MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
Médicos Sin Fronteras (MSF) acusó este jueves a Israel de "privar deliberadamente de agua" a la población de Gaza, "como parte de su campaña genocida".
Según la ONG, las autoridades israelíes están negando a los palestinos la atención a necesidades básicas para la vida, como alimentos, agua y atención sanitaria.
Denunció que, tras 22 meses de destrucción y restricciones de acceso a infraestructuras hidráulicas esenciales, la cantidad de agua disponible en Gaza resulta "totalmente insuficiente".
Organizaciones como MSF podrían aumentar la cantidad de agua potable en la Franja, pero Israel "bloquea las importaciones de artículos esenciales para el tratamiento del agua", precisó.
De cada diez solicitudes de importación de artículos para la desalinización del agua desde 2024, MSF ha obtenido solo una.
Además, denunció que la escasez de agua potable en Gaza ha provocado un aumento de las enfermedades. Solo en el último mes, los equipos médicos de MSF han atendido más de 1.000 consultas por diarrea acuosa aguda a la semana. La ausencia de agua para la higiene provoca que la población padezca también enfermedades cutáneas como la sarna.
Por otro lado, MSF advirtió que el agua potable también es "esencial en los hospitales", a fin de reducir la propagación de infecciones y mantener a los pacientes hidratados para que sus cuerpos puedan curarse.
INFRAESTRUCTURAS
Finalmente, señaló que Israel "siempre ha controlado gran parte del flujo de agua que entra en Gaza", de modo que en la actualidad "dificulta el suministro de agua potable a la población".
En la Franja no hay agua potable natural debido a la salinización y la contaminación por aguas residuales y productos químicos, prosiguió, y ello "hace que la población dependa de las conducciones de agua procedentes de Israel y de las plantas desalinizadoras de Gaza.
Ambas infraestructuras "son objeto de continuos ataques israelíes", denunció. Desde octubre de 2023, Israel ha dañado repetidamente dos de las tres conducciones de agua que llegan a Gaza y se estima que el 70% del agua que pasa por estas tuberías se pierde debido a las fugas en la red de tuberías más amplia, a causa de los daños provocados por los bombardeos.
Como resultado, el agua tiene que ser distribuida en camiones cisterna, procedentes de plantas desalinizadoras. De las 196 desalinizadoras gestionadas por el sector público y las ONG, más del 60% no funcionan debido a su ubicación o a los daños sufridos.
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