MADRID, 22 (SERVIMEDIA)
El indicador del nivel de estrés de los mercados españoles de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) experimentó dos subidas transitorias en abril, cuando se situó en un nivel de 0,44, y en junio, hasta el 0,35, ante la incertidumbre por la política arancelaria de Estados Unidos y el conflicto entre Israel e Irán.
Según los datos del cierre del primer semestre recabados por la CNMV y dados a conocer hoy en su nota de estabilidad financiera, el indicador de estrés se encuentra en una zona de riesgo medio cuando inició el año en riesgo bajo. El último dato disponible sitúa el indicador en 0,29.
Según explicó la CNMV, se produjeron aumentos significativos en los indicadores de volatilidad de los diferentes segmentos, así como en aquellos que representan caídas de precios. También se constató un aumento de la correlación del sistema, hasta niveles elevados, un hecho que es relativamente habitual en momentos de crisis o de turbulencias en los mercados.
En relación con las fuentes de riesgo más importantes, los riesgos geopolíticos permanecen en niveles muy altos y ya han dado lugar a un episodio de turbulencias en los mercados financieros internacionales en el mes de abril. Aunque el sistema financiero ha mostrado, por el momento, "bastante resiliencia", según la CNMV, avisó de que "es preciso tener en cuenta que estos episodios podrían suceder de nuevo y perjudicar tanto a aquellas compañías y/o sectores para los que se percibe una cierta sobrevaloración o estén directamente afectados, como a los inversores con exposición a ellos". Otras fuentes de riesgo tienen que ver con los riesgos operacionales y, en general, con los riesgos asociados a las nuevas tecnologías.
En relación con la evolución de los mercados de valores, se destaca en el ámbito de la renta variable las notables revalorizaciones del primer semestre, destacando el IBEX 35 (20,7%) entre todos los índices europeos. En los mercados de renta fija, la CNMV constata una cierta normalización de la curva de tipos y de la recuperación de las emisiones de activos de renta fija en los mercados domésticos. También destaca el nuevo aumento de la participación de los inversores minoristas en el mercado de renta variable (específicamente en acciones del IBEX 35), hasta situarse en el 10,5% de las operaciones de compra y el 15,2% de las de venta.
Por otra parte, también se observa un aumento de la correlación del comportamiento de los principales criptoactivos con los instrumentos financieros tradicionales, especialmente con la renta variable. Esto genera "un potencial mayor de afección de los criptoactivos a la estabilidad financiera", según la CNMV.
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