Unas 700.000 personas han tenido que abandonar sus hogares este año como consecuencia del recrudecimiento del conflicto en varias zonas de Siria, lo que eleva a 6,5 millones el número de desplazados internos por una guerra que ha causado, además, 5,6 millones de refugiados.
El coordinador regional de Naciones Unidas para la crisis siria, Panos Moumtzis, se ha mostrado "profundamente preocupados" por los niveles de "desplazamientos masivos" que se han registrado en el país durante estos últimos meses, habida cuenta de que demuestran que "los civiles siguen en medio de una horrible violencia".
Más de 400.000 personas han abandonado sus hogares por las operaciones lanzadas en la región de Idlib, en el norte del país, entre ellas 137.000 correspondientes a la zona de Afrin, donde Turquía inició el 20 de enero la 'Operación Rama de Olivo' contra las milicias kurdas.
Por otra parte, la ONU ha informado de 133.000 desplazados en el enclave de Ghuta Oriental, situado a las afueras de Damasco y asediado por las fuerzas leales al régimen de Bashar al Assad. Las tropas del Gobierno lanzaron a mediados de febrero la que ha resultado ser la ofensiva definitiva sobre esta zona.
Más de 44.000 de las personas que han abandonado Ghuta han recalado en lugares de la zona rural de Damasco que ya están "muy saturados", mientras que otras 50.000 han sido evacuadas a Idlib y Alepo, "donde la respuesta humanitaria ya ha llegado a un punto límite".