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Tiene que servir para cohesionar la sociedad, no para dividirla

Religión y paz

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“La religión tiene que ser algo íntimo y personal. Cuando invade el espacio público, se puede desatar la guerra” (Joann Sfar, dibujante francés de cómics). Teme, sobre todo la manera en que la religión puede condicionar la educación “teniendo la clase de democracias débiles que tenemos en Europa”. En un sentido el dibujante francés tiene razón cuando la religión condiciona la política y debilita las democracias no solo de Europa, también en todos los lugares donde existen.


En este escrito siempre que usaré la palabra religión lo haré en el contexto de la cristiana. Cuando la catequesis consiste en informar exclusivamente sobre religión, lo que hace es cubrir con barniz el alma catequizada, sin cambiarla. Siendo así, se le puede convertir en un fanático como ocurre en Europa, Estados Unidos, Brasil… En nombre de la religión se incita a los catequizados a cometer todo tipo de atropellos.


No. La religión bien entendida no es el opio de los pueblos, sino la levadura que fermenta la masa de harina que se esponja cuando se la hornea, haciendo que el pan sea sabroso al paladar. Así actúa la religión cuando se enseña según el espíritu del Evangelio, no según la letra. Ablanda los corazones endurecidos por el pecado, insensibles a las necesidades  del prójimo y de sus problemas.


Transforma los corazones duros como el pedernal en otros de carne, así es como la Biblia llama a los corazones que piensan en el bien de los demás. Hoy, con el fin de evitar pronunciar la palabra amor se utiliza “empatía”. Con la buena educación religiosa el amor de Dios se implanta en los corazones de quienes creen que Jesús es el Enviado de Dios para salvar a su pueblo de sus pecados convirtiéndolos en sus hijos por adopción. Por la adopción el Espíritu Santo mora en ellos transformando el odio en amor. Joann Sfar manifiesta ser demócrata. Este es el concepto que tiene de la democracia: “La democracia no va de votar, va de educar. La democracia es lo único que puede hacer que una sociedad avance y se entienda a sí misma”. Democracia es la forma de gobierno en el que el pueblo ejerce la soberanía a través de la elección de sus gobernantes. Tal como van las cosas la democracia se encuentra en declive. El dibujante de cómics cree que “si los gobernantes apostasen por la cultura como lo hace la gene, volveríamos a amar la idea de Europa”. Pero la clase política no está por amar al prójimo, sino en gratificarse a sí misma. No puede comportarse de otra manera porque el corazón de piedra que posee no se lo permite. No entiende que la ciudadanía está compuesta de personas con nombres y apellidos a las que tiene que servir, no aprovecharse de ellas. En vez de ir unidos para conseguir  este objetivo se lanzan los platos a la cabeza, acusándose mutuamente de ser culpables de la mala situación en que nos encontramos. Eso sí, el culpable del colapso democrático  que se avecina a pasos de gigante siempre es de los otros. Nosotros lo hacemos bien. ¡Cuánta fachenda!


Es interesante conocer el origen de la palabra “capitolio” que últimamente se la ha empleado hasta la fatiga. El capitolio era el templo dedicado a los dioses Júpiter, Juno y Minerva. Tal  vez sin darnos cuenta hemos puesto la democracia, el gobierno del pueblo, bajo la protección de estos dioses paganos romanos. Es una insensatez poner nuestro  futuro en manos de unas imágenes que no pueden ayudarnos. Refiriéndose al asalto al capitolio en enero de 2021 (Joann Sfar dice: “Trump es un monstruo que sabe exactamente como hablar a su gente”. La extrema derecha norteamericana como la europea tiene connotaciones cristianas. Se encuentra bajo el amparo eclesiástico. Es el brazo ejecutor de las filosofías religiosas que se pretende imponer por la fuera. Imponer a mazazos los principios evangélicos. Cuando alcanzan el poder legislan leyes que impongan a la ciudadanía  cumplir los principios religiosos que creen ser legítimos. Mari-Paz López en su escrito “Cómplices en el asalto” resume así el asalto al Capitolio: “En el golpe sedicioso al Capitolio se vieron signos de “nacionalismo cristiano”, una deriva muy peligrosa para la democracia de los EUA y para el cristianismo”.


El uso de la fuerza para imponer la religión ya la encontramos en el judaísmo. Saulo de Tarso cuando todavía un furibundo fariseo que perseguía a muerte a los cristianos porque consideraba ser su deber hacerlo para hacer regresar al aprisco aquellos que habían salido de él. Encontrándose en pleno apogeo justiciero y provisto de los poderes que le habían concedido las autoridades religiosas judías se dirige hacia Damasco para hacer limpieza de infieles. Al llegar cerca de su destino le sucedió la súbita y espectacular conversión a Jesús (Hechos 9: 1-19) que cambió radicalmente su vida de manera que “confundía a los judíos que moraban en Damasco, demostrando que Jesús era el Cristo” (v.22). Las salvaguardas de la fe con prontitud se pusieron en acción. Al notar que Saulo se había convertido en difusor de la fe en Jesús “se reunieron y se pusieron de acuerdo para matarle” (v. 23). Así fue hasta que se les presentó la oportunidad de ponerlo en manos de la autoridad romana con el propósito de que fuese condenado a muerte” (Hechos 22).


Escribiendo el apóstol Pablo a los cristianos en Filipos les declara lo que fue antes de su conversión a Jesús: “Hebreo de hebreos:¸en cuanto a la Ley, fariseo; en cuanto  celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es por la Ley, irreprensible. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo” (Filipenses  3: 5-7).


El reino de Dios que empieza a desplegarse aquí en la tierra no es de este mundo. Su expansión no se consigue con la violencia Las cruzadas contra los sarracenos. El exterminio de los cátaros. La Santa Inquisición para borrar los luteranos de sobre la faz de Europa…no son maneras de hacer para que el reino de Dios se extienda. “Todos los que toman la espada a espada perecerán”(Mateo 26: 52) le dijo Jesús a Pedro cuando sacó la espada para defenderle. El salmista nos recuerda la manera correcta de hacer que se extienda el reino de Dios aquí en la tierra: “Alabad al Señor, invocad su Nombre, dad a conocer sus obras en los pueblos” (Salmo 105:1)

Religión y paz

Tiene que servir para cohesionar la sociedad, no para dividirla
Octavi Pereña
lunes, 11 de septiembre de 2023, 09:57 h (CET)

“La religión tiene que ser algo íntimo y personal. Cuando invade el espacio público, se puede desatar la guerra” (Joann Sfar, dibujante francés de cómics). Teme, sobre todo la manera en que la religión puede condicionar la educación “teniendo la clase de democracias débiles que tenemos en Europa”. En un sentido el dibujante francés tiene razón cuando la religión condiciona la política y debilita las democracias no solo de Europa, también en todos los lugares donde existen.


En este escrito siempre que usaré la palabra religión lo haré en el contexto de la cristiana. Cuando la catequesis consiste en informar exclusivamente sobre religión, lo que hace es cubrir con barniz el alma catequizada, sin cambiarla. Siendo así, se le puede convertir en un fanático como ocurre en Europa, Estados Unidos, Brasil… En nombre de la religión se incita a los catequizados a cometer todo tipo de atropellos.


No. La religión bien entendida no es el opio de los pueblos, sino la levadura que fermenta la masa de harina que se esponja cuando se la hornea, haciendo que el pan sea sabroso al paladar. Así actúa la religión cuando se enseña según el espíritu del Evangelio, no según la letra. Ablanda los corazones endurecidos por el pecado, insensibles a las necesidades  del prójimo y de sus problemas.


Transforma los corazones duros como el pedernal en otros de carne, así es como la Biblia llama a los corazones que piensan en el bien de los demás. Hoy, con el fin de evitar pronunciar la palabra amor se utiliza “empatía”. Con la buena educación religiosa el amor de Dios se implanta en los corazones de quienes creen que Jesús es el Enviado de Dios para salvar a su pueblo de sus pecados convirtiéndolos en sus hijos por adopción. Por la adopción el Espíritu Santo mora en ellos transformando el odio en amor. Joann Sfar manifiesta ser demócrata. Este es el concepto que tiene de la democracia: “La democracia no va de votar, va de educar. La democracia es lo único que puede hacer que una sociedad avance y se entienda a sí misma”. Democracia es la forma de gobierno en el que el pueblo ejerce la soberanía a través de la elección de sus gobernantes. Tal como van las cosas la democracia se encuentra en declive. El dibujante de cómics cree que “si los gobernantes apostasen por la cultura como lo hace la gene, volveríamos a amar la idea de Europa”. Pero la clase política no está por amar al prójimo, sino en gratificarse a sí misma. No puede comportarse de otra manera porque el corazón de piedra que posee no se lo permite. No entiende que la ciudadanía está compuesta de personas con nombres y apellidos a las que tiene que servir, no aprovecharse de ellas. En vez de ir unidos para conseguir  este objetivo se lanzan los platos a la cabeza, acusándose mutuamente de ser culpables de la mala situación en que nos encontramos. Eso sí, el culpable del colapso democrático  que se avecina a pasos de gigante siempre es de los otros. Nosotros lo hacemos bien. ¡Cuánta fachenda!


Es interesante conocer el origen de la palabra “capitolio” que últimamente se la ha empleado hasta la fatiga. El capitolio era el templo dedicado a los dioses Júpiter, Juno y Minerva. Tal  vez sin darnos cuenta hemos puesto la democracia, el gobierno del pueblo, bajo la protección de estos dioses paganos romanos. Es una insensatez poner nuestro  futuro en manos de unas imágenes que no pueden ayudarnos. Refiriéndose al asalto al capitolio en enero de 2021 (Joann Sfar dice: “Trump es un monstruo que sabe exactamente como hablar a su gente”. La extrema derecha norteamericana como la europea tiene connotaciones cristianas. Se encuentra bajo el amparo eclesiástico. Es el brazo ejecutor de las filosofías religiosas que se pretende imponer por la fuera. Imponer a mazazos los principios evangélicos. Cuando alcanzan el poder legislan leyes que impongan a la ciudadanía  cumplir los principios religiosos que creen ser legítimos. Mari-Paz López en su escrito “Cómplices en el asalto” resume así el asalto al Capitolio: “En el golpe sedicioso al Capitolio se vieron signos de “nacionalismo cristiano”, una deriva muy peligrosa para la democracia de los EUA y para el cristianismo”.


El uso de la fuerza para imponer la religión ya la encontramos en el judaísmo. Saulo de Tarso cuando todavía un furibundo fariseo que perseguía a muerte a los cristianos porque consideraba ser su deber hacerlo para hacer regresar al aprisco aquellos que habían salido de él. Encontrándose en pleno apogeo justiciero y provisto de los poderes que le habían concedido las autoridades religiosas judías se dirige hacia Damasco para hacer limpieza de infieles. Al llegar cerca de su destino le sucedió la súbita y espectacular conversión a Jesús (Hechos 9: 1-19) que cambió radicalmente su vida de manera que “confundía a los judíos que moraban en Damasco, demostrando que Jesús era el Cristo” (v.22). Las salvaguardas de la fe con prontitud se pusieron en acción. Al notar que Saulo se había convertido en difusor de la fe en Jesús “se reunieron y se pusieron de acuerdo para matarle” (v. 23). Así fue hasta que se les presentó la oportunidad de ponerlo en manos de la autoridad romana con el propósito de que fuese condenado a muerte” (Hechos 22).


Escribiendo el apóstol Pablo a los cristianos en Filipos les declara lo que fue antes de su conversión a Jesús: “Hebreo de hebreos:¸en cuanto a la Ley, fariseo; en cuanto  celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es por la Ley, irreprensible. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo” (Filipenses  3: 5-7).


El reino de Dios que empieza a desplegarse aquí en la tierra no es de este mundo. Su expansión no se consigue con la violencia Las cruzadas contra los sarracenos. El exterminio de los cátaros. La Santa Inquisición para borrar los luteranos de sobre la faz de Europa…no son maneras de hacer para que el reino de Dios se extienda. “Todos los que toman la espada a espada perecerán”(Mateo 26: 52) le dijo Jesús a Pedro cuando sacó la espada para defenderle. El salmista nos recuerda la manera correcta de hacer que se extienda el reino de Dios aquí en la tierra: “Alabad al Señor, invocad su Nombre, dad a conocer sus obras en los pueblos” (Salmo 105:1)

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