El “Guaje” Villa, un luchador del fútbol donde los haya, volvió a recuperar la sonrisa tras su partidazo de ayer ante el Milan
Lo ha pasado muy mal en el último año y medio. Empezando por la fatídica fractura de tibia en el Mundial de Clubes de 2011 –que le hizo perderse la Eurocopa-, y siguiendo por lo que, lógicamente, le está costando si no recobrar sí al menos acercarse a su mejor nivel, más aún a sus 31 años. Pero ayer David Villa volvió a recordarnos a aquel que, entre otras cosas, lleva a gala ser el máximo goleador en activo e histórico de la selección campeona del mundo y de Europa.