Los cambios acelerados del momento presente alcanzan de lleno a las agrupaciones de gente atareada en sus ocupaciones habituales. Las rutinarias como lastre adosado a base de generaciones, los imprevistos de sus tareas diarias y los fenómenos EMERGENTES de nuevas modalidades de comportamiento. Estas últimas obedecen a impulsos diferentes, necesidades imperiosas que deben ser satisfechas, brotan desde intereses perversos subyacentes y también surgen por la natural adaptación existencial a los tiempos modernos. El abanico de las posibles respuestas permanece abierto en cada época, ceñido a los ámbitos geográficos, con sus tipismos y circunstancias locales que los modulan.