Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Cristianismo originario | Actitud | Ataduras
Las personas no deberíamos exigir de nuestros semejantes aquello que nosotros mismos no estamos dispuestos a dar

La actitud de espera conduce a ataduras

|

“Cuando esperéis algo de vuestro prójimo, que él debe hacer para vuestro beneficio, haceos la pregunta: ¿por qué no lo hago yo mismo? Quien por ejemplo espera de su prójimo dinero y bienes para que él mismo, que está en la comodidad, no tenga que trabajar, o quien espera fidelidad de su prójimo sin ser el mismo fiel, o quien aunque desea ser aceptado y acogido por su prójimo, no acepta ni acoge él mismo a sus semejantes, ése es egocéntrico y pobre en el espíritu”. Cualquier cosa que exijamos de nuestro prójimo es algo que no poseemos en el corazón. Es ilegítimo que por una actitud de espera se coaccione a los semejantes a realizar actos, declaraciones o comportamientos que por sí mismos no estarían dispuestos a hacer. “Cuando reconozcas tu actitud de espera en tus deseos para con tu prójimo, da rápidamente la vuelta y haz primero tú mismo lo que exiges de él. Pues cada coacción es una presión que a la vez produce coacción y contrapresión. Con tal comportamiento chantajista para con tu prójimo te atas a él y te haces tanto a ti mismo como a la persona que se dejó chantajear, esclavo de la baja naturaleza. Tales métodos de coacción como, por ejemplo “yo espero de ti y tú esperas de mí”, es decir que cada uno da al otro lo que éste le exige, llevan a ataduras. Y lo que está atado no tiene lugar en el Cielo. Esto significa que los dos que se han atado recíprocamente, volverán a encontrarse algún día, ya sea en una nueva encarnación o bien como almas en los planos de purificación.

La actitud de espera conduce a ataduras

Las personas no deberíamos exigir de nuestros semejantes aquello que nosotros mismos no estamos dispuestos a dar
Vida Universal
martes, 6 de marzo de 2018, 07:05 h (CET)
“Cuando esperéis algo de vuestro prójimo, que él debe hacer para vuestro beneficio, haceos la pregunta: ¿por qué no lo hago yo mismo? Quien por ejemplo espera de su prójimo dinero y bienes para que él mismo, que está en la comodidad, no tenga que trabajar, o quien espera fidelidad de su prójimo sin ser el mismo fiel, o quien aunque desea ser aceptado y acogido por su prójimo, no acepta ni acoge él mismo a sus semejantes, ése es egocéntrico y pobre en el espíritu”. Cualquier cosa que exijamos de nuestro prójimo es algo que no poseemos en el corazón. Es ilegítimo que por una actitud de espera se coaccione a los semejantes a realizar actos, declaraciones o comportamientos que por sí mismos no estarían dispuestos a hacer. “Cuando reconozcas tu actitud de espera en tus deseos para con tu prójimo, da rápidamente la vuelta y haz primero tú mismo lo que exiges de él. Pues cada coacción es una presión que a la vez produce coacción y contrapresión. Con tal comportamiento chantajista para con tu prójimo te atas a él y te haces tanto a ti mismo como a la persona que se dejó chantajear, esclavo de la baja naturaleza. Tales métodos de coacción como, por ejemplo “yo espero de ti y tú esperas de mí”, es decir que cada uno da al otro lo que éste le exige, llevan a ataduras. Y lo que está atado no tiene lugar en el Cielo. Esto significa que los dos que se han atado recíprocamente, volverán a encontrarse algún día, ya sea en una nueva encarnación o bien como almas en los planos de purificación.

Noticias relacionadas

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

Gladio (espada en latín), fue el nombre que se le dio a la "red de agentes durmientes desplegados por la OTAN en Italia y preparados para entrar en acción en caso de que los soviéticos invadieran Europa Occidental", y serían la fuerza aliada que permanecería detrás de las líneas soviéticas para facilitar el contraataque.

El diccionario es permisivo, incluye la rigidez en la delimitación de las entradas y salidas; al tiempo que acoge la pérdida de los formatos cerebrales a la hora de regular las ideas entrantes o las emitidas tras elucubraciones varias. A veces no está tan claro si apreciamos más los desajustes o seguimos fieles a ciertos límites establecidos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto