MADRID, 18 (SERVIMEDIA)
La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) advirtió este viernes de que unos 11,6 millones de personas están perdiendo ayuda por los "importantes" recortes en los presupuestos humanitarios y corren el riesgo de perder este año el acceso a su asistencia humanitaria directa, según un informe.
Así lo precisó en un comunicado en el que detalló que esta cifra representa aproximadamente un tercio de las personas atendidas por la organización el pasado año. Este informe destaca una "confluencia fatal" de factores que "golpean" a millones de personas refugiadas y desplazadas, como el aumento del desplazamiento, la disminución de la financiación y la "apatía política".
En total, se están recortando o suspendiendo programas esenciales por valor de 1.400 millones de dólares, según el análisis de los programas y fondos recibidos por Acnur este año.
"Detrás de estas cifras hay vidas reales en juego. Las familias están viendo desaparecer el apoyo del que dependían. Todos los sectores y operaciones se han visto afectadas y se están suspendiendo actividades de apoyo crítico para mantener la ayuda vital", abundó.
Los recortes han obligado a Acnur a "pausar" el traslado de personas llegadas a áreas fronterizas hacia lugares más seguros, en países como Chad y Sudán del Sur, dejando a miles varadas en zonas remotas y en Uganda las tasas de desnutrición están aumentando en algunos centros de recepción, con acceso limitado a agua potable y alimentos.
En los campamentos que acogen a refugiados rohingya en Bangladesh la educación de unos 230.000 niños está "en riesgo" de ser suspendida y todo el programa de salud de Acnur en Líbano corre el riesgo de cerrarse a finales de año.
La ayuda financiera y la entrega de artículos de emergencia se han reducido en un 60 por ciento a nivel mundial y los programas de alojamiento se han visto "gravemente recortados".
En lugares como Níger, los recortes en la ayuda financiera para vivienda han dejado a familias en instalaciones masificadas o en riesgo de quedarse sin hogar y la ayuda financiera en Ucrania y en toda la región también ha sido recortada, dejando a familias desplazadas sin poder pagar el alquiler, alimentos o tratamientos médicos.
En Sudán del Sur, el 75 por ciento de los espacios seguros para mujeres y niñas apoyados por Acnur han cerrado, dejando a hasta 80.000 mujeres y niñas refugiadas, incluidas supervivientes de violencia sexual, sin acceso a atención médica, apoyo psicosocial, asistencia legal, ayuda material o actividades generadoras de ingresos.
Los recortes también están afectando, de forma "preocupante", al reasentamiento y al retorno seguro y voluntario de personas refugiadas. Alrededor de 1,9 millones de afganos han regresado a su país o han sido devueltos desde principios de año, pero la ayuda financiera para los retornados apenas alcanza para comprar alimentos, mucho menos para pagar el alquiler.
Las necesidades de financiación de Acnur para 2025 ascienden a 10.600 millones de dólares y, a mitad de año, solo se ha cubierto el 23 por ciento.
"Ante este panorama, nuestros equipos están centrando sus esfuerzos en salvar vidas y proteger a las personas forzadas a huir", abundó la agencia de la ONU, al tiempo que resaltó que, si dispone de financiación adicional, cuenta con los "sistemas, alianzas y experiencia necesarias para reanudar y ampliar rápidamente la asistencia".
Acnur agradece a los donantes que han mantenido su apoyo en estos momentos "difíciles" y hace un llamamiento "urgente" a gobiernos, instituciones y donantes privados para que aumenten "significativamente" sus contribuciones y así "cerrar la brecha actual de financiación".
|