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Se podrá pasar de un curso a otro con asignaturas suspendidas, es decir, si un alumno suspende una asignatura, esta podrá ser aprobada para que pueda obtener el título de Bachillerato. Esto llevará a que nuestros estudiantes, degenerando, degenerando lleguen a ocupar puestos importantes, aunque ya muchos los ostentan sin haber estudiado. Una de las muestras es nuestra Ministro de Igualdad que ha pasado de cajera de supermercado a ocupar tal puesto en nuestro Gobierno.
En definitiva, SELECTIVIDAD para acceso a los estudios universitarios. Hemos convertido la “EDUCACIÓN” en un pintoresco bosque animado, como si la historia o la química o las matemáticas fueran evolucionando según las Comunidades Autónomas, según las costumbres lugareñas o según el capricho de los responsables.
Estos días miles de jóvenes se enfrentan a uno de los retos más importantes de su vida estudiantil: los exámenes de la EBAU. La cita estará cargada de estrés, intriga y cierta emoción, sobre todo después de unas clases atípicas condicionadas por el confinamiento. Un contexto que ha aprovechado el comparador Acierto.com para analizar cuáles son los sueños y aspiraciones de estos futuros universitarios.
Este proceso selectivo ha pasado por diversas alternativas a lo largo de los muchos años de mi vida. El primero que recuerdo se remonta a los años cincuenta. Se trataba del curso preuniversitario. La elección de la carrera a estudiar posteriormente, se vinculaba a las posibilidades económicas de la familia del estudiante.
Como cada año, a lo largo de esta semana 300.000 estudiantes de todo el país se enfrentarán a una de las pruebas más duras de su trayectoria académica: la Selectividad. El resultado de este examen determinará en gran medida su futuro laboral, razón de sobra para prepararla con ahínco.
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