Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Paz | Amor | Hermandad | Año Nuevo | Deseos
Quien ama no hará jamás daño a nadie. Considerará a todos los seres humanos como hermanos

Paz y amor

|

A los ciudadanos de la civilización occidental acaban de entregarnos un librito con 365 páginas en blanco, una por cada día de este año que comenzamos, en las que iremos escribiendo nuestras acciones, de las cuales nos pedirá cuenta el Supremo Hacedor cuando llegue el ultimo día de nuestra vida.

         

El lema de los Franciscanos es “Paz y Bien”. No le quiero importancia alguna, pero, ese bien ¿a qué se refiere, a un bien espiritual, material o intelectual? El, Poverello de Asís sabría lo que decía cuando tomó como blasón esas palabras.

         

Yo sugiero que las páginas de ese pequeño librito las encabecemos con PAZ Y AMOR. Paz, porque donde existe esta no hay discordias, alborotos, envidias ni resquemores de ningún tipo; y los seres humanos estamos hoy tan necesitados de que nuestras vidas estén presididas por el sosiego de la paz, la quietud y la serenidad, que posiblemente en otro momento de la Historia no se haya dado situación como esta.

         

No me refiero únicamente a la paz subsiguiente a la falta de guerra, sino a la paz espiritual a la que hace que nos sintamos tranquilos con nosotros y nuestros semejantes. La paz que es fuente de todo bien y dicha y que hace progresar a las naciones proporcionando bienestar y seguridad a todos sus habitantes.

         

El gran san Agustín nos dijo: Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos”.

         

Este Santo, enamorado de la paz, nos legó muchas frases sobre ella que si las pusiésemos en práctica las relaciones entre los humanos serías muy distintas de las que son.

         

Yo añado. Cualquier acción que lleves a cabo que siempre esté presidida por el amor. Quien ama no hará jamás daño a nadie. Considerará a todos los seres humanos como hermanos, cosa que ya nos dijo Jesucristo, cuya frase sublime y desconocida hasta que él la pronunció, según nos relata el Evangelista Mateo (5-38-39) fue: “Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra”.

         

En 5:44-48, el mismo apóstol dice, en palabras de Jesús: Pero yo os digo: “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.

         

El listón nos lo puso tan alto que es casi imposible sobrepasarlo, ¿quién puede ser perfecto como nuestro Padre que está en los cielos. No lo lograremos, pero hay que intentarlo. No olvidemos que su saludo era: “La paz sea con vosotros” y su despedida: “mi paz os dejo, mi paz os doy”.

         

Me gusta más hablar de Jesús como ser humano que como la encarnación de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, lo encuentro más cercano, más asequible, más igual a mí. Y entonces lo valoro y coloco en el lugar más excelso que cualquier otro hombre.

         

Su Paz, su Amor es un desiderátum muy difícil de conseguir, por ello debemos de procurar que todos nuestros actos con los que rellenemos el librito que se nos ha entregado estén siempre presididos por LA PAZ Y EL AMOR.

Paz y amor

Quien ama no hará jamás daño a nadie. Considerará a todos los seres humanos como hermanos
Manuel Villegas
martes, 4 de enero de 2022, 09:40 h (CET)

A los ciudadanos de la civilización occidental acaban de entregarnos un librito con 365 páginas en blanco, una por cada día de este año que comenzamos, en las que iremos escribiendo nuestras acciones, de las cuales nos pedirá cuenta el Supremo Hacedor cuando llegue el ultimo día de nuestra vida.

         

El lema de los Franciscanos es “Paz y Bien”. No le quiero importancia alguna, pero, ese bien ¿a qué se refiere, a un bien espiritual, material o intelectual? El, Poverello de Asís sabría lo que decía cuando tomó como blasón esas palabras.

         

Yo sugiero que las páginas de ese pequeño librito las encabecemos con PAZ Y AMOR. Paz, porque donde existe esta no hay discordias, alborotos, envidias ni resquemores de ningún tipo; y los seres humanos estamos hoy tan necesitados de que nuestras vidas estén presididas por el sosiego de la paz, la quietud y la serenidad, que posiblemente en otro momento de la Historia no se haya dado situación como esta.

         

No me refiero únicamente a la paz subsiguiente a la falta de guerra, sino a la paz espiritual a la que hace que nos sintamos tranquilos con nosotros y nuestros semejantes. La paz que es fuente de todo bien y dicha y que hace progresar a las naciones proporcionando bienestar y seguridad a todos sus habitantes.

         

El gran san Agustín nos dijo: Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos”.

         

Este Santo, enamorado de la paz, nos legó muchas frases sobre ella que si las pusiésemos en práctica las relaciones entre los humanos serías muy distintas de las que son.

         

Yo añado. Cualquier acción que lleves a cabo que siempre esté presidida por el amor. Quien ama no hará jamás daño a nadie. Considerará a todos los seres humanos como hermanos, cosa que ya nos dijo Jesucristo, cuya frase sublime y desconocida hasta que él la pronunció, según nos relata el Evangelista Mateo (5-38-39) fue: “Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra”.

         

En 5:44-48, el mismo apóstol dice, en palabras de Jesús: Pero yo os digo: “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.

         

El listón nos lo puso tan alto que es casi imposible sobrepasarlo, ¿quién puede ser perfecto como nuestro Padre que está en los cielos. No lo lograremos, pero hay que intentarlo. No olvidemos que su saludo era: “La paz sea con vosotros” y su despedida: “mi paz os dejo, mi paz os doy”.

         

Me gusta más hablar de Jesús como ser humano que como la encarnación de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, lo encuentro más cercano, más asequible, más igual a mí. Y entonces lo valoro y coloco en el lugar más excelso que cualquier otro hombre.

         

Su Paz, su Amor es un desiderátum muy difícil de conseguir, por ello debemos de procurar que todos nuestros actos con los que rellenemos el librito que se nos ha entregado estén siempre presididos por LA PAZ Y EL AMOR.

Noticias relacionadas

Utilizar al Rey como actor forzado en la escena final de su opereta y ni siquiera anunciar una moción de confianza prueban que este hombre buscaba - sin mucho éxito - provocar a los malos, al enemigo, a los periodistas y tertulianos que forman parte de ese imaginario contubernio fascista que le quiere desalojar del poder.

En bastantes ocasiones he escrito sobre este pobre hombre que preside, para desgracia de todos, el gobierno de España. Y otras tantas le he tachado de cateto (solo hay que ver cómo se contonea, para exhibir su supuesta guapura), también de plagiador (porque ha plagiado más de una vez) y de embustero (porque ha mentido en innumerables ocasiones).

El 30 de abril de 1935 el embajador mexicano en Río de Janeiro, el conocido escritor Alonso Reyes Ochoa, informaba al gobierno de Lázaro Cárdenas del súbito interés brasileño en la resolución del conflicto entre Paraguay y Bolivia. El gobierno brasileño, invitado en Washington para participar con Argentina y Chile en la conferencia de Buenos Aires para pacificar el Chaco, declinó al principio este ofrecimiento.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto