MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
El 48,8% de la recaudación fiscal en España procede de impuestos sobre la actividad empresarial, frente al 37,8% de media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y del 39,4% de promedio de la Unión Europea (UE), según un estudio presentado este lunes por el Instituto de Estudios Económicos y la Tax Foundation.
De esta forma, España se sitúa en la cuarta posición, tanto de la OCDE como de la UE, con mayor contribución fiscal de las empresas, con diez puntos por encima de la media.
Por delante aparecen República Checa, con un 54,7%; Polonia, con un 53%; y Eslovaquia, con un 50,4%. En la parte contraria aparecen Dinamarca, con un 15,1%; Islandia, con un 16,6%; y Nueva Zelanda, con un 22,7%.
Tax Foundation y el IEE advirtieron de que la posición de España hace que el país sea "uno de los entornos fiscales más exigentes para las empresas dentro del contexto europeo e internacional", ya que esto puede repercutir en la competitividad, la atracción de inversión extranjera y en decisiones empresariales sobre localización y expansión.
En relación con el PIB, los impuestos empresariales en España representan un 17,8%, por encima del 12,8% de la OCDE y del 14,8% en la UE.
En términos de Excedente Bruto de Explotación, el peso de la contribución fiscal en España es del 41,6%, mientras que en la OCDE es del 31%, con una brecha de diez puntos. En este indicador, España ocupa el quinto puesto, que sigue siendo "elevado y preocupante".
El estudio también advirtió de que la penalización fiscal de la actividad empresarial en España se ha agravado en la última década, y es uno de los dos países de la UE, junto con los Países Bajos, es donde más ha subido el peso de la presión fiscal empresarial en relación al PIB entre 2013 y 2023.
En el análisis del Impuesto sobre Sociedades, España aplica un tipo nominal del 25%, por encima del 23% de la OCDE y del 21,8% de la UE. Si se añaden deducciones e incentivos, el tipo medio efectivo ajustado por inflación queda en el 23,3%, de nuevo superior al 21,9% de la OCDE y del 19,9% de la UE.
En cuanto a la fiscalidad de los dividendos, España presenta un tipo de imposición sobre los dividendos del 28%, por encima de la media del 24% de la UE. A juicio del IEE y Tax Foundation, esto tiene implicaciones negativas tanto en la actividad como en las decisiones de inversión empresarial.
Ante estos datos, el IEE y la Tax Foundation recomendaron que España avance hacia un modelo fiscal competitivo que combine estabilidad y neutralidad, de manera que se garanticen tanto la financiación de los servicios públicos como el desarrollo del sector privado.
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