MADRID, 23 (SERVIMEDIA)
La Confederación Española de Pesca (Cepesca), celebró la decisión anunciada por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, de recurrir en casación ante el Tribunal de Justicia de la UE la sentencia del Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) que desestimó los recursos presentados contra Reglamento de Ejecución 2022/1614 que cerró 87 zonas del Atlántico nororiental a las artes de fondo.
"Aplaudimos esta decisión ya que entendemos que representa un paso firme en la defensa de la racionalidad y proporcionalidad que deben ponderarse a la hora de adoptar medidas medioambientales que afectan directamente a la sostenibilidad socioeconómica de nuestras flotas", aseguró Cepesca en un comunicado.
En el comunicado explicó que la sentencia "ignoró la falta de diferenciación por tipo de arte de pesca, aplicando una única metodología para todas y sin tener en cuenta su impacto real". "Cabe recordar que de los 16.500 kilómetros cerrados a la pesca, un 32% son zonas de posibles ecosistemas marinos vulnerables a proteger y el 68% restante se fundamenta en la atribución del modelo del arrastre a toda la actividad pesquera" indicó Cepesca.
También lamentó que la sentencia tampoco tuvo en cuenta ningún estudio de impacto socioeconómico, especialmente para artes de bajo impacto, como el palangre de fondo, usado mayoritariamente por la flota de Burela, que apunta unas pérdidas promedio de 32% en el volumen capturas de merluza de pincho por barco. Además de Burela, hay otras localidades como Celeiro, Coruña, Vigo, Cedeira, Ribeira, Ondárroa y puertos asturianos que se ven seriamente afectados.
Asimismo, añadió que estos argumentos ya habían sido advertidos también por los principales organismos asesores de la Comisión Europea, el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM) y el Comité Científico Técnico y Económico de la Pesca (Cctep) y que la sentencia no tuvo en cuenta.
Por último, el secretario general de Cepesca, Javier Garat, afirmó que "esta decisión del Gobierno de España devuelve al sector una esperanza que nunca debió perderse". "No estamos en contra de proteger nuestros ecosistemas, pero sí exigimos que las decisiones se basen en datos científicos robustos, en una evaluación específica por tipo de arte y en una evaluación adecuada de su impacto económico y social", sentenció Garat.
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