MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
El PIB turístico español crecerá este un 2,7%, tres décimas más que el conjunto de la economía nacional, mientras que en 2026 lo hará un 3,2%, según un estudio publicado este miércoles por CaixaBank Research.
Será un crecimiento inferior al 3,6% que pronosticó a comienzos de 2025 el servicio de estudios de CaixaBank.
Según los autores, la subida del 2,7% obedecerá a un avance sólido, sostenido y generalizado en todas las ramas del sector, que se apoya en una mayor renta disponible de los hogares, la reactivación de las economías europeas y una inflación turística que, aunque elevada, muestra signos de moderación.
A lo largo del primer semestre del año, los indicadores de actividad turística siguieron en máximos históricos, si bien con un ritmo de avance más contenido que en los años anteriores. Este crecimiento tiene su reflejo en su creciente peso en la estructura productiva, alcanzando un 13,1% del PIB en 2025, por encima del 12,6% registrado antes de la pandemia.
No obstante, el informe alerta de que el entorno continúa marcado por una elevada incertidumbre, con un claro predominio de los riesgos de carácter geopolítico (conflictos armados abiertos y amenaza arancelaria). Un deterioro del escenario respecto a las previsiones actuales podría frenar la recuperación de la eurozona y, en consecuencia, limitar de forma indirecta la evolución del sector turístico.
MEJORÍA EN LA EUROZONA
Para 2026, los pronósticos de CaixaBank Research apuntan a una ligera aceleración del PIB turístico hasta un crecimiento del 3,2%, impulsado por la mejora de las perspectivas económicas en la eurozona. De hecho, prevén un crecimiento más dinámico del PIB en la eurozona, que pasará del 0,9% en 2025 al 1,1% en 2026, destacando particularmente la aceleración de economías clave como Alemania, Francia e Italia. Esta evolución positiva en las economías europeas fortalecerá el poder adquisitivo de los turistas potenciales, incrementando así la demanda de viajes hacia España.
El turismo internacional mantiene un elevado dinamismo, con cifras récord de llegadas y gasto, mientras que el turismo doméstico muestra una ligera caída en los viajes internos, compensada por un mayor protagonismo de los residentes españoles en el extranjero
El sector de la restauración también ha comenzado el año con buen ritmo, aunque con una cierta moderación respecto a los ejercicios anteriores. Según el indicador de gasto en restauración de CaixaBank Research, el desembolso en el sector creció un 6,4% interanual entre enero y mayo, impulsado en gran medida por el dinamismo del turismo internacional, cuyo gasto aumentó un notable 12,6%. Estos datos confirman la elevada dependencia del sector respecto al turismo: aproximadamente un 30% de los establecimientos presentan una alta dependencia del gasto turístico, según las estimaciones de la entidad.
Por último, el informe analiza el turismo procedente de Estados Unidos, que tras varios años de fuerte expansión muestra ahora señales claras de desaceleración. Factores como la apreciación del euro frente al dólar, la ralentización de la economía estadounidense y un aumento de la incertidumbre política y económica parecen estar detrás de este cambio de tendencia. Según las estimaciones del servicio de estudios de CaixaBank, esta pérdida de dinamismo podría restar hasta 1 punto porcentual al crecimiento del PIB turístico en 2025.
Por el momento, la mayor desaceleración se está observando en las zonas rurales, y podría llegar a afectar a las áreas urbanas no costeras, donde el peso del turista estadounidense llega a representar en torno al 15% del gasto turístico total. Ante este escenario, el informe plantea la necesidad de diversificar los mercados emisores y apostar por destinos de largo radio como Oriente Medio, América Latina o Australia, que han mostrado un comportamiento especialmente sólido en los últimos años y podrían contribuir a compensar la ralentización del turismo estadounidense.
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