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saber sin fin

Luis Héctor Epul, pulmón de la vida cultural marplatense

Los pulmones y el sistema respiratorio permiten el ingreso de oxígeno a nuestros cuerpos. Gracias a ello vivimos.Hay personas que son una especie de pulmones para la vida cultural de su entorno, porque  propician la visibilidad del talento, porque provocan redes de intercambio artístico y las causas humanitarias son beneficiadas gracias a su intervención.

Construir puentes intergeneracionales es un arte y quien lo consigue es un artista

"El constructor de puentes intergeneracionales

es una especie de guía, mediador, facilitador,

traductor y educador en procesos individuales y sociales."

XXIV Encuentro Internacional de Poesía del Estado de México, homenaje y perseverancia

Como desde hace más de veinticinco años, ha iniciado —del 25 de marzo al 29 de abril—, el XXIV Encuentro Internacional de Poesía del Estado de México, iniciativa organizada por el destacado escritor Francisco Javier Estrada, a través de las Casas del Poeta A. C.

Un año de la partida del Dr. Cosquillas

Para quienes escuchan por primera vez del Doctor Cosquillas les comparto que él era de profesión médico, pero durante más de veinticinco años —caracterizado de payasito— llevó alegría y esperanza a niños enfermos, muy especialmente a quienes presentaban algún padecimiento terminal.

Cada reconocimiento compromete

Esto aplica en el caso de los reconocimientos.También me queda claro que las “medallas en el pecho” no dan valor ni integridad, pero sí sirven para visibilizar nuestra labor, y si ésta es para bien, entonces, puede ser útil para inspirar a otros, sobre todo a los más jóvenes.Si inspiramos hacia el bien, de alguna manera estamos contribuyendo en sentido inverso a toda la negatividad, violencia y corrupción de la que tanto nos quejamos.Los reconocimientos bien merecidos suelen ser una especie de marca en el camino, son sólo un breve corte transversal para tomar respiro, porque detrás de esos momentos hay mucho trabajo y esfuerzo que de otra manera sólo serían conocidos por cada quien y su círculo más cercano.Poco o nada valen los reconocimientos que detrás no son respaldados por trabajo y disciplina.Los reconocimientos antecedidos por amor al prójimo tienen carga didáctica, mejor dicho, son energía pura en el contexto de la filosofía de la educación permanente.Es una decisión enfocar los reconocimientos como compromisos.Yo así lo pienso.Pienso sobre todo esto y mucho más unos días previos a la inauguración de la biblioteca del Centro Cultural D’Los que llevará mi nombre.Hace cerca de un año María Anger me notificó la decisión de que la biblioteca del Centro Cultural D’Los se llamara Abel Pérez Rojas.Por una u otra circunstancia el evento respectivo se fue postergando hasta el día de hoy.He tenido muchos días para reflexionar al respecto.Claro que se siente muy agradable tal deferencia.Recordé que hace como ocho años recibí un comunicado referente a que una escuela primaria de Veracruz llamaría con mi nombre a su biblioteca.No pude acudir al acto y perdí el seguimiento a la evolución de la biblioteca.Hoy me queda claro que la biblioteca Abel Pérez Rojas del Centro Cultural D’Los es una deferencia que me compromete a convocar esfuerzos, a tratar de aterrizar lo que he estudiado en torno a la evolución de las bibliotecas en el mundo.En próximas entregas estaré reflexionando sobre los desafíos de las bibliotecas en el siglo XXI y la ruta que pueden seguir.Me quedo por ahora con lo que significa un reconocimiento en la vida de quien lo recibe.Acepto el compromiso y sé que no estaré solo en dicha encomienda.Sé que muchos estarán gustosos de compartir su saber y sus obras en la biblioteca Abel Pérez Rojas.Trataremos de que así sea.Así será.Nos vemos la próxima semana.

Filigramma, literatura en tribuna artesanal

Con la próxima aparición de Filigramma, la revista literaria del Círculo de Escritores Sabersinfin (CES), se evidencia una vez más que en medio del apabullante predominio de lo virtual y tecnológico, siempre habrá cabida para lo que parece extinto, como es el caso de las revistas impresas elaboradas artesanalmente.Filigramma pretende ser una revista bimestral independiente en la cual se publiquen las creaciones de los integrantes del CES, de tal manera que la actividad fruto de sus sesiones y retroalimentaciones no se quede exclusivamente en el reducto de su alcance inmediato.Los integrantes del CES, buscan revivir para sí y para sus lectores la experiencia acumulada en las décadas pasadas, en las cuales los boletines, los folletos, las revistas y los panfletos eran un medio efectivo y cercano a través de los cuales los creativos entraban en contacto con sus audiencias.Los creadores de Filigramma saben que la realización de una producción artesanal lleva varias sorpresas inherentes en el trayecto, como la convivencia, el trabajo en equipo, la realización de tareas solidarias, el análisis, el diálogo y, por qué no, la vivencia y aprendizaje de los yerros.Reflexionar en torno a tareas como ésta, nos conduce a hacer visible la necesidad de reconsiderar el mantener vivas ciertas acciones que están quedando como cuestiones meramente marginales.Los creadores de la revista me invitaron a escribir una presentación a propósito de la aparición del primer número.Aquí las breves líneas que redacté en torno al primer número de Filigramma:“Siempre es loable que se fomente la lectoescritura desde cualquier ángulo y trinchera, porque se abren múltiples posibilidades de interactuar con mentes y escenarios que de otra manera tal vez no sería posible.“Sabedores de lo anterior, los integrantes del Círculo de Escritores Sabersinfin se han echado a cuestas una nueva tarea periódica: FiliGramma.“FiliGramma es más que un vocablo compuesto y más que un juego de palabras.“FiliGramma es la materialización de un grupo de corazones que hacen su propia tribuna artesanal en medio de una maraña tiránica articulada en la red de redes, y no por ello suicidamente renuncian a los entornos virtuales.“Como todo esfuerzo inicial habrá muchos ajustes por realizar en el camino, pero ni duda cabe que este esfuerzo literario está animado por la premisa: "Caminante no hay camino...".“En FiliGramma confluyen mujeres y hombres curtidos en el día con día, plumas cocinadas en lo colectivo y en lo íntimo de la soledad, que enfrenta al artista con la superficie blanca y las miles de ideas que bullen en su mente.“Con esta revista los creadores buscan motivarse, provocar a los lectores a la acción e inspirar a quien se deje.“Enhorabuena por la iniciativa que significa esta revista.“Enhorabuena por nosotros, sus lectores”.Hasta aquí la cita.Filigramma es un proyecto del CES que tendrá a cargo la escritora Olivia Sesma con la colaboración de cada uno de sus compañeros, en especial de la escritora Leticia Díaz Gama, coordinadora del Círculo.Muy bien por la iniciativa.

Globos artísticos de papel, una trinchera para la resistencia

Para muchos los globos artísticos de papel – conocidos también comoglobos de papel, globos luminosos, globos del deseo y globos de papel de China-, son una de las manifestaciones más espectaculares del arte popular iberoamericano cuyas raíces se remontan a cientos de años en diversas naciones latinoamericanas; como toda expresión artística, desde ahí se están levantando voces de protesta y resistencia en torno a temas urgentes que no pueden postergarse.Esta semana tuve la oportunidad de dialogar con quien por su seguridad –así me lo ha pedido él-, llamaré simplemente Edson, quien es geógrafo, medioambientalista y militante por la regulación de la actividad globera en Brasil.Edson es originario de la ciudad de Curitiba, estado de Paraná, Brasil, quien se ha dedicado durante más de treinta años al diseño, construcción y elevación de globos artísticos.En Brasil de acuerdo a una ley federal, desde 1934 están prohibidos los globos artísticos aerostáticos no tripulados, pues a decir de los promotores de dicha reglamentación, el hecho de que empleen fuego para su elevación implica riesgos ambientales, específicamente la generación de incendios forestales.Curiosamente en la combinación del uso de dos elementos antagónicos como lo son el papel y el fuego, es en donde reside la maestría e ingenio que implica dicha actividad.Converso con Edson sobre los globos artísticos de papel, me dice que Brasil, su país natal, es un referente mundial en esta arte.Desde la maravilla que implica concebir, construir y elevar colosos que pueden medir desde cinco a cien metros de altura, Edson me dice que esa ha sido su trinchera para ejercer su activismo.En el 2009, con motivo de su graduación, Edson inició un estudio acerca del impacto ambiental de la actividad globera en Brasil, descubriendo que si bien es cierto, es riesgosa la actividad de los globos artísticos, la solución es la regulación efectiva, pues hay una actividad resiliente de los artistas globeros, que a pesar de que la prohibición tiene muchos años, éstos han resistido a la misma, continuando con la actividad en la clandestinidad e incluso evolucionando artística y técnicamente a pesar de la presión del Estado brasileño.Los globos artísticos son una manifestación artística con un gran poder de convocatoria, su espectacularidad atrae a miles de personas en las redes sociales y en festivales celebrados fuera de Brasil, como es el caso de México, donde los artistas brasileños de esta especialidad han encontrado cielos libres para elevar sus creaciones, esa libertad les ha permitido expresarse sobre temas de la realidad en su país; que en el caso de Edson, ha sido sobre la situación de la depredación de la Amazonia, la defensa del territorio y la persecución de medioambientalistas y activista en pro de los derechos humanos.Mientras escucho a Edson pienso en lo difícil que es sortear todas las adversidades para continuar con el arte que es su motivo y esencia de vida.A propósito de su activismo, Edson me platica que con la llegada del actual presidente de su país Jair Bolsonaro, las cosas retrocedieron en detrimento de las libertades de los brasileños, porque el discurso de odio ha dividido al pueblo brasileño entre “buenos” y “malos”.Dice Edson, que de acuerdo a esa división de la oficialidad entre unos y otros, las personas indígenas son malas, las personas pobres son malas, las personas negras son malas, las personas homosexuales son malas, etc.Por otra parte, en ese discurso simplista del gobierno brasileño, dice Edson, que las personas ricas son buenas, las personas cristianas son buenas, las personas blancas son buenas, los citadinos son buenos, es decir, hay un trasfondo supremacista enmascarado en un pseudo nacionalismo entreguista a los Estados Unidos.Sigo escuchando las reflexiones de mi entrevistado y me queda cada vez más claro que sin su inmersión pasional en el mundo de los globos artísticos de papel, el espíritu de este activista se marchitaría irremediablemente.En efecto, los globos artísticos de papel son el universo en el cual Edson y muchos más expresan su activismo sin cortapisas, pese a la criminalización de su actividad en su propio país.Veo otra cara del punto geográfico que está en la mira internacional debido a los incendios forestales de la Amazonia, me duele lo que sucede, como también me duele que situaciones como ésta sean desconocidas en gran parte del mundo.

Con una maleta de cartón recuerdo de dónde provengo

Recuerdo mis orígenes cada vez que tropiezo con una caja en la que se empacan huevos de gallina, eso me sirve para estar siempre atento para que mis éxitos no me hagan perder la humildad ni me cieguen.A continuación te comparto más del por qué.Hace poco más de treinta años llegué de Tehuacán a la ciudad de Puebla viajando en tren, con muy poco dinero, con muchos nervios y usando como maleta una caja de cartón para huevos.Arribé a la capital poblana para estudiar en la Universidad Autónoma de Puebla (UAP).Empecé a escribir una etapa muy importante de mi vida al llegar a Puebla.Con el paso del tiempo me aclimaté y acomodé en esta ciudad.En esta ciudad he pasado el mayor tiempo de mi existencia.Puebla me ha brindado muchas oportunidades de desarrollo, desde aquí amplié mi familia y una vida honesta.Actualmente desarrollo varias actividades que me apasionan y he conseguido varios logros, a decir de mi apreciado amigo Luis Fernando Paredes Porras: “con menos de lo que hemos hecho muchos presumen y se ostentan como destacados personajes”.En mi caso trato de no “marearme” con los resultados positivos, no obstante de que siempre están latentes y acechantes la soberbia, la arrogancia y la pedantería.Para mantener el equilibrio y no verme obnubilado por los aciertos siempre trato de tener cerca de mí aquello que me recuerda que provengo de una familia humilde que a base de trabajo y amor siempre ha salido adelante.Estoy convencido que no olvidar de dónde venimos es un acierto para la salud mental, porque además de que previene que evitemos los errores del pasado, también provee de ubicarnos en el tiempo, el espacio y las circunstancias.Actualmente muchos jóvenes distorsionan su realidad por vergüenza o ignorancia, porque olvidan u ocultan de dónde provienen y tratan de reescribir su historia a partir de ellos.Veo cómo es que equivocadamente hay quienes se avergüenzan de sus padres, de su familia en general, de su infancia, de sus trabajos anteriores o de las escuelas en las que estudiaron durante la infancia o la adolescencia.Con lo anterior no estoy tratando de hacer una apología de la pobreza, de la debilidad o de la indefensión, lo que te digo es que tener los pies en la tierra de nuestra historia personal siempre nos va a servir para tener equilibrio y estabilidad emocional y mental.Hace poco escribí un poema titulado “Maleta de cartón”, lo cual me hizo reflexionar en torno a las líneas anteriores.Recibí varios mensajes después de publicar el poema, entre felicitaciones me decían que todos de alguna forma u otra tenemos nuestra respectiva caja de cartón.Que tal vez para unos esa caja de cartón sea un boleto de autobús, unos zapatos viejos, una torta de jamón, el beso de un ser querido, en fin, todos de alguna manera tenemos algo o algún recuerdo que podemos evocar para recordar nuestras raíces y mantenernos en equilibrio.Están en lo cierto quienes me compartieron esa observación, sólo cada quien sabe qué le alude su origen y su pasado.Si nosotros nos percatamos de esto, vamos a poder echar mano de este recurso para traerlo a nuestra mente y a nuestro corazón cuantas veces sea necesario.Aquí te comparto sólo unos versos de mi poema “Maleta de cartón”, si te gustan espero lo leas todo y lo compartas (bit.ly/2X2HKw8): “En mi caja de cartón-haciendo función de maleta-viajaron sueños,dos playeras,un pantalóny seis billetes de cincuenta”.Por cierto, para mí una caja de cartón me alude una experiencia enriquecedora que me ayuda a mantenerme a salvo de la soberbia, ¿tú ya sabes cuál es tu respectiva “maleta de cartón”?Vale la pena darse cuenta.

Los cuentos tienen gran valor cuestionador

y el entramado que da nombre al libro: Es cuento, ¿pero si fuera realidad?En cada uno de sus escritos Antonia pone el dedo en la llaga sobre algunas de las creencias que aún imperan en el siglo XXI, en torno a las relaciones humanas, el amor de pareja, la homosexualidad y sobre otras tantas cuestiones que a primera vista parecerían no estar contempladas.A través de historias breves Antonia logra su cometido principal: cuestionarnos, provocarnos y dejarnos un sabor de boca que el humor negro provoca.Antonia me concedió el honor de que le escribiera una breve reflexión para que fuera incluida en su libro, lo cual me orilló a detenerme a pensar un poco en lo que aquí escribo.Con la autorización de Antonia te comparto lo que escribí para su libro:Antonia Estarlich lleva al campo de la ficción una serie de inquietudes que vienen del pasado lejano, pero están presentes en la sociedad del siglo XXI.Encarnados en personajes míticos, legendarios y otros más terrenales, Antonia tuerce las historias que hasta ahora hemos escuchado y aceptado sin chistar, privándonos esto de un amplio abanico de posibilidades que toda mente libre podría bosquejar en un simple ejercicio lúdico de cierta altura.En sí, el título de la obra muestra sin recato alguno la cuestión transversal del libro que tienes en tus manos: Es cuento, ¿pero si fuera realidad?Estarlich Sánchez no intenta engañarnos con su postura central: ¡claro que es cuento lo que te estoy compartiendo!, pero ¿y si fuera realidad al menos alguno de los enredos de las historias que trazo?, ¿de cuántos escenarios nos hemos privado por el simple hecho de descartar ciertas posibilidades’, ¿cuántos sentimientos de culpa, discusiones e inclusive guerras podríamos haber evitado de haber tomado derroteros diferentes las historias que han moldeado el imaginario colectivo acumulado?La respuesta a las preguntas no las sabremos con exactitud porque la historia, al menos la socialmente aceptada, se ha escrito de una forma diferente a la planteada en este libro, por eso se le agradece de sobremanera a Antonia el esfuerzo para sacarnos de nuestra comodidad intelectual a partir de entretenimiento pensado para mentes que quieren ir más allá.En efecto, son cuentos, ¿pero si fueran realidad?Hasta aquí la cita.Como puedes ver, es valioso que el cuento sea orientado como medio de reflexión y análisis, por ello se agradece a quienes a través de su pluma logran dicho cometido.

Enfocarse en lo ilusorio obstaculiza modificar la realidad

Es acertado tomar consciencia de que todo lo que existe es una representación de lo que verdaderamente es, de tal manera, que, en gran medida el mundo es una ilusión de la realidad, pero abordar todo como un gran espejismo puede llevarnos a no incidir en modificar nuestra existencia, porque dejamos escapar el presente.A primera instancia todo esto suena como un enredado juego de palabras que, para no meterse en tantos aprietos, podría resolverse diciendo sencillamente que “cada cabeza es un mundo” y que “cada quien tiene la verdad”.De esa manera nos quitamos de encima la necesidad de escudriñar lo que también pareciera no tiene sentido alguno dialogar.Sin embargo, para quienes no nos conformamos con una visión simplista de las cosas vale la pena detenerse a pensar qué hay debajo de lo que afirmo en el primer párrafo.Hacer representaciones mentales de nuestro mundo es una forma de preparar nuestro andar en él, es decir, podemos actuar e interactuar en la realidad gracias a que “sabemos” los códigos en que se estructura cuanto nos rodea.Obviamente, damos por hecho que tanto nuestro saber, así como los “códigos” de la realidad están en constante cambio, por ello nos preparamos, estudiamos y nos abrimos a conocer más y diferente para poder continuar en esta vida.Es en ese sentido que entiendo lo que sostiene Ignacio Morgado, catedrático de Psicobiología del Instituto de Neurociencias de la Universidad Autónoma de Barcelona, en una entrevista para el suplemento Ciencia del periódico español ABC: “la manera que tiene el cerebro humano de entender y manejar el mundo consiste en crear ilusiones”.Dicho en otras palabras, las ilusiones son una especie de piezas con las cuales se conforma la representación mental de la realidad, o mejor dicho de “nuestra” realidad.Por otra parte, las escuelas iniciáticas ancestrales nos han enseñado que es vital “despertar” del gran sueño en el cual nos encontramos para poder tomar consciencia de que la realidad es mucho más, y más profunda a aquella que captamos con nuestros sentidos y con nuestros pensamientos.Por eso los sabios de la antigüedad incitaban a sus discípulos a no contentarse con los frutos de la entrenada percepción ni con las conclusiones de sus más agudos razonamientos.La verdad está por encima de todo eso y por ello siempre hay que estar dispuestos a “despertar” para tomar las cosas en la dimensión que les corresponde.La vida, en este sentido, es un “despertar” permanente.Pienso todo esto y mucho más mientras leo un cuento breve titulado “Los higos ilusorios”, que encontré recientemente en phileasdelmontesexto.com.El cuento dice así:Un viejo maestro, que enseñaba a sus discípulos sobre las ilusiones del mundo de la materia y de qué manera nos engaña los sentidos, estaba comiendo higos con uno de sus alumnos.“En un momento, el maestro preguntó: “¿Y qué tal?

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