MADRID, 19 (SERVIMEDIA)
El Parador de Cervera de Pisuerga, ubicado en la comarca de la Montaña Palentina, celebra este sábado su cincuenta aniversario a la espera de que se acometa una reforma integral de sus instalaciones que lo mantendrá cerrado durante dos años desde el próximo mes de octubre y en la que se invertirán 9 millones de euros.
De esta manera, se convertirá, coincidiendo con el centenario de la cadena hotelera pública, en un Parador completamente renovado, accesible y adaptado a los más altos estándares de sostenibilidad y confort, respetando y cuidando al mismo tiempo la esencia del establecimiento.
Las actuaciones previstas contemplan la remodelación integral de las instalaciones del Parador de Cervera para mejorar la eficiencia energética y el confore de sus huéspedes.
Así, se renovarán todas las habitaciones y zonas comunes, la cocina y la cafetería, eliminando las barreras arquitectónicas para garantizar la accesibilidad del Parador.
También se actuará en las instalaciones eléctricas, climatización, fontanería, saneamiento y toda la carpintería - interior y exterior-, así como en la cubierta del edificio, que se rehabilitará completamente para instalar sistemas de aislamiento y elementos fotovoltaicos y solares térmicos para mejorar la eficiencia energética del establecimiento.
El 19 de julio de 1975 abrió sus puertas el Parador de Fuentes Carrionas -como se llamó inicialmente-. En este medio siglo el Parador se ha convertido en un referente en la comarca de la Montaña Palentina apostando por un turismo sostenible y responsable que genera beneficios sociales, ambientales y económicos en el territorio.
Dentro de las actividades previstas para celebrar esta efeméride, el establecimiento palentino ha puesto en marcha una atractiva iniciativa culinaria que permite a sus clientes realizar un viaje en el tiempo para disfrutar, con una recreación de los platos que se servían en sus albores, de los sabores que paladearon los primeros huéspedes contemplando las mismas vistas del pantano de Ruesga y de las cumbres montañosas.
Para esta experiencia gastronómica se ha diseñado un menú especial que rememora la comida que se ofreció en la inauguración del Parador en 1975 que incluía escudilla leonesa, trucha montañesa botillón, chuleta de ternera San Cebrián y "tontos".
Se trata de una propuesta en la que se ha optado por actualizar aquellos históricos platos, todos ellos exponentes de la genuina cocina tradicional de la montaña palentina, para adaptarlos a los gustos actuales.
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