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Por primera vez en mucho tiempo, la pasada semana, mi “segmento” no llegó a las manos de mis lectores. Entre la compañía telefónica, que ha demorado durante siete días el traslado de mi instalación de Internet, y el cambio radical en mi actividad diaria, que ha revolucionado toda mi vida de forma impensable, no pude acudir a mi cita con mi columna de los jueves.
No nos damos cuenta, aunque nos cueste reconocerlo, que los mayores envejecemos más de lo que nuestros sentidos nos indican. Es como si nos miramos cada día en el espejo: apenas notamos cambios. Pero cuando contemplamos un video o unas fotos de hace cinco años, descubrimos el paso del tiempo por nuestras vidas.
En lo referente a la actividad intelectual sucede lo mismo. Nuestro disco duro se ha ido llenando de información y de experiencias. Esto trae consigo disminución de la velocidad de reacción y miedo a no estar a la altura. Con el temor consiguiente.
He podido experimentar esta sensación a lo largo de estos últimos diez días. He cometido la temeridad de integrarme en los estudios universitarios, en el primer curso de una carrera, rodeado de estudiantes que acaban de terminar su bachillerato y que tienen toda su información fresca del bachillerato y el EBAU (antigua selectividad). Gozan de unos conocimientos extraordinarios y un hábito de estudio que yo, desgraciadamente, he perdido. Hace muchos años aprendí que los ideales del hombre se adquieren con el desarrollo de la memoria, la inteligencia y la voluntad. Con los años estas facultades disminuyen.
Mi primera reacción ha sido la de desaparecer por el foro. Apartarme de una situación que me supera por el momento. La segunda, ha sido la de dar tiempo al tiempo. Mi ego ya pasa de “titulitis”. Solo me mueve el deseo de aprender, pero sin hacer el ridículo excesivamente.
Espero que me entiendan mis lectores. Pretendo convertirme en una especie de avanzadilla que abra el camino a personas del “segmento de plata” que sigan manteniendo inquietudes y deseos de llenar su vida de algo positivo.
De momento me siento como “gallina en corral ajeno”, vaticino que voy a obtener la mejor cosecha de calabazas de los últimos tiempos. Pero en este mundo nada es gratis. Pagaré mi tributo a la Universidad, que me permite compartir sus aulas para mejorar mis conocimientos. “Tempus fugit”.
Pedro Sánchez se habría despertado con un inesperado cisne negro que amenazaba seriamente su estancia en la Moncloa. El término “cisne negro” designa a un acontecimiento inesperado e impredecible que produce consecuencias a gran escala y que es explicable solamente a posteriori y en el caso de Sánchez, ese cisne negro habría adoptado la forma de una denuncia del seudo sindicato Manos Limpias contra la mujer de Sánchez por "presunto tráfico de influencias".
"No todo es oro lo que reluce y la investigación científica también tiene un lado oscuro. Distintas empresas encargan estudios con animales con fines lucrativos, para tratar de demostrar que su producto es mejor que la competencia. Los laboratorios buscan que se sigan financiando estudios con animales, es su manera de mantener el negocio", declara Emi Navarro, una de las personas activistas que dedica voluntariamente su tiempo a la defensa de los animales.
Como decía la zarzuela: “Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad”. Lo que sabíamos ayer es totalmente obsoleto hoy. Las actuales generaciones están más preparadas de lo que los mayores podemos pensar. He descubierto que, hoy en día, los niños ayudan a hacer los deberes a los abuelos.
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