zapping, al no existir ninguna competencia en los canales de ámbito general. Esta es una de las grandes ventajas del programa: la nula presencia de programas infantiles en la televisión actual. En otros tiempos, los reyes del sofá y el mando eran los príncipes de la casa al tener una programación dirigida a ellos, con series, programas y dibujos animados óptimos para todos los públicos. Atrás quedaron tardes entre Barrio Sésamo o Los Mundos de Yupi. Tardes amenas entre tang y nocilla mientras se disfrutaba saliendo al parque o pasando las horas posteriores a la realización de las tareas escolares disfrutando de dibujos animados ya míticos, como "La vuelta al mundo en ochenta días", "Los autos locos", "Mowgli" o "El capitán cavernícola". Y más atrás aun quedaron las tardes con los electroduendes y el programa infantil y venerado en nuestros días "La bola de cristal". Tras la aparición de las televisiones privadas y las primeras consolas, la programación infantil fue diluyéndose de nuestras pantallas, y el mando a distancia paso a manos de las progenitoras, madres ya despreocupadas de la educación de sus hijos que gastaban y gastan el tiempo en programas de carácter rosa como “Aquí hay tomate” (con sus increíbles violaciones de las leyes de protección del menor que pasan impunes para el ente televisivo) o El diario de Patricia.
Afortunadamente los Lunnis son un islote entre tanta mediocridad televisiva, más preocupada en la emisión de programas de dibujos animados dirigidos a un publico mas adulto, como son Los Simpson (aun lideres de audiencia tanto en su zona horaria, como en determinados días programados como especiales), Padre de Familia o Shin Chan. A menudo, las confusiones de los padres al ver en pantalla los dibujos animados hacen que muchos críos disfruten día a día con Homer y los suyos, algo peligroso al tratarse de un programa marcadamente adulto. En su día también, la revolución de los Power Rangers, y posteriormente los Pokemon, trajeron de las lejanas tierras de oriente una revolución en forma de acción y violencia encubiertas en un mensaje común de "trabajo en equipo" que solo provocó en los niños reacciones de hiperactividad, mientras se enganchaban con las videoconsolas, e incluso sufrían ataques de epilepsia al ver los capítulos de sus series favoritas.
500 programas después, la formula infantil más cercana a Barrio Sésamo sigue en pleno auge y aunque muchos programas con tal historial se queden sin ideas, no sucede lo mismo con Lucho y los suyos. Ya mismo se trabaja para continuar las aventuras de los habitantes de la Luna Lunera, como por ejemplo en una adaptación de la célebre obra de "La Odisea" de Homero, y en una nueva sección dedicada a las canciones populares y tradicionales españolas. Los 500 no son sino, más que un numero meramente significativo de lo que puede llegar a dar este programa, capaz de batir el record en antena de las historias de Don Pimpón y los suyos.
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