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Las zonas tropicales del planeta perdieron el año pasado 3,7 millones de hectáreas de bosques primarios, una superficie ligeramente menor que Bután y equivalente a 10 campos de fútbol por minuto, debido sobre todo al aumento de tierras dedicadas a la agricultura.
Más de la mitad de especies de árboles del Bosque Atlántico está amenazada de extinción debido a la deforestación, y ese riesgo es aún mayor para las llamadas especies endémicas, que solo se encuentran en esa región: 13 de ellas posiblemente estén extintas, alerta un estudio publicado en la revista Science por un equipo internacional de investigadores.
De los 4.060 millones de hectáreas de área boscosa del planeta, el 45% es de origen tropical, precisamente el más amenazado. Según datos de la organización no gubernamental WWF (World Wildlife Fund), si la deforestación se mantuviese al mismo ritmo que en las tres últimas décadas, los bosques tropicales podrían extinguirse en un plazo relativamente corto de cien años y sin ellos el ecosistema mundial correría graves riesgos.
El 29 de junio entra en vigor el nuevo Reglamento 2023/1115, de 31 de mayo de 2023, cuyo objetivo es impedir la comercialización en el mercado de la Unión Europea (UE) y la exportación desde la Unión de algunas materias primas y productos cuando estén asociados a la deforestación y la degradación forestal.
La Tierra pierde cada año alrededor de 10 millones de hectáreas de bosques, una extensión equivalente a 14 millones de campos de fútbol y algo superior a la de Castilla y León, pese a que estos ecosistemas son esenciales para las personas y el planeta.
Ya desde el exterior, Daira observaba el gran castillo que hasta hacía unos días había considerado su hogar y que ahora ardía entre las llamas, aquellos que creía su familia iban a entregarla en sacrificio al gran Dios. Sus ojos aún inundados en lágrimas bajo el dolor de la traición convirtieron sus poderes en destructivos, todos los que quisieron hacerle daño, ahora perecían entre las llamas consumidos por sus pecados.
Estoy convencido de que los seres humanos somos como los árboles, que son más fuertes cuando viven en el bosque, potenciados por la otredad y el “nosotros”; pero que de no ser por sus raíces, no podrían sobrevivir, pese a estar en la más exuberante floresta. Los seres humanos no seríamos lo que somos y no tendríamos esperanza de evolucionar, si no viviéramos en sociedad.
Naciones Unidas llama a la protección de la Amazonía en medio de temores de que miles de incendios en todo Brasil destruyan rápidamente la selva tropical más grande del mundo y se allane el camino para una catástrofe climática.
Los distintos medios así como los diferentes organismos y autoridades con competencias en el sector, han puesto todo su empeño, y no es para menos, en hacer que la población mundial tome conciencia de la grave contaminación que está sufriendo el planeta y que camina a pasos agigantados hacia sufrir consecuencias que difícilmente serán reparables.
Se ha reducido más de un 50 por ciento en los últimos tres años, según los ingenieros forestales, que advierten de la necesidad de mejorar la prevención ante el riesgo de incendios.
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