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Etiquetas | Perú | TRIBUNAL CONSTITUCIONAL | Perú Libre | Magistrados
Perú Libre, tras votar por varios magistrados conservadores, fujimoristas o cuestionados, se ha vuelto a partir

​Nuevo e inmoral Tribunal Constitucional

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El TC debiera ser anulado


Tras el escándalo internacional ocasionado por el fallido indulto del TC, el mismo que fue revertido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), lo mínimo que se podía esperar es un debate acerca de la naturaleza de dicho organismo (o si este debiera seguir existiendo, o ser electo directamente por el pueblo o en base a claros criterios de imparcialidad). Este ha servido para absolver deudas de grandes monopolios, debilitar las arcas fiscales y burlarse de los derechos humanos. Una de las promesas electorales de Pedro Castillo fue eliminar al TC, algo que recientemente ha secundado el actual Primer Ministro Aníbal Torres.


El martes 10 de mayo la Presidenta del Congreso, Maricarmen Alva, no permitió ni una sola intervención ni discusión en la elección de los 6 magistrados. Todos estos, ya habían sido previamente acordados por los distintos jefes de bancadas con base en un sistema de cuotas y de defensa mutua de intereses. No se tomaron en cuenta numerosas observaciones en sus expedientes y a la prensa no se le dejó entrar para cubrir el proceso. Todo fue hecho al caballazo y a espaldas de la población.


Esa actitud antidemocrática e inmoral va de la mano con el hecho de que se haya negado que se discuta un referéndum constitucional, incluso dentro del pleno congresal, a pesar de haber sido una propuesta presidencial.


Lo más grave es que el TC tiene la autoridad de avalar todas las "perlas" que cocine la comisión de constitución, la cual quiere proclamarse como la nueva mini-constituyente, en vez de la que el pueblo debiera elegir directamente. Este, a su vez, va a poder tener la potestad de anular sentencias contra personas incriminadas en hechos de corrupción.


Las bancadas de las derechas extremas y moderadas (Fuerza Popular, Renovación Popular, Avanza País, Alianza Para el Progreso, Acción Popular, Podemos Perú y Somos Perú) avalaron esa elección, lo mismo hicieron las principales cabezas del oficialista Perú Libre. Los hermanos Vladimir y Waldemar Cerrón y también el ex premier Guido Bellido apoyaron lo que propuso José Balcázar, el congresista perulibrista encargado de la comisión sobre el TC. Todos ellos votaron por magistrados que antes han estado con la ultraderecha, con conocidas posiciones conservadoras o que han apoyado abiertamente al fascistoide Rafael López Aliaga. 


La alianza hecha entre el cerronismo y el fujimorismo ha sido cuestionada en varios medios pues durante las elecciones ambos se atacan con todo y luego acaban dándose la mano. Además, el PL ha pasado en alto su planteo de anular esa institución. 


Se rompe PL


El resultado ha sido que los grupos parlamentarios de Perú Democrático (PD), Cambio Democrático (antes JPP) y los morados no apoyasen esas nominaciones, y que la mitad (o más) de la bancada de PL no haya votado a favor de varios aspirantes.


Si el primer abrazo físico que dio Guido Bellido a Maricarmen Alva terminó en una avalancha de 5 congresistas renunciantes a PL (quienes se asociarían a disidentes de AP y RP para crear PD) y el segundo que a ella misma le dio a Waldemar Cerrón desacreditó a PL, esta vez el abrazo que le dio el perulibrista Balcázar a ella ha coincidido con la renuncia de 10 de los 32 restantes congresistas de PL. A eso se suman más legisladores de PL que han manifestado su desacuerdo, porque a sus espaldas la jefatura de su bancada negoció apoyar a esos aspirantes al TC.


PL, que inicialmente tenía 37 congresistas y era la mayor bancada, ahora se ha reducido a 22 legisladores, con lo que pasa a ser la segunda bancada después de la de FP, quien mantiene homogénea y disciplinadamente sus 24 legisladores iniciales. Si antes el grueso de los parlamentarios de izquierda estaban en PL, ahora solo allí se encuentra la mitad de estos.

Es posible que las disidentes continúen. No es la primera vez que PL vota con el fujimorismo, y todo eso no ha hecho más que irle afectando en su credibilidad.


Fallando en ser partido de masas


Cuando el 6 de junio PL se convirtió en la primera sigla en superar los 8,8 millones de votos en una elección general en el oeste sud y centro de las Américas, este partido bien pudo haberse convertido en uno de masas. En vez de apuntar a ser ello, se ha tornado en una cúpula. A pesar de denominarse marxista y leninista, no trabaja en la clase obrera (ni ha marchado o luchado a su lado contra las leyes antilaborales). No busca hacer que los sindicatos ingresen a su seno, y acaba de producir la ruptura de los únicos sindicalistas que andaban con ellos (los del magisterio). A PL no se le ha visto en la concentración del primero de mayo, donde Pedro Castillo se convirtió en el primer presidente en dar un discurso en el día internacional de los trabajadores.


El pacto debajo de la mesa entre el cerronismo y la ultraderecha se da a pocos días de que esta última evitó que la petición presidencial en favor de un referéndum constitucional pudiese ser discutida en el pleno congresal. Bellido, quien dijo que estaba de acuerdo con restaurar la constitución de 1979 como primer paso para anular la fuji-constitución de la dictadura, se ha contradicho enormemente. En la carta magna de 1979 no existía el TC y él, al avalar este y sus nuevos integrantes conservadores, ha dado un portazo a dicho planteo.


Todo indica que PL utiliza una retórica radical y hasta "marx-leninista" para acabar presionando a la derecha para hacer pactos conjuntos donde negocien cuotas de poder e impunidad.


Partido muy partido


PL se ha convertido en el partido que más rupturas ha tenido en estos 9 a 10 meses de Gobierno. Primero no hicieron un buró político que integrase a la plancha presidencial. Luego expulsaron de su seno a su militante Dina Boluarte, la vicepresidenta, aunque a Pedro Castillo no se atreven na hacer ello (pese a que Bellido le ha tildado de no ser de izquierda). Después han perdido a 15 congresistas (en 2 oleadas).


Para estas elecciones regionales del 2 de octubre, PL ha sido incapaz de unir a la izquierda. Su candidatura por Lima fue presdeleccionada en una votación donde no participaron ni mil personas (0.01% de dicha ciudad, la única con 10 millones de habitantes en el Pacífico americano). Lo más probable es que esta no despegue y PL acabe apuntalando a un candidato de la derecha menos ultra.

Con estas acciones PL se están disparando a los piés, y están impulsando a la derecha, descreditando a la izquierda y minando al actual Gobierno.    


El TC que han ayudado a nominar es el más conservador, antidemocrático y hostil a cualquier reforma social, económica o en favor de los trabajadores, las mujeres, las comunidades campesinas, las naciones indígenas y los LGTB. Nunca antes el fujimorismo pudo lograr un TC tan ultramayoritariamente cercano a sus posturas. Ahora, este TC es capaz hasta de aceptar que se incorpore una cláusula en la carta magna d ela dictadura mediante la cual esta quede eternizada y se cierre toda posibilidad de poder substituirla por otra. Todo esto ha sido logrado gracias a los votos del ala cerronista de PL.


Con tal acción PL va a entrar a un proceso de división y desmembración. El haber aceptado tan descomunal claudicación debe haber sido a cambio de alguna concesión. A medida de que pasen los días veremos cuál es. Mientras tanto, apenas PL le regaló al almirante (r) Jorge Montoya un TC a su medida, él anunció que iba a presentar una tercera moción de vacancia presidencial. 


TC: tácticas cerronistas y tiro por la culata




A horas de que el cerronismo le dio los votos necesarios a la ultraderecha para que elija a un Tribunal Constitucional hecho a su medida, Perú Libre plantea que el TC debiera ser electo directamente por la población. Ese viraje se dan sin autocrítica alguna y demuestra una extrema carencia de principios.

Isaac Bigio. Politólogo economista e historiador con grados y postgrados en la London School of Economics.


Zigzag


El martes 10 el Congreso nominó al Tribunal Constitucional más conservador, antidemocrático y reacio a los derechos que haya tenido el Perú. Este proceso se dio sin permitir una sola intervención y vetando el acceso a la prensa, lo cuall es un abuso contra la libertad de prensa y de información de la ciudadanía (algo que no ocurre en otros parlamentos del mundo). Un 80% de las páginas de informes que cuestionaban a los candidatos aparcieron tachados. Tan desagradable ha sido este hecho que ha generado una inmediata queja ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), mientras que  los medios pro-fujimoristas han buscado tapar esa noticia inflando las claras mentiras que un delincuente ha hecho hablando ahora de fraude en la primera vuelta.


Al día siguiente de dicha votación, en la página Twitter oficial de Perú Libre apareció este mensaje de su congresista Alex Flores, el cual se convirtió inmediatamente en la posición oficial del partido:

"La elección de los magistrados del TC, se ha deslegitimado por falta de transparencia: censura del informe de la Contraloría y restringir el debate previo. Para terminar con las componendas de elegir tribunos a la medida, he presentado PL para su elección por sufragio universal."


Sin embargo, este mismo partido, a través de su congresista José Balcázar, presidió la comisión para seleccionar al TC. Desde esta se cometieron todos esos atropellos mencionados. Waldemar Cerrón, como jefe de la bancada perulibrista, acordó en la junta de portavoces no dejar que ningún legislador pueda hacer cualquier cuestionamiento. Y tampoco informó a su grupo parlamentario del acuerdo al cual habían llegado tras bambalinas.


Cuando el congresista Bermejo presentó antes un PL para que sea el pueblo quien elija directamente al TC, Perú Libre lo rechazó. Y, más bien, votó a favor de los 6 magistrados que ahora van a garantizar un nuevo TC capaz de bloquear cambios en el capítulo económico de la carta magna, impedir nuevos referéndums o ir a una nueva constituyente, exonerar a grandes empresas de sus obligaciones con el fisco y el Estado,  otorgar una medida cautelar para evitar el cierre del congreso, dar acciones de amparo contra las colaboraciones eficaces en casos como "Lavajato", "Dinámicos del centro" y "Cuellos blancos", rechazar los pedidos d einconstitucionalidad de las disposiciones congresales contra la SUNEDU y de dar impunidad a Keiko Fujimori y a varios líderes de los partidos que están en el Congreso.


Tribunal Conservador


Según "Hildebrandt en sus 13", este nuevo TC es fruto del acuerdo de las dos mayores bancadas (Fuerza Popular y Perú Libre) las que, pese a estar en polos opuestos, quieren evitar que sus jefes terminen en la cárcel.  De sus 7 magistrados, 5 son muy de derecha y solo 2 son relativamente independientes (Helder Domínguez y César Ochoa). Estos últimos quedarán neutralizados ante esa extrema mayoría de extrema derecha. 


El único de los magistrados del antiguo TC que sigue allí es su actual Presidente Augusto Ferrero, a quien varias veces hemos expuesto como el último candidato a la vicepresideencia de Cambio 90 y como el hombre que inclinó la balanza en pro del indulto a Fujimori y la condonación de deudas a Interbank.


Para este semanario los 4 nuevos magistrados conservadores que van a ser bloque con Ferrero son: Luis Gustavo Gutiérrez Ticce (quien fue abogado de Rafael López Aliaga, tiene 15 infracciones de transito y una deuda de 4,572 soles); Francisco Morales Saravia (quien sostuvo que Keiko Fujimori sufría persecución política, y quien, al igual que Gutiérrez, ha defendido el indulto al exdictador Allberto Fujimori); Luz Imelda Pacheco Zerga (quien está ligada al Opus Dei, rechaza el feminicidio, la píldora anticonceptiva del dia siguiente, el matrimonio igualitario y la ideologia de género); Manuel Monteagudo (quien ha sido durante décadas abogado del BCR monetarista y, según el JNE, sigue afiliado a Acción Popular). 


Ninguno de ellos pudieron haber sido electos sin el voto del sector más cerronista de Perú Libre, dentro del cual se destacan a los congresistas Guido Bellido, Jose Balcázar y Waldemar Cerrón (los 3 quienes en distintas oportunidades acabaron abrazando a Maricarmen Alva), además de Flavio Cruz, Elizabeth Medina, Segundo Montalvo, Francis Paredes, Wilson Quispe, Janet Rivas, entre otros. 


Sin autocríticas


En vez de explicar al pueblo porque votaron por varios jueces fuji-porkistas y por qué han abandonado su promesa electoral de abolir el TC, el cerronismo da un giro de 180 grados. Hace ello para evitar ser cuestionados y tratar de evitar nuevas disidencias. Perú Libre tiene la única bancada que ha perdido 15 congresistas en menos de 5 meses. Han pasado de haber sido el primer grupo parlamentario con 37 de los 130 legisladores, al segundo con solo 22 (2 menos que Fuerza Popullar que se mantiene homogéneo). Hay varios otros congresistas perulibristas que no acataron el dictámen de los hermanos Cerrón, y dentro de ellos es probable que algunos más decidan separarse.  


Todo el discurso que tenía el Dr. Vladimir Cerrón era de que él sufre una persecución judicial política, pero ahora él ha encumbrado en el TC a magistrados ligados a la corrupción y a la fuji-dictadura, con lo que mucha gente, que antes podía simpatizar con su caso, ahora puede quedar con la sospecha de que hay "gato encerrado". Con esta nuevo giro, además, Perú Libre acentúa su desunión y desprestigio, pues demuestran que este no se guía por principios ni es consecuente o confiable con lo que puede prometer o hacer.


Durante años la ultraderecha quiso tener un TC que le sea fiel, pero nunca logró los 2/3 necesarios dentro del Congreso. Nunca ni el centro o la izquierda, a quienes Cerrón ridiculiza como "caviares", les dieron sus votos. Esta vez el fuji-belaundismo consiguió ello única y exclusivamente gracias al endose del cerronismo.


¿A cambio de qué? ¿Cree que este nuevo TC archivará los casos contra Cerrón, su número dos "Pinturita" y los "Dinámicos del centro"? ¿Qué garantías tienen de que este nuevo TC les "devuelva el favor"? ¿No se han dado cuenta de que ahora han acabado presos de nuevos chantajes que le va a hacer el fujimorismo? ¿Ha valido la pena tomar semejante riesgo mientras que su partido ha quedado desacreditado y dividido? 


¿Con qué autoridad Perú Libre va a querer convertirse en el campeón de una nueva constituyente y un nuevo referéndum, si ha creado un nuevo cerrojo contra estos? ¿Qué le van a decir a los 8,8 millones de peruanos que votaron por ellos para acabar con el fujimorismo y la corrupción si se han aliado a ellos para continuar la impunidad? ¿Cómo van a querer seguir queriendo aparecer como la verdadera izquierda, si han hecho un acuerdo tan claudicante ante el fujimorismo como nunca ninguna corriente conciliadora de esta se ha atrevido a hacerlo?

​Nuevo e inmoral Tribunal Constitucional

Perú Libre, tras votar por varios magistrados conservadores, fujimoristas o cuestionados, se ha vuelto a partir
Isaac Bigio
sábado, 14 de mayo de 2022, 10:20 h (CET)

El TC debiera ser anulado


Tras el escándalo internacional ocasionado por el fallido indulto del TC, el mismo que fue revertido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), lo mínimo que se podía esperar es un debate acerca de la naturaleza de dicho organismo (o si este debiera seguir existiendo, o ser electo directamente por el pueblo o en base a claros criterios de imparcialidad). Este ha servido para absolver deudas de grandes monopolios, debilitar las arcas fiscales y burlarse de los derechos humanos. Una de las promesas electorales de Pedro Castillo fue eliminar al TC, algo que recientemente ha secundado el actual Primer Ministro Aníbal Torres.


El martes 10 de mayo la Presidenta del Congreso, Maricarmen Alva, no permitió ni una sola intervención ni discusión en la elección de los 6 magistrados. Todos estos, ya habían sido previamente acordados por los distintos jefes de bancadas con base en un sistema de cuotas y de defensa mutua de intereses. No se tomaron en cuenta numerosas observaciones en sus expedientes y a la prensa no se le dejó entrar para cubrir el proceso. Todo fue hecho al caballazo y a espaldas de la población.


Esa actitud antidemocrática e inmoral va de la mano con el hecho de que se haya negado que se discuta un referéndum constitucional, incluso dentro del pleno congresal, a pesar de haber sido una propuesta presidencial.


Lo más grave es que el TC tiene la autoridad de avalar todas las "perlas" que cocine la comisión de constitución, la cual quiere proclamarse como la nueva mini-constituyente, en vez de la que el pueblo debiera elegir directamente. Este, a su vez, va a poder tener la potestad de anular sentencias contra personas incriminadas en hechos de corrupción.


Las bancadas de las derechas extremas y moderadas (Fuerza Popular, Renovación Popular, Avanza País, Alianza Para el Progreso, Acción Popular, Podemos Perú y Somos Perú) avalaron esa elección, lo mismo hicieron las principales cabezas del oficialista Perú Libre. Los hermanos Vladimir y Waldemar Cerrón y también el ex premier Guido Bellido apoyaron lo que propuso José Balcázar, el congresista perulibrista encargado de la comisión sobre el TC. Todos ellos votaron por magistrados que antes han estado con la ultraderecha, con conocidas posiciones conservadoras o que han apoyado abiertamente al fascistoide Rafael López Aliaga. 


La alianza hecha entre el cerronismo y el fujimorismo ha sido cuestionada en varios medios pues durante las elecciones ambos se atacan con todo y luego acaban dándose la mano. Además, el PL ha pasado en alto su planteo de anular esa institución. 


Se rompe PL


El resultado ha sido que los grupos parlamentarios de Perú Democrático (PD), Cambio Democrático (antes JPP) y los morados no apoyasen esas nominaciones, y que la mitad (o más) de la bancada de PL no haya votado a favor de varios aspirantes.


Si el primer abrazo físico que dio Guido Bellido a Maricarmen Alva terminó en una avalancha de 5 congresistas renunciantes a PL (quienes se asociarían a disidentes de AP y RP para crear PD) y el segundo que a ella misma le dio a Waldemar Cerrón desacreditó a PL, esta vez el abrazo que le dio el perulibrista Balcázar a ella ha coincidido con la renuncia de 10 de los 32 restantes congresistas de PL. A eso se suman más legisladores de PL que han manifestado su desacuerdo, porque a sus espaldas la jefatura de su bancada negoció apoyar a esos aspirantes al TC.


PL, que inicialmente tenía 37 congresistas y era la mayor bancada, ahora se ha reducido a 22 legisladores, con lo que pasa a ser la segunda bancada después de la de FP, quien mantiene homogénea y disciplinadamente sus 24 legisladores iniciales. Si antes el grueso de los parlamentarios de izquierda estaban en PL, ahora solo allí se encuentra la mitad de estos.

Es posible que las disidentes continúen. No es la primera vez que PL vota con el fujimorismo, y todo eso no ha hecho más que irle afectando en su credibilidad.


Fallando en ser partido de masas


Cuando el 6 de junio PL se convirtió en la primera sigla en superar los 8,8 millones de votos en una elección general en el oeste sud y centro de las Américas, este partido bien pudo haberse convertido en uno de masas. En vez de apuntar a ser ello, se ha tornado en una cúpula. A pesar de denominarse marxista y leninista, no trabaja en la clase obrera (ni ha marchado o luchado a su lado contra las leyes antilaborales). No busca hacer que los sindicatos ingresen a su seno, y acaba de producir la ruptura de los únicos sindicalistas que andaban con ellos (los del magisterio). A PL no se le ha visto en la concentración del primero de mayo, donde Pedro Castillo se convirtió en el primer presidente en dar un discurso en el día internacional de los trabajadores.


El pacto debajo de la mesa entre el cerronismo y la ultraderecha se da a pocos días de que esta última evitó que la petición presidencial en favor de un referéndum constitucional pudiese ser discutida en el pleno congresal. Bellido, quien dijo que estaba de acuerdo con restaurar la constitución de 1979 como primer paso para anular la fuji-constitución de la dictadura, se ha contradicho enormemente. En la carta magna de 1979 no existía el TC y él, al avalar este y sus nuevos integrantes conservadores, ha dado un portazo a dicho planteo.


Todo indica que PL utiliza una retórica radical y hasta "marx-leninista" para acabar presionando a la derecha para hacer pactos conjuntos donde negocien cuotas de poder e impunidad.


Partido muy partido


PL se ha convertido en el partido que más rupturas ha tenido en estos 9 a 10 meses de Gobierno. Primero no hicieron un buró político que integrase a la plancha presidencial. Luego expulsaron de su seno a su militante Dina Boluarte, la vicepresidenta, aunque a Pedro Castillo no se atreven na hacer ello (pese a que Bellido le ha tildado de no ser de izquierda). Después han perdido a 15 congresistas (en 2 oleadas).


Para estas elecciones regionales del 2 de octubre, PL ha sido incapaz de unir a la izquierda. Su candidatura por Lima fue presdeleccionada en una votación donde no participaron ni mil personas (0.01% de dicha ciudad, la única con 10 millones de habitantes en el Pacífico americano). Lo más probable es que esta no despegue y PL acabe apuntalando a un candidato de la derecha menos ultra.

Con estas acciones PL se están disparando a los piés, y están impulsando a la derecha, descreditando a la izquierda y minando al actual Gobierno.    


El TC que han ayudado a nominar es el más conservador, antidemocrático y hostil a cualquier reforma social, económica o en favor de los trabajadores, las mujeres, las comunidades campesinas, las naciones indígenas y los LGTB. Nunca antes el fujimorismo pudo lograr un TC tan ultramayoritariamente cercano a sus posturas. Ahora, este TC es capaz hasta de aceptar que se incorpore una cláusula en la carta magna d ela dictadura mediante la cual esta quede eternizada y se cierre toda posibilidad de poder substituirla por otra. Todo esto ha sido logrado gracias a los votos del ala cerronista de PL.


Con tal acción PL va a entrar a un proceso de división y desmembración. El haber aceptado tan descomunal claudicación debe haber sido a cambio de alguna concesión. A medida de que pasen los días veremos cuál es. Mientras tanto, apenas PL le regaló al almirante (r) Jorge Montoya un TC a su medida, él anunció que iba a presentar una tercera moción de vacancia presidencial. 


TC: tácticas cerronistas y tiro por la culata




A horas de que el cerronismo le dio los votos necesarios a la ultraderecha para que elija a un Tribunal Constitucional hecho a su medida, Perú Libre plantea que el TC debiera ser electo directamente por la población. Ese viraje se dan sin autocrítica alguna y demuestra una extrema carencia de principios.

Isaac Bigio. Politólogo economista e historiador con grados y postgrados en la London School of Economics.


Zigzag


El martes 10 el Congreso nominó al Tribunal Constitucional más conservador, antidemocrático y reacio a los derechos que haya tenido el Perú. Este proceso se dio sin permitir una sola intervención y vetando el acceso a la prensa, lo cuall es un abuso contra la libertad de prensa y de información de la ciudadanía (algo que no ocurre en otros parlamentos del mundo). Un 80% de las páginas de informes que cuestionaban a los candidatos aparcieron tachados. Tan desagradable ha sido este hecho que ha generado una inmediata queja ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), mientras que  los medios pro-fujimoristas han buscado tapar esa noticia inflando las claras mentiras que un delincuente ha hecho hablando ahora de fraude en la primera vuelta.


Al día siguiente de dicha votación, en la página Twitter oficial de Perú Libre apareció este mensaje de su congresista Alex Flores, el cual se convirtió inmediatamente en la posición oficial del partido:

"La elección de los magistrados del TC, se ha deslegitimado por falta de transparencia: censura del informe de la Contraloría y restringir el debate previo. Para terminar con las componendas de elegir tribunos a la medida, he presentado PL para su elección por sufragio universal."


Sin embargo, este mismo partido, a través de su congresista José Balcázar, presidió la comisión para seleccionar al TC. Desde esta se cometieron todos esos atropellos mencionados. Waldemar Cerrón, como jefe de la bancada perulibrista, acordó en la junta de portavoces no dejar que ningún legislador pueda hacer cualquier cuestionamiento. Y tampoco informó a su grupo parlamentario del acuerdo al cual habían llegado tras bambalinas.


Cuando el congresista Bermejo presentó antes un PL para que sea el pueblo quien elija directamente al TC, Perú Libre lo rechazó. Y, más bien, votó a favor de los 6 magistrados que ahora van a garantizar un nuevo TC capaz de bloquear cambios en el capítulo económico de la carta magna, impedir nuevos referéndums o ir a una nueva constituyente, exonerar a grandes empresas de sus obligaciones con el fisco y el Estado,  otorgar una medida cautelar para evitar el cierre del congreso, dar acciones de amparo contra las colaboraciones eficaces en casos como "Lavajato", "Dinámicos del centro" y "Cuellos blancos", rechazar los pedidos d einconstitucionalidad de las disposiciones congresales contra la SUNEDU y de dar impunidad a Keiko Fujimori y a varios líderes de los partidos que están en el Congreso.


Tribunal Conservador


Según "Hildebrandt en sus 13", este nuevo TC es fruto del acuerdo de las dos mayores bancadas (Fuerza Popular y Perú Libre) las que, pese a estar en polos opuestos, quieren evitar que sus jefes terminen en la cárcel.  De sus 7 magistrados, 5 son muy de derecha y solo 2 son relativamente independientes (Helder Domínguez y César Ochoa). Estos últimos quedarán neutralizados ante esa extrema mayoría de extrema derecha. 


El único de los magistrados del antiguo TC que sigue allí es su actual Presidente Augusto Ferrero, a quien varias veces hemos expuesto como el último candidato a la vicepresideencia de Cambio 90 y como el hombre que inclinó la balanza en pro del indulto a Fujimori y la condonación de deudas a Interbank.


Para este semanario los 4 nuevos magistrados conservadores que van a ser bloque con Ferrero son: Luis Gustavo Gutiérrez Ticce (quien fue abogado de Rafael López Aliaga, tiene 15 infracciones de transito y una deuda de 4,572 soles); Francisco Morales Saravia (quien sostuvo que Keiko Fujimori sufría persecución política, y quien, al igual que Gutiérrez, ha defendido el indulto al exdictador Allberto Fujimori); Luz Imelda Pacheco Zerga (quien está ligada al Opus Dei, rechaza el feminicidio, la píldora anticonceptiva del dia siguiente, el matrimonio igualitario y la ideologia de género); Manuel Monteagudo (quien ha sido durante décadas abogado del BCR monetarista y, según el JNE, sigue afiliado a Acción Popular). 


Ninguno de ellos pudieron haber sido electos sin el voto del sector más cerronista de Perú Libre, dentro del cual se destacan a los congresistas Guido Bellido, Jose Balcázar y Waldemar Cerrón (los 3 quienes en distintas oportunidades acabaron abrazando a Maricarmen Alva), además de Flavio Cruz, Elizabeth Medina, Segundo Montalvo, Francis Paredes, Wilson Quispe, Janet Rivas, entre otros. 


Sin autocríticas


En vez de explicar al pueblo porque votaron por varios jueces fuji-porkistas y por qué han abandonado su promesa electoral de abolir el TC, el cerronismo da un giro de 180 grados. Hace ello para evitar ser cuestionados y tratar de evitar nuevas disidencias. Perú Libre tiene la única bancada que ha perdido 15 congresistas en menos de 5 meses. Han pasado de haber sido el primer grupo parlamentario con 37 de los 130 legisladores, al segundo con solo 22 (2 menos que Fuerza Popullar que se mantiene homogéneo). Hay varios otros congresistas perulibristas que no acataron el dictámen de los hermanos Cerrón, y dentro de ellos es probable que algunos más decidan separarse.  


Todo el discurso que tenía el Dr. Vladimir Cerrón era de que él sufre una persecución judicial política, pero ahora él ha encumbrado en el TC a magistrados ligados a la corrupción y a la fuji-dictadura, con lo que mucha gente, que antes podía simpatizar con su caso, ahora puede quedar con la sospecha de que hay "gato encerrado". Con esta nuevo giro, además, Perú Libre acentúa su desunión y desprestigio, pues demuestran que este no se guía por principios ni es consecuente o confiable con lo que puede prometer o hacer.


Durante años la ultraderecha quiso tener un TC que le sea fiel, pero nunca logró los 2/3 necesarios dentro del Congreso. Nunca ni el centro o la izquierda, a quienes Cerrón ridiculiza como "caviares", les dieron sus votos. Esta vez el fuji-belaundismo consiguió ello única y exclusivamente gracias al endose del cerronismo.


¿A cambio de qué? ¿Cree que este nuevo TC archivará los casos contra Cerrón, su número dos "Pinturita" y los "Dinámicos del centro"? ¿Qué garantías tienen de que este nuevo TC les "devuelva el favor"? ¿No se han dado cuenta de que ahora han acabado presos de nuevos chantajes que le va a hacer el fujimorismo? ¿Ha valido la pena tomar semejante riesgo mientras que su partido ha quedado desacreditado y dividido? 


¿Con qué autoridad Perú Libre va a querer convertirse en el campeón de una nueva constituyente y un nuevo referéndum, si ha creado un nuevo cerrojo contra estos? ¿Qué le van a decir a los 8,8 millones de peruanos que votaron por ellos para acabar con el fujimorismo y la corrupción si se han aliado a ellos para continuar la impunidad? ¿Cómo van a querer seguir queriendo aparecer como la verdadera izquierda, si han hecho un acuerdo tan claudicante ante el fujimorismo como nunca ninguna corriente conciliadora de esta se ha atrevido a hacerlo?

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