MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
Un total de 92 personas han fallecido en el pasado mes de julio por ahogamiento en los espacios acuáticos españoles, lo que convierte al mes en el cuarto peor julio desde que se recogen datos, en 2015. Además, en lo que va de año, el número total de víctimas asciende a 302, la cifra más alta registrada en los primeros siete meses del año desde 2015.
Así lo revela el Informe Nacional de Ahogamientos (INA), elaborado por la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (Rfess), en el que también se muestra que el trimestre formado por mayo, junio y julio alcanza los 209 fallecimientos, superando los peores trimestres conocidos hasta ahora: el de 2017, con 194 muertes, y el de 2024, con 187, en los periodos de mayo a julio.
Andalucía continúa siendo la comunidad autónoma con mayor número de fallecimientos acumulados, 52; seguida por Canarias y Comunidad Valenciana, con 39 cada una; Cataluña (36) y Galicia (34). Solo en el mes de julio, la Comunidad Valenciana registró 22 muertes, un dato que la sitúa en cabeza en el pasado mes tras Andalucía y Cataluña, ambas con 13 fallecimientos. Tan solo Extremadura y Ceuta no registran por el momento ninguna muerte por ahogamiento.
REPUNTE DE MENORES
El perfil más frecuente entre las víctimas mortales continúa siendo el de hombres adultos, especialmente mayores de 45 años, de nacionalidad española. No obstante, el verano de 2025 está dejando un "preocupante" repunte entre menores de edad, con nueve menores fallecidos en julio y 11 en junio, con un acumulado anual de 23 menores muertos por ahogamientos.
El rango de edad con mayor número de personas fallecidas por ahogamiento en julio fue el de 65 a 74 años, con 30, por delante del de 18 a 25 años y mayores de 75 años, con 9 en ambos rangos. En lo que va de 2025 también se registra un aumento de muertes entre personas jóvenes de 18 a 44 años, con 66 personas fallecidas por ahogamiento, lo que supone un 21,85% del total.
En cuanto al tipo de espacio acuático en el que ocurrieron los ahogamientos durante el mes de julio, la mayoría tuvieron lugar en playas, donde perdieron la vida 50 personas, mientras 13 fallecieron en piscinas, 10 lo hicieron en ríos, y los 19 restantes, en otros espacios acuáticos de interior.
La Rfess alertó del elevado número de muertes que se producen en espacios no vigilados o sin servicio de socorrismo activo, como playas no urbanas, ríos, pantanos y embalses, y de la "necesidad urgente" de ampliar la presencia profesional también en estos entornos naturales del interior, donde el riesgo es "alto" pero las medidas de seguridad son, en muchos casos, inexistentes.
De los 92 casos registrados, en 45 no había un servicio de vigilancia socorrista activo en el momento del incidente, mientras en 33 no procedía disponer de dicho servicio por las características del entorno. En 14 casos se contaba con la presencia de socorristas operativos.
RECLAMACIONES
El presidente de la Rfess, Samuel Gómez Mayor, lamentó que se está viviendo un verano "catastrófico", que confirma que el "agua no entiende de vacaciones". Auguró que se necesita "actuar de forma inmediata y ampliar la presencia de socorristas más allá de la temporada alta y proteger también los entornos naturales de interior".
Además, Gómez explicó la necesidad "urgente" de mejorar la formación de los socorristas. España "no puede permitirse que quienes velan por la seguridad acuática carezcan de una capacitación homogénea y actualizada", por lo que demandó una "formación reglada, continua y adaptada a los nuevos escenarios y la expansión del ocio acuático a lo largo de todo el año".
La Rfess insistió también en que la prevención debe empezar en edades tempranas, mediante programas de formación escolar sobre seguridad acuática que permitan a menores en edad infantil identificar riesgos, respetar normas básicas en el agua y saber cómo actuar en caso de emergencia.
|