El diccionario de paraguayología del escritor Helio Vera define al zoquete como "cargo en la administración pública que se concede en recompensa de adhesiones políticas, conversiones repentinas, alianzas inexplicables del agua con el aceite, o como lenitivo para calmar impaciencias, apaciguar crisis de almorranas, eliminar insomnios, disipar dispepsias y apagar el stress. Todo bajo el principio siguiente: el zoquete nos une, nada nos separe".

Esta definición puede resultar valiosa para comprender la encarnizada lucha en el interior del equipo del actual intendente de Asunción, Arnaldo Samaniego, en cuyo seno estalló una crisis debido a los inicuos contubernios entre dirigentes.

Según los medios paraguayos, durante la última reunión de presidentes de seccionales quedó en evidencia la división que existe entre los samanieguistas. Como es natural, la distribución de cargos fue el punto de un debate subido de tono entre líderes samanieguistas.

Las agresiones verbales fueron ocultadas a la prensa, pero no se pudo evitar la filtración del malestar expresado en una reunión llevada a cabo el martes de esta semana.

Como siempre sucede, la disponibilidad de fuertes sumas de dinero público fue el detonante de la crisis en filas del intendente Samaniego, con las barbas en remojo, dado que el diputado Oscar Tuma le aventaja en 28 puntos para ganar la candidatura de su partido a la intendencia de Asunción.

Precisamente el diputado colorado Óscar Tuma, había criticado la aprobación de la ley de capitalidad, que autoriza la entrega de 150.000 millones de guaraníes a la Municipalidad de Asunción, sin especificar en qué se invertirá tal suma de dinero. Para lograr la aprobación de dicha ley, el intendente Samaniego contó con el solícito de respaldo de referentes ajenos a su partido.

Oscar Tuma se había opuesto señalando que el intendente Arnaldo Samaniego, debe informar antes en qué invertirá el dinero. A pesar de las objeciones, el apoyo de partidos ajenos al colorado permitieron a Samaniego alzarse con los 150 mil millones, a ser utilizados en supuestas obras de infraestructura. "Desde el momento en que te digo dame nomás la plata y no te aclaro para qué quiero, es porque hay algo turbio detrás", enfatizó Tuma.

Recordó que lo mismo ocurrió con el Fonacide, donde el jefe comunal, alegó que no lograron ponerse de acuerdo con todas las escuelas de Asunción y que por ello los fondos no se ejecutaron.

Curiosamente, Tuma fue el único que cuestionó que el intendente Arnaldo Samaniego no se preocupe en rendir cuentas sobre la forma en que utilizará los recursos proveídos por el Estado.

En el mismo contexto, Tuma también denunció que el intendente Arnaldo Samaniego entregó puestos prebendarios en la Municipalidad de Asunción a dos dirigentes colorados después que pasaron a su equipo político, ignorando a los militantes que ya se encontraban trabajando para él. A todas luces, se trataba de una maniobra con miras a las elecciones municipales, que no dio el resultado esperado.

Víctor Ríos y Nelson Benítez pertenecían al grupo liderado por el diputado Óscar Tuma pero a base de zoquetes fueron ganados por Samaniego para integrarse cambiarse al bando contrario.

El primero es hermano del diputado Julio Javier Ríos, quien también se pasó del equipo de Tuma al de Samaniego, recibiendo en retribución un cargo prebendario. La Municipalidad lo contrató como jefe de la Dirección de Fiscalización Tributaria.

El segundo, quien llegó a ser presidente de la Seccional 22, fue designado como asistente de la Dirección de Recursos Humanos el pasado 21 de enero, con una remuneración mensual de G. 7 millones.

JJ Ríos, quien se alejó de Tuma por "instrucciones del presidente de la República", fue quien convocó a una reunión de presidentes de seccionales donde los trapos sucios fueron expuestos al sol. De los 45 existentes solo estuvieron presentes 15 políticos.

Todo parece indicar que los recursos que el sector samanieguista presentaba como su carta de triunfo, acabarán por convertir a las filas del intendente en una merienda de negros.

Ya lo advertía Séneca, más dañosa es la abundancia que viene sobre gran codicia.