Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Firmas y Blogs
José Luis Gómez
A vueltas con España
José Luis Gómez

No sólo las cajas hacían cosas raras

MADRID, 16 (OTR/PRESS)La crisis no se aprovechó para racionalizar --de verdad-- la estructura político-administrativa del Estado, en la medida en que no se acometió a fondo sino solo con pequeños retoques para eliminar unos cuantos chiringuitos. Se hizo que se hacía por parte de Soraya Sáenz de Santamaría, pero no se hizo prácticamente nada, de modo que el andamiaje básico del Estado, un estado complejo, sigue en pie, con los mismos grandes problemas de siempre. Donde realmente se realizó un cambio radical fue en el sector financiero, para mayor gloria de la banca, que, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, se llevó por delante a las cajas y a sus fundaciones culturales; también a sus obras sociales.

La doctrina oficial señalaba en este caso que las cajas de ahorros habían estado mal gestionadas, fruto de una politización mal entendida, de modo que había que agruparlas, reconvertirlas en bancos y privatizarlas; eso sí, tras recapitalizarlas con fondos públicos. Dicho y hecho. Hoy apenas quedan cajas de ahorros en España, lo que quiere decir que el 50% del mercado financiero que tenían estas entidades está ahora en manos de bancos privados, con contadas excepciones y a la espera de que culmine la golosa privatización de Bankia.

Pero la doctrina oficial se olvidó de un pequeño detalle. No sólo las viejas cajas de ahorros hacían cosas raras. También los bancos hacían cosas feas, muy feas. Tan feas que en algunos casos tuvieron que desaparecer --literalmente-- y en otros no desaparecieron pero afloraron escándalos político-financieros cuyos ecos tardarán en apagarse. Popular, Pastor, Valencia, Gallego, ... son claros ejemplos del primer supuesto. El BBVA, del segundo.

El foco está puesto ahora sobre el ex comisario Villarejo y el banquero Francisco González (FG) --uno en la cárcel y otro en la calle-- pero de lo que se sabe mucho menos es de la guerra --política-- que hubo detrás del control del BBVA, con ramificaciones en el sector de los medios de comunicación y del empresariado vasco. El PP de José María Aznar, victorioso frente al PSOE de Miguel Sebastián, neutralizó a las familias de Neguri al encumbrar a FG, sin que Miguel Sebastián lograse que su particular amigo de zumosol --Luis del Rivero-- lograse asaltar la cúpula del banco; léase echar a FG. Es posible que Villarejo sea el villano de esta peculiar serie pero dista mucho de ser el centro de la cuestión. El PP y el PSOE, que tanto simulan pelearse por el balón en el patio del colegio, bien podrían elevarse un poco hasta los rascacielos de las finanzas para explicar algo cada vez más evidente: no sólo las cajas hacían cosas raras.

Si bien están documentados casos de lucha feminista desde la Grecia clásica o la Revolución Francesa, el feminismo --tal y como hoy lo entendemos-- constituye una tradición de no menos de noventa años de lucha en pro de la igualdad entre mujeres y hombres. Pero no fue hasta 1945 cuando la Carta de las Naciones Unidas se convirtió en el primer acuerdo internacional para afirmar el principio de igualdad y no fue hasta 1975, coincidiendo con el Año Internacional de la Mujer, cuando las Naciones Unidas celebraron el Día Internacional de la Mujer por primera vez, el 8 de marzo.

10 de marzo de 2019.

Cuando el independentismo era todavía minoritario, en Cataluña ya se decía --de broma, pero en el fondo también en serio-- que la unidad real de España se basaba más en las cadenas de televisión y en El Corte Inglés que en las instituciones. En las teles y, en general, en los medios de comunicación, porque con su relato marcaban una agenda común en toda España, Cataluña incluida. Y en El Corte Inglés --tomado como ejemplo armonizador del consumo-- porque vestía el paisaje humano del país y equipaba el llamado confort de hogar, un concepto especialmente expandido por una clase media emergente. También se decía --aunque pocos se lo creían entonces-- que el riesgo de secesión en España vendría de Cataluña y no del País Vasco, a pesar de que en aquellos años todavía existía ETA. Acertaron quienes lo pronosticaron, que se basaban en la cohesión de la sociedad catalana y en aquello que cantaba en una de sus rumbas el popular Peret: Barcelona es poderosa, Barcelona tiene poder. Tal vez no de manera casual, ya que Peret --al igual que Dyango-- sorprendió a más de uno al aparecer en el concierto por la libertad en Barcelona junto a María del Mar Bonet, La Elèctrica Dharma, Pep Sala o Fermín Muguruza.

3 de marzo de 2019.

La controvertida decisión de Ciudadanos de no pactar con el PSOE tras las elecciones generales se tomó tras analizar encuestas sobre el electorado indeciso entre Vox, el PP y Ciudadanos. Fue objeto de debate interno, ya que en el equipo de Albert Rivera todavía quedan personas que no toman decisiones políticas solo con encuestas, pero se impuso el audaz criterio del presidente de Ciudadanos, cuyos cambios de opinión rivalizan con los de Pedro Sánchez, de ahí que haya que tomar con cautela lo que dicen --e incluso lo que hacen--, uno y otro. Después de todo, Albert Rivera y Pedro Sánchez siguen siendo los dos únicos líderes que han firmado un pacto de gobierno, que no de legislatura. De gobierno. Los mismos que ahora dicen que no se entienden, hasta el punto de que Rivera establece un cordón sanitario frente a Sánchez.

24 de febrero de 2019.

Ya están convocadas las elecciones para el 28 de abril. Pero ya hubo --y hay-- quien incluso antes de votar habla de pactos postelectorales, lo cual no deja de ser una cierta falta de respeto a los votantes. Una cosa es que un analista político especule al respecto --está en todo su derecho-- y otra que un candidato lo haga. En ese sentido, Albert Rivera no ha estado fino al dar por imposible un pacto de Ciudadanos con el partido de Pedro Sánchez.

17 de febrero de 2019.

Acordar un nuevo encaje de la comunidad autónoma de Cataluña en el Estado no resulta tarea fácil, dadas las posiciones de los partidos políticos independentistas y los pasos que habría que dar, ya fuese para hacerlo mediante una reforma del Estatuto de Autonomía o incluso de la Constitución española. Y no digamos, para organizar un referéndum legal de autodeterminación. Sea cual sea la salida, en el acuerdo tendrían que implicarse no solo los grupos independentistas, sino también los dos grandes partidos españoles: PP y PSOE, ya que de no hacerlo no habría mayoría parlamentaria suficiente. Este mero enunciado explica la distancia que puede haber hasta alcanzar un acuerdo, a día de hoy improbable.

10 de febrero de 2019.

Durante años, las encuestas se empeñaron en dar por hundido al PSOE en España, pero todas las elecciones mantuvieron al partido socialista como la segunda fuerza política. Las empresas de sondeos jamás reconocieron sus reiterados errores, entre ellos colocar al PSOE como el cuarto partido.

3 de febrero de 2019.
 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris